domingo, 26 de enero de 2014

{Mirrors - capítulo 15}

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Gango estuvo empaquetando algunas de sus cosas aunque no podía llevárselo todo y todo lo que tenía le recordaba a su hermana. Ella había sido valiente y había dado su vida por salvar a una persona que no le caía bien. Él sabía de sobra porque Rosmarie le caía mal a su hermana. Pero eso era agua pasada. Ahora ya sólo quedaban sus recuerdos. Metió una prenda más en su maleta, dejó la nota encima de su cama y salió. Era la única forma de no quedarse, no quería que nada le retuviera aquí. Ahora que su hermana se había ido no le quedaba nada más que hacer. Sólo quería coger a Josh y hacerle sufrir. No pensaba matarle, sería demasiado fácil y rápido. Cerró la puerta detrás de él y se fue. No sabía a donde irse pero escogió el camino por el que nunca había ido. Ese que había detrás de su casa y le llevaba al norte.


Nada más acabar las clases, Rosmarie salió del internado hacia casa de Gornid para buscar a Gango. Después de la pelea que había tenido anoche con Zayn necesitaba estar cerca de Gango que siempre la había traído con los pies a la tierra. Entró sin tocar la puerta y no había nadie dentro. Supuso que Gornid estaría en su laboratorio como siempre y así era. Lo encontró trabajando en otro de sus experimentos. Ella miró por encima de Gornid y en la mano sostenía una bola de plateada que expulsaba una fuerte luz desde su interior.
-         ¿Qué es eso? – Gornid se sobresaltó y tiró al aire la bola pero Rosmarie la cogió antes de que se estrellara contra el suelo.
-         Cielos, me habías asustado – soltó una risa pero se veía tenso, tenía los hombros más rectos que de costumbre pero Rosmarie no se preocupó demasiado – Es una bola de rastreo.
-         ¿Para rastrear a Josh? – preguntó Rosmarie con un nudo en la garganta. Quería que le encontraran pero sabía lo que pasaría si lo encuentran.
-         No, Max se está encargando de perseguir a Josh – cogió la bola de las manos de Rosmarie – Necesita arreglos pero en cuanto esté lista se podrá utilizar.
Rosmarie perdió la noción del tiempo y se paró a pensar en cómo había discutido con Zayn. Después de que se besaran y ella lo deseara como a la cosa más imposible del mundo. Después de haberse imaginado todas las cosas sucias del mundo haciéndolas con Zayn se despertó de su sueño. No podían estar juntos. Ella no le quería. Y no podía estar con él sabiendo que Laura había estado enamorada de Zayn y que había dado su vida para salvarla porque Zayn se había tirado de cabeza a la piscina. Aún recordaba las palabras que le había dicho a Zayn:
-         No podemos – se separó de Zayn – No está bien – había puesto una distancia entre los dos.
-         ¿Por qué no? – preguntó éste acercándose a ella a la vez que ella retrocedía más – Ya no hay nada que se interponga entre nosotros dos.
-         Claro que hay cosas que se interponen Zayn, no lo entiendes.
-         ¡¿Qué se supone que no entiendo?! – él levantó el tono de voz pero se volvió a calmar – Yo te quiero, tú me quieres.
-         No sigas por ahí, por favor – lo dijo ella como un susurro pero Zayn la cogió del brazo.
-         ¿Por qué no? – volvió a preguntar, estaba cabreado.
-         Porque no te quiero de esa manera – logró decirlo finalmente.
-         Claro que me quieres – Zayn le soltó el brazo – Me dijiste que me deseabas, me besaste. Claro que me quieres.
-         No te quiero – Rosmarie se fue y lo dejó ahí. Le dolía lo que le había dicho, como una puñalada en el corazón y no quería saber cómo se sentía Zayn.  Volvió a la realidad donde estaba con Gornid y le escuchaba atentamente.
-         Me faltan unos poquitos arreglos y creo que para mañana podría estar listo – Gornid se puso sus gafas y volvió a trabajar en la bola.
-         ¿Pero a quien quieres rastrear? – volvió a preguntar Rosmarie.
-         A Álvaro – dijo Gornid.
-         ¡¿Cómo?! – empezó a ponerse nerviosa - ¿Dónde está Gango?
-         Se fue – Gornid sacó una nota de su bolsillo – y dejó esta nota.
-         “Es difícil dejarlo todo pero necesito irme. Todo aquí me recuerda a ella y aún necesito cumplir una misión más aunque tenga que dar mi vida en el intento. No sé a dónde iré ni tampoco sé si volveré” – arrugó el papel después de haberlo leído y se lo guardó en el bolsillo de su pantalón – No puede irse, tenemos que ayudarle.
-         Eso estoy intentando.
-         Quiero ayudarte – le contestó ella – Dime lo que tengo que hacer – sabía que Gornid agradecería su ayuda, y ella estaría en paz consigo misma si haría volver a Gango. Él había sido el único que la comprendió estas últimas semanas. Y ella aún no se había disculpado por todos los malos momentos que le hizo pasar. 

jueves, 2 de enero de 2014

{Mirrors - Capítulo 14}


Bang 🔫


Rosmarie y Josh salieron corriendo del bosque, ni siquiera se acercaron a los dormitorios a coger ropa. Un coche negro con las ventanas de un color tan oscuro que desde fuera no se podía ver dentro les esperaba. Dos hombres vestidos con trajes negros y con gafas de sol de pasta negra cogieron a Rosmarie de los brazos mientras otro hombre vestido igual que los demás solo que no llevaba gafas se acercó a Josh y puso una mano sobre su hombro.

-         Buen trabajo – le dijo éste con voz ronca.
-         No le haréis daño ¿verdad? – preguntó Josh.
-         Josh, ¿qué has hecho? – preguntó Rosmarie, no estaba preocupada, solamente tenía curiosidad. La adrenalina corría por sus venas más rápido que la sangre.
-         Vamos – Josh entró delante con el otro hombre, y los dos gorilas metieron detrás a Rosmarie. Estaban dentro cuando ella se soltó un brazo y le dio una bofetada al hombre moreno que había a su izquierda. - ¿Puedes controlar a tu amiga o tendremos que hacerlo nosotros? – le preguntó el hombre de delante a Josh en tono de superioridad.
-         No soy un animal para que me tengan que controlar. Animales sois vosotros – y le volvió a dar una bofetada al mismo hombre. Sin quitarse las gafas, la cogió por las dos manos mientras el hombre blanco que estaba a su derecha la pinchó con una jeringuilla en el cuello. Paulatinamente fue perdiendo la consciencia hasta quedarse dormida.
-         ¿Qué le habéis hecho? – Josh pareció realmente asustado.
-         Le hemos callado la boca – añadió seriamente el que parecía el jefe de los tres hombres.

Zayn quería salir corriendo para alcanzarlos pero era muy tarde. Gornid le ha proporcionado todos los medios necesarios para que pueda llegar hasta Rosmarie aunque no estaba realmente convencido de que debería ir él. Eso era lo que la cazadora quería pero Zayn no se iba a dejar convencer. Cuando una cosa le entraba en la cabeza nadie se la podía sacar.
-         Yo voy contigo – le dijo Gango ya incorporado y vestido con su vestimenta de guerrero.
-         Ni de coña, tú no te mueves de aquí – le fulminó su hermana con la mirada.
-         Ella está ahí por mi culpa y no pienso dejarla – se le veía en sus ojos que no estaba bien pero ninguno volvió a decirle que no. Si le dirían que no, podría hacer una tontería más grande.
-         Max nos podría ayudar – nada más pronunciar su nombre este ya estaba en la puerta.
-         ¿Me llamabas, Gornid? – dijo este con una sonrisa de oreja a oreja. - ¿O es que necesitáis mi sentido del olfato tan desarrollado?
Por la mente de Gango pasaban tantas cosas a una velocidad extremadamente rápida que no le daba tiempo a analizarlas. La estuvo protegiendo durante meses, la obligó a beberse esa maldita poción y hasta la besó para que se la tomara. No es que ese beso le desagradara, es más, fue el mejor beso de su vida. La protegió hasta el último segundo de su caída. Pero en su cabeza no era así, en su mente sólo estaba la decepción y el pensamiento de que le había destrozado la vida al matar a su hermano.
Max les ayudó todo lo que pudo con su sentido desarrollado. Empezó a oler el aire mientras todos los demás corrían detrás de él. Salieron del bosque y cogieron un camino que no sabían ni que existía.
-         Oigo un coche – gritó Zayn. Los demás no oían nada pero después de dieron cuenta del poder de Zayn. Zayn tomó iniciativa y pronto todos notaron el ruido.
-         Creo que deberíamos esperar – todos miraron a Gango – Podemos esperar hasta ver a donde llega el coche y planear como sacarla de ahí. – Lala le dio un golpe cariñoso en el hombre – Además, tengo curiosidad por ver quién es la cazadora – todos se rieron.
-         Cuando pille a esa traidor le estrujaré el cuello con mis propias manos – Zayn estaba demasiado cabreado pero aún así aceptó el plan de Gango. Siguieron andando. El coche adoptó una nueva trayectoria. Llegó a otro bosque y se paró enfrente de lo que parecía un gran almacén. Por fuera era todo de metal y sólo podía apreciarse una gran puerta también de metal pero más rojiza. Del coche salieron un hombre y Josh de la parte delante y por detrás dos gorilas llevando a Rosmarie en brazos. Parecía inconsciente. – Cabrones – Zayn salió decidido hacia ellos pero Gango y Max lo cogieron.
-         El plan – le recordaron estos.


Para cuando Rosmarie reaccionó estaba en una silla atada de pies y manos, sentía que todos sus sentidos le fallaban y solamente podía usar la vista y el oído. Oía unos tacones resonar como un bombo dentro de sus tímpanos y de repente ante sus ojos aprecieron esos tacones que muchas veces había visto. Levantó la vista y delante de ella estaba la misma chica que veía al levantarse todas las mañanas. La misma hermana de Josh. Lauren. Empezó a reírse al ver la cara de Rosmarie.
-         ¿Qué te esperabas? – siguió riéndose y la cabeza de Rosmarie daba vueltas. - ¿Por qué no miras a tu alrededor? – Rosmarie no supo por qué pero le hizo caso, tenía un mal presentimiento y ese presentimiento se hizo realidad al verlo ahí atado.
-         ¡No! – ni ella sabía que le quedaban esas fuerzas y menos para dar un grito como ese. - ¿Qué le has hecho? – Gango estaba ahí atado, con los ojos cerrados y parecía que se iba a desnucar el cuello en esa posición.
-         Todo esto es por tu amiguito – dijo Lauren.-  Podías haberte elegido amigos más normales.
-         Suéltale, él no tiene nada que ver – le respondió Rosmarie asqueada – No puedo creer que tu hermano y tu hayáis hecho esto.
-         ¿De verdad te creíste que es mi hermano? Que ingenua – volvió a reírse - ¿Por qué crees que Josh se acercó a ti? ¿Por qué eres guapa? – en sus oídos solamente podía oír su risa. Lauren dio una palmada y una puerta se abrió. Por esa puerta entraron Josh y después Carlos. Rosmarie empezó a llorar al verle – También te habrás creído que Carlos es tu hermano – Rosmarie ahogó un grito mientras ella seguía riéndose. Miró a Gango esperanzada y éste le guiñó el ojo. ¿Le había guiñado el ojo? Porque ella parecía estar en una pesadilla. Zayn había tenido razón en todo y ella había sido una ingenua al no haberle creído. Un ruido estruendo la despertó de sus pensamientos – Idiotas, id a ver lo que pasa – les ordenó Lauren a Carlos y Josh y estos obedecieron.

Lala y Max entraron por la puerta principal y todo aquel que se interponía en su camino acababa en el suelo. Delante de ellos aparecieron Josh y Carlos. Mientras tanto, Zayn entró por una de las ventanas que había en la parte superior y aterrizó en esa habitación donde tenían a Rosmarie y a Gango. Gango se había desatado. Su plan estaba saliendo a la perfección. Mientras uno se preparaba para desatar a Rosmarie a la cual no le quedaban fuerzas y otro iba a por la cazadora, por el pasillo se desataba otra batalla.
Max había ido a por Carlos, nunca le había caído bien mientras que Laura se encargaba de Josh, le tenía unas ganas horribles a ese monstruo. Max rápidamente cogió a Carlos, le dio unos puñetazos entre la cara y el pecho, le dio la vuelta y le cogió el cuello entre las manos y lo retorció hasta que escuchó ese ruido infernal. Había acabado con su vida. Se dio la vuelta y vio como Laura le pegaba un codazo a Josh en la barbilla y con el pie derecho lo empujó hasta que cayó en el suelo. Se pensaba que todo estaba saliendo como lo habían planeado pero Josh tenía otra cosa pensada. Sacó una pistola del interior de su pantalón y apuntó a Max. Disparó y éste cayó al suelo. La bala le había dado justo en el hombro pero aún respiraba. Después se levantó mientras seguía apuntando a Laura. Josh se reía descaradamente y entonces descargó el arma en el pecho de Laura y ésta se desplomó en el suelo.

-         Lo siento, lo siento muchísimo – Gango había llegado hasta Rosmarie y mientras intentaba desatarle ella no paraba de pedirle perdón. Cuando estuvo completamente desatada saltó en sus brazos y lo cogió por el cuello. – No debía haberme enfadado contigo, lo siento – volvió a decir ella.
-         No te preocupes, todo está bien ahora – le apartó el pelo de la cara, cogió su cara con las dos manos y la miró a los ojos – Todo está bien – la ayudó a incorporarse – Vete y ponte a salvo – le dijo este señalando la puerta pero ella no podía dejarles. En la habitación estaba la cazadora luchando con Zayn y habían cuatro hombres más. – ¡Rosmarie, vete! – le volvió a gritar Gango pero ella no hizo caso. Cogió uno de los cuchillos que este tenía en el cinturón y se lo lanzó a un hombre que venía por detrás de Gango. Éste miró detrás de él, comprobó que estaba muerto, cogió el cuchillo y se lo devolvió a Rosmarie – Te enseñé bien – dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Siguieron luchando hasta que solo quedaban Zayn y la cazadora. Él estaba en el suelo pero entre los tres la cogieron y esposaron. – De esta no te vas a librar.
-         No me podéis hacer nada – dijo Lauren con tono de superioridad pero Rosmarie se acercó a ella y le dio una bofetada que la dejó sangrando por la nariz. Salieron por los pasillos hasta llegar a la entrada donde encontraron a Laura y Max en el suelo sobre un charco de sangre – Josh ha hecho su trabajo – Lauren se reía estruendamente.
-         ¡No! – Gango reaccionó, se sentó junto a Laura que yacía inconsciente. Le tomó el pulso y empezó a llorar – Se ha ido – le cogió el pulso a Max – Pero él sigue respirando. – Gango cogió a Laura en brazos. No podía creer que su hermana se había ido y para siempre. Tantos momentos juntos, tantos recuerdos compartidos y tanto amor que se quedaría sin recibir. Tantos gracias que aún debía de darle y tantos abrazos que dejaría de recibir. Rosmarie cogió por los brazos a Lauren y la empujó mientras la apuntaba con un arma que Zayn le había dado, mientras que éste cogió sobre su hombro a Max.

Cuando llegaron a casa de Gornid a ninguno le quedaba fuerza alguna. Gornid hizo algunas llamadas y unos hombres encapuchados de arriba abajo se llevaron a la cazadora. Éste mismo se encargó de que Max se recuperara y otros hombres vinieron a llevarse a Laura. Rosmarie nunca había visto a Gango llorar y se le partía el corazón.
-         Todo esto es culpa mía – le dijo ella a Zayn cuando todos se habían ido y sólo quedaban ellos sentados en la mesa – Quisiera que la tierra me tragara.
-         Nada es culpa de nadie – éste le cogió las manos por encima de la mesa, ella tenía las manos calientes y se sentía protegido junto a ella. – No te lo dije, pero me alegro de que estés a salvo – le sonrió todo lo que pudo y consiguió que ella también sonriera.  
-         Lo escuché todo – le dijo Rosmarie.
-         ¿Todo? – Zayn se extrañó pero después recordó todo lo que dijo mientras ella estuvo dormida, sí, estuvo solamente dormida - ¿Pudiste oírme?
-         Claro que pude oírte y – tomó aire y soltó las palabras – creo que estuve ciega todos estos años.
-         ¿Qué quieres decir? – él no quería tomar decisiones precipitadas.
-         Que eres el mejor amigo que una chica podría tener y que te necesito ahora y siempre – a Zayn se le borró la sonrisa de la cara, no era esa la respuesta que quería escuchar y Rosmarie lo entendió – Y así es como quiero que estés siempre a mi lado – le apretó la mano a Zayn y lo miró a los ojos – Quiero que seas mi compañero, mi mejor amigo, quiero que cuides de mí y que me abras los ojos cuando éste tan ciega como estas últimas semanas.
-         ¿Quieres decir qué …. – Rosmarie se agachó encima de la mesa, soltó la mano de Zayn y atrajo su cara hasta tenerla a unos milímetros de la suya. Dejó que Zayn cerrara los ojos y le dio un beso. Los dos sintieron cosas muy fuertes, cosas que les removían el estómago. Dejó que Rosmarie se apoderara de él, la atrajo hacía él por encima de la mesa haciendo caer al suelo las dos tazas de té y la sentó sobre sus piernas. Se apartó de ella para decirle algo pero ella no lo dejó, se volvió a abalanzar sobre Zayn. Tenía hambre de él, hambre de sus besos, hambre de ser tocada así por un chico.



viernes, 22 de noviembre de 2013

{Mirrors - Capitulo 13}


Ahora que Gornid tenía la planta en sus manos podía fabricar la poción que era mucho más difícil de lo que jamás se habría imaginado. Avisó a los chicos de que podría tardar un día o dos en acabarla y que no quería que lo molestaran. Gango seguía herido pero no quería lamentarse y no dejó que Gornid lo curara.
-         Quiero padecer con esto – le respondió.

Nadie le contradijo y dejaron que Gango fuera a su aire. Se sentía bastante mal pero no quería decirle nada a nadie y mucho menos a su hermana para que volviera a gritarle como la última vez. Ninguno de los presentes sabía las cosas que habían pasado mientras ellos estuvieron ausentes pero tampoco se atrevieron a preguntar.
Zayn se dedicó a lo mismo de siempre. A lavar a Rosmarie con cariño como siempre lo había hecho, la cambió de ropa y la preparó para el gran día. Todo su cuerpo se moría por abrazarla y sentir el calor de su cuerpo. Tenía que ser fuerte aunque todo su cuerpo temblara. No quería oír nada relacionado con la cazadora. La sangre por dentro le hervía y pensaba en qué hacer cuando la tendrá delante de sus ojos. Zayn apartó ese pensamiento de la cabeza y le contó a su querida amiga las cosas que le habían pasado, la experiencia con los enanos y el éxtasis que sintió al matar a un balrog.

Gornid seguía trabajando en su laboratorio cuando Carlos entró bruscamente. Aquel chico era bastante raro para el gusto de Gornid pero aun así le había tomado el cariño suficiente como para confiar en él.  
-         ¿Has descubierto lo que es Rosmarie? – le preguntó éste con tono alterado.
-         Es especial, sin duda alguna – le contestó Gornid pero al verlo tan alterado prosiguió: - Solamente la cazadora sabe lo que es y porque hace todo esto. – hundió la cabeza en su poción y al mismo tiempo que un ruido estruendo sonó fuera de su casa, gritó - ¡Ya la tengo!


Gango, Zayn y Laura salieron fuera de la casa y en el patio delantero pisando las hermosas plantas de Gornid había una manada de cuatro hombres tigres muy parecidos a lo que Carlos es. A Gango la cabeza le daba vueltas y estaba más mareado de lo habitual pero hizo lo mismo que sus dos compañeros y se sacó un arma. Su arma, en comparación con la de Laura y Zayn, era un arma blanca, una daga. Empezaron a luchar. Vio como uno de los tigres le mordía la mano a su hermana y otro saltaba encima de Zayn. No sabía dónde estaban los otros dos tigres y se mareaba cada vez más. Veía borroso y la cabeza le daba vueltas. En ese momento, vio una figura acercándose a gran velocidad hacia él y lanzó la daga.


Dentro de la casa, Gornid le estaba administrando la poción a Rosmarie. Se la inyectó directamente al corazón. Ella convulsionó y su cuerpo empezó a sacudirse fuertemente hasta el punto que Gornid pensó que la poción no funcionaba y su cuerpo la estaba rechazando. Pero entonces ella abrió los ojos y su cuerpo se tranquilizó. La miró a los ojos y resopló. Todo había salido bien.

-         Sshhh – Gornid la abrazó mientras ella sollozaba – Ahora está todo bien – le acarició el pelo. Él solamente había hecho esto con Lala, su querida protegida.
-         Pensé que no despertaría, pensé que … - Gornid le cortó negando con la cabeza – Eres el mejor – el grito de Laura llamando a su hermano la despertó más de lo que ya estaba - ¿Qué ha pasado? – se tambaleó y mareó al levantarse pero un segundo después ya estaba en la puerta observando como Gango lanzaba su daga. Siguió con la mirada el rumbo de la daga que paró en el pecho de Carlos. Los ojos se le llenaron de lágrimas nuevamente y cayó de rodillas. - ¡No! – todos los ojos se volvieron hacia ella y Zayn ya estaba a su lado incorporándola. Todo pasó a una gran velocidad, los tigres desaparecieron y se llevaron a Carlos con ellos. - ¿Qué has hecho? – lo dijo como un susurro y en ese instante Gango se desplomó en el suelo.

No sabían lo que le pasaba a Gango. Su comportamiento estos días había sido muy raro y que se haya desmayado en medio de una pelea después de haber matado al hermano de Rosmarie, no mejoraba las cosas. Rosmarie dejó de llorar en el instante en el que lo vio en el suelo y mientras esperaban noticias de Gango le contó toda la historia a Zayn.
-         ¿Quieres decir que ese … esa cosa que quería secuestrarte resultó ser tu hermano? No puede ser, te está engañando Missy.
-         No puedo creer que tú me digas eso, Zayn – suspiró para sus adentros – Hace cinco años lo perdí y ahora en menos de un día lo he vuelto a perder, y para siempre – sollozó pero se recompuso.
-         ¿No te das cuenta? Te estaba tomando el pelo para que vayas con él de buena voluntad. Si hubiera sido tu hermano lo habrías reconocido – Rosmarie lo iba a cortar pero él no la dejó – Sí, ya sé lo que me contaste pero la cazadora por mucho que sea una cazadora no puede crear esas máquinas para transformar a las personas.
-         ¿Puedo hablar contigo? – Josh apareció en la puerta antes de que Rosmarie pueda replicarle algo a Zayn. Le dolía todo por dentro y ahora su mejor amigo no la creía. Rosmarie le asintió a Josh y salieron fuera de la casa.
-         No has venido a verme ni una vez – le replicó ella.
-         No podía verte en ese estado, intenté buscar un antídoto por mi cuenta pero no pude y lo siento, no quería decepcionarte.
-         ¿Al menos te has enterado de que Carlos sí que era mi hermano? – Rosmarie estaba enfadada con él, demasiado para perdonarle tan rápidamente.
-         Algo he oído – ella se quedó atónita pero Josh siguió hablando – y acabo oír todo lo que has hablado con Zayn. A él no le importa tu hermano, no sabe lo que sientes por dentro. Él no entiende que estás muriendo por dentro, pero yo sí que te entiendo y por eso te pido que vengas conmigo. Vayamos a otro sitio donde nadie nos moleste, un sitio donde empecemos de cero.
-         ¿Me abandonas, no vienes a verme y me pides que vaya contigo? – su tono era sarcástico – No entiendes nada ¿verdad?
-         Te pido esto porque te quiero – él le cogió las manos y le acarició la mejilla con la otra mano – Eres mi sol, mi luna, mi vida y mi todo. Sólo yo puedo entenderte y comprenderte. ¿Quieres quedarte aquí? ¿Dónde mataron a tu hermano?
-         Yo también te quiero – se dieron un beso intenso antes de alejarse de aquel lugar.

-         Hay alguien que nos está traicionando y sé quién es – Max entró como una bala dentro de la casa donde Zayn y Laura esperaban impacientes información sobre Gango.

-         ¿Cómo? – los dos saltaron alterado - ¿Qué alguien nos está traicionando?

-         ¿Max? ¿Qué dices? – le preguntó Laura impaciente.

-         En realidad siempre estuvo de parte de la cazadora y solo estaba infiltrado buscando información. Quería acercarse a Zayn de alguna manera y lo ha conseguido.

-         ¿Quién es? – Zayn cogió a Max por los hombros.

-         El novio de Rosmarie – concluyó Max.

El cuerpo de Zayn no respondía a su cerebro que no podía creérselo. Esa rata los había engañado. Él siempre supo que algo no andaba bien con Josh pero no pensó que sería eso. Se llevó a Rosmarie y lo pagaría.

viernes, 25 de octubre de 2013

{Mirrors - Capítulo 12}



Les tomó bastante más tiempo del que pensaban en matar a uno de los dos balrogs pero quedaba el más fuerte y por lo visto él era el líder y el más robusto de los dos. Zayn y Gango estaba en el lado derecho del balrog intentando quitarle el látigo y rodeándolo estaban los tres enanos con Laura debilitándolo para que su hermano y el amor de su vida puedan coger el látigo y acabar de una vez con esto. Estaba cabreada consigo mismo por haber dejado que las cosas fueran tan rápidas y tan lejos. Fue culpa de ella que Zayn se enamorara de aquella chica. Todo por aquella tontería que pasó cuando eran pequeños. Se quitó ese pensamiento de la cabeza y descargó toda su ira contra el balrog pero este reaccionó y con el dorso del brazo izquierdo le dio un impulso que quedó tirada en el suelo. Escuchó a Gango gritar y llamarle la atención de su brazo roto del que brotaba sangre pero ella estaba más atenta de lo que Zayn estaba haciendo. Éste se subió de alguna manera al lomo de la criatura y ella lo estaba impulsando y sacudiendo. Aulë le clavó un cuchillo en una la pierna derecha que lo hizo desequilibrarse. En ese momento Gango le arrebató el fuerte látigo.
Los brazos de Gango temblaban. Era el látigo más pesado y más caliente que jamás había sostenido su mano. Sentía como el ardor pasaba del brazo a todo el resto de su cuerpo menos a su cerebro que se congeló. Se había quedado en blanco con el brazo temblando sin saber bien lo que hacer. Miró a su alrededor y todos le estaban gritando algo pero no sabía el que, no podía oírles. La herida que tenía en la cabeza le palpitaba y un fuerte estruendo pasó por su cabeza. En un impulso se llevó las manos a las orejas. Aquel sonido le volvía loco. No podía describirlo. Cayó de rodillas y hundió la cabeza con las manos aún sobre ésta en el suelo y el látigo cayó al suelo a unos dos metros de donde él estaba. Era como si algo le estuviera rayando y cortando el cerebro en trozos y no le dejaba pensar ni reaccionar.  No sabía cuánto tiempo había pasado hasta que Zayn puso una mano sobre su hombro y poco a poco lo ayudó a levantarse pero le pareció una eternidad.
-         Vamos – le dijo – Ahora tenemos que buscar la planta – se dejó ayudar por Zayn sin apartarlo como hubiera hecho en otras circunstancias. No preguntó qué había pasado con el balrog porque se dio cuenta por sí mismo al verlo tirado en el suelo con el látigo incrustado en su lomo y del que brotaba una sustancia plateada.  Sintió náuseas y todo a su alrededor daba vueltas. Entraron en el templo hasta llegar al jardín donde todo estaba repleto de aquella planta. Laura, que ahora tenía una gasa sobre la herida de su hombro, metió varias de aquellas plantas en el bolso de Gornid. Aquel bolso era especial, podía meter en él cualquier cosa por muy pesada que fuera porque no se notaba el volumen ni tampoco el peso. - ¿Listo? – le pareció ver un destello en los ojos de Zayn y hasta le pareció que estaba sonriendo. Seguía apoyado en él. No tenía fuerzas para mantenerse en pie sin ayuda.


Gornid y Carlos seguían en la misma habitación con Rosmarie tirada en aquella cama. Desde que Zayn se había ido hace dos días no se atrevían a tocarla o a cambiarle la ropa. Él fue el único que se dedicó a eso y no se sentían cómodos al quitarle esa labor. Gornid, ayudado por Carlos, habían trasladado una mesa y un par de sillas a la habitación.
-         Empezaremos por algo fácil que quizá te haga recordarlo todo a la vez – se rascó la cabeza y se lanzó con una pregunta - ¿Cómo te criaste? – Carlos no asimilaba aquella pregunta. Le llegaban recuerdos e imágenes borrosas pero después de un rato todo se volvió más claro.
-         Vivía con mis padres al norte de Suiza. Teníamos una casa pequeña pero bastante acogedora, tenía todo lo que necesitaba. Pero cuando mi hermanita llegó me di cuenta que no lo tenía todo, me faltaba ella. Yo tenía tres años cuando ella nació. Estaba tan contento de tener una hermana -  suspiró, intentaba recordar su nombre pero no podía, no le ponía cara – Con los años nos convertimos en mejores amigos, bueno, tan amigos como dos hermanos pueden ser. Pero cuando cumplí quince años ella vino a por mí. Solamente sé que me conectó unos cables para que me olvidara de todo, me cambió el nombre. Me cambió algunos genes para que fuera rubio en vez de pelirrojo, que tuviera los ojos marrones en vez de verdes y me enseñó a desarrollar el “don” – Carlos hizo las comillas con los dedos -  de ser un hombre tigre. – todo aquello le dolía demasiado. Recordar a su familia, sentir a su hermana pero no saber su nombre. Lo que más le dolía era que aquella vida que la cazadora le había dado fuera toda una mentira. Todo él era mentira.
-         ¿Recuerdas cómo se llama tu hermana? ¿O cómo es? – Gornid hizo hincapié en esas dos preguntas pero Carlos no lograba ver nada. No podía verle la cara a su hermana, la veía borrosa. Cuando la llamaba en vez de su nombre oía un ruido.


Habían pasado casi dos días desde que dejaron atrás a aquel balrog muerto. Sentían que no llegarían a tiempo. Gango estaba mal, su estado de ánimo y mental no mejoraba. Incluso él mismo podía decir que iba a peor pero no se atrevía a decirlo. A Laura le habían enseñado las horas según la posición del sol.
-         No es por asustaros pero nos quedan dos horas – todos empezaron a moverse más rápido. Era increíble la fuerza que tenía Zayn. Había cargado con Gango casi dos días enteros y aún tenía fuerzas para ir más deprisa. Pasó el tiempo sin que nadie dijera nada. Se daban cada vez más prisa hasta que vieron el portal desde lejos. Se estaba cerrando y perdiendo intensidad. Gango respiró profundamente, no podía dejarles perder más tiempo. Si ese portal se cerraba iba a ser culpa suya. Sopló el aire que contuvo durante unos segundos, se soltó del brazo de Zayn y empezó a correr. Los demás lo siguieron mientras le gritaban – Idiota – le gritó su hermana cuando estaban ya delante del portal.
-         Daros prisa, se va a cerrar – les dieron las gracias a los enanos por su gran ayuda y se adentraron al portal.



-         Es pelirroja – Carlos y Gornid estaban reunidos esperando la llegada de los chicos y en ese preciso instante lo recordó todo – y tiene los ojos verdes. Es … - tragó la saliva que se le amontó en la boca – es Rosmarie – los ojos se le cristalizaron y le entraron ganas de llorar. Gornid se quedó asombrado y Rosmarie de la cama que podía escucharlo todo se quedó atónita. Quería llorar, ella lo sabía. ¿Dónde estaba Josh? No la había ido a visitar. No se había enterado de que su hermano seguía con vida y que lo tenía más cerca que nunca. Sintió que el corazón le daba un vuelco cuando oyó un sonido estruendo fuera de la casa. El portal se había cerrado. Por un momento no sintió el latido de su corazón hasta que oyó la voz de Zayn y su corazón empezó a latir con fuerza. Estaban a salvo. 

viernes, 11 de octubre de 2013

{Mirrors - Capítulo 11}

No muchas cosas pasaron por la mente de Zayn mientras atravesaba el portal. Se veía realmente cansado, con los ojos hinchados y con ojeras. Esperó con bastante calma al otro lado del portal hasta que Gango y Laura estaban a su lado aun discutiendo de porqué ella había tenido que ir con ellos. Parecía mentira que la persona que mejor la conocía hiciera esas preguntas. Ella siempre pensaba después de actuar y en este caso no era diferente. Podía ser peligroso para ella pero él no podía discutir eso con ella, porque no acabarían nunca de pelear. Ella le insultaría y diría palabras que una chica no debería decir por pensar que una chica no podría luchar de la misma manera que él y su hermano.
-         ¡Zayn! – gritó Laura demasiado tarde. La figura negra que se deslizó entre los árboles sigilosamente siguiéndolos se había lanzado sobre Zayn derrumbándolo al suelo. El peso de aquella criatura, que no podía verle la cara, estaba aplastando todo su cuerpo y su cara contra las frías rocas que pavimentaban el suelo. De reojo vio como una criatura no más grande que la longitud de sus piernas cogía a Laura por los brazos y la sujetaba tan fuerte que ella no podía determinar ningún movimiento. Dos criaturas más derribaron a Gango al suelo impactando su cabeza contra una roca haciéndole perder la conciencia. Zayn sabía lo que eran. Enanos. Pequeños y rechonchos, fuertes como un roble y demasiado robustos para su gusto. Dos de ellos tenían el pelo naranja y los otros dos negro como la ceniza. Laura se movía o intentaba quitarse de encima al enano pelirrojo que la había agarrado y Zayn observó porqué. Debajo de la cabeza de Gango vio como un líquido rojo, tirando a negro, espeso salía y brotaba por el camino oscureciendo las rocas.
-         Enanos – murmuró Zayn inquieto. No le gustaban los enanos, nunca le habían gustado y ahora menos.
-         ¿Decías algo? – contestó molesto el enano que lo empujaba contra las rocas y le azotó en la espalda con un pesado látigo.
-         No esperamos vuestra hospitalidad – empezó a decir Laura y Zayn se rindió. Esta chico no sabía cuando callarse – pero no podéis dejar que mi hermano se desangre así. – los enanos empezaron a reírse en su cara.  Los colores empezaron a subir por su cara y Zayn supo que estaba contando mentalmente hasta diez para no decir una barbaridad de la cual se arrepentiría toda su vida - ¡Por el nombre de Gornid! Ayudadlo … - su voz se fue apagando como el sol se apaga cada noche para dejar a la luna brillar.
-         ¿Gornid? – preguntó el mismo enano que sostenía a Zayn. Podían darse cuenta de que ese enano era el jefe, entre ellos siempre hablaba el jefe y los demás no habían abierto la boca solamente para reírse de las palabras de Laura. Pero al escuchar el nombre de Gornid se pusieron tensos y sus risas cesaron.

Ahí estaba Carlos cuidando de aquella chica, pero ¿qué era ella para él? No lo sabía. Su mente no le ayudaba. Por más que lo intentaba, su mente solamente le mandaba imágenes sueltas sin ningún sentido. Había perdido muchos años de su vida, muchos recuerdos y le parecía que vivía en una gran mentira.
-         ¿Por qué no logro recordarlo? – estaba sentado en una silla en frente de la cama en la que Rosmarie descansaba. En las últimas horas había intentado cogerle la mano, darle su apoyo o quizás que ella le diera algo a él, un recuerdo o ayuda, pero no podía tocarla. Era retenido por su cuerpo cada vez que intentaba acercar sus manos a las de ella.  Seguía con la misma ropa sucia que Gango le había prestado hace más de dos semanas y que debido a sus caídas, a su sangre brotando de su nariz y a la suciedad de aquella celda, se había manchado y descuartizado casi todas las prendas que tenía puestas. Se agachó hasta esconder su cara en sus manos y gritar de la desesperación.
-         ¿Puedo ayudarte en algo, hijo? – Gornid siempre lo había tratado de hijo, y aquello no le gustaba aunque estaba muy agradecido por todo lo que estaba haciendo por él.
-         ¿Puedes hacer que recupere la memoria? – preguntó Carlos irónicamente. Un destello pasó por los ojos de Gornid haciéndolo sonreír de manera extraña. Pocas veces desde que ha estado aquí había visto sonreír a Gornid.
-         Se puede intentar … - le contestó este. - ¿Hay algo que quieras recordar en especial?
-         Casi toda mi vida – dijo en un susurro casi ahogado – No recuerdo nada de lo que era antes. Solamente puedo recordar los últimos cinco años de mi vida y no son nada agradables. Tengo veinte años y no recuerdo nada de mi infancia y mi familia. Sé que tuve una familia, lo puedo sentir aquí dentro – se tocó el corazón – pero ahora solo puedo recordar a la cazadora y a su horrible hermano, no sé cuál de los dos es peor. 
-         Creo que hay algo – fue como si una bombilla se hubiera encendido encima de la cabeza de Gornid – Espera aquí – y salió, se fue dejándolo así por muchas horas. Carlos seguía hablando con Rosmarie y tenía la esperanza de que ella pudiera escucharle. Le contaba cuentos e historias, anécdotas que le habían pasado a él o cosas que simplemente quería que sucedieran.  – Lo he encontrado – Gornid apareció con cara de satisfecho sosteniendo un gran frasco verde en su mano derecha. Carlos se quedó fascinado ante aquel personaje. Era totalmente increíble lo que podía hacer con solamente una planta. – Tienes que tomártelo – se lo entregó pero después añadió – Te voy a explicar como funciona – cogió una silla y se acomodó al lado de Carlos – Yo te haré preguntas y tu cerebro analizará la información y me dará respuestas, con lo que tú podrás recordar aquello que te pregunté y todo lo que te rodeaba en ese momento. – suspiró y se dejó caer en el respaldo de la silla – Nos tomará un buen tiempo.



-         Le somos leales a Gornid por lo que les somos leales a ustedes – dijo el enano jefe que se había identificado como Aulë – Les acompañaremos hasta Oropo, les ayudaremos a conseguir la planta y los traeremos de vuelta sanos y salvos – ahora estaban descansando en la pequeña cueva escondida entre las altas montañas. Los mismos enanos ayudaron a Gango a ponerse en pie y a detener la hemorragia. Los enanos habían decidido ir con ellos y también Laura había discutido con Gango, otra vez, para que él se quedara en la cueva. No estaba en condiciones para andar y solamente los detendrán e irán más lentos, pero él no quería ni que se lo mencionaran. Iría con ellos y eso fue lo que hizo. Descansaron una o dos horas, no podían saber cuanto tiempo era exactamente pero al momento se pusieron en pie y encabezados por Zayn y Aulë se encaminaron hacia Oropo. No tuvieron muchas turbulencias por el camino ni se encontraron con ninguna criatura rara o difícil de derrotar. Al cabo de un día y medio llegaron a las puertas de la gran montaña de Oropo donde se encontraría la planta. Sabían cuanto tiempo había pasado por la inclinación del sol. – La planta está protegida por dos balrogs.  – concluyó Aulë. – Debemos plantear una estrategia. 


Enano: 

sábado, 5 de octubre de 2013

{Mirrors - Capítulo 10}




-         Gango me ha convencido – le dijo Zayn a Rosmarie mientras estrechaba su fina mano – para que dejemos a Carlos contigo – resopló poco convencido – No me parece una buena idea y nunca voy a estar de acuerdo con esto, pero por lo que he visto, él ha sido el único que te ha sacado sonrisas  los días anteriores a tu – se le formó un nudo en la garganta – desmayo. Llamémoslo desmayo.  
-         Deberías ver el mapa – Laura corrió lo más rápido que pudo para avisar a Zayn. Ese plan no tenía ni pies ni cabeza y aunque tenía fe, sabía lo difícil que era llegar a Oropo y volver en tan solo cuatro días. Pero no podía dejar a su hermano solo. Si moría, morirían los dos juntos. – Necesitamos otra estrategia – Zayn salió corriendo dejando a Laura mirando desde la puerta a Rosmarie – Tu carácter nos va a llevar a la destrucción – soltó un bufido y se alejó.

Todos estaban de pie alrededor de una gran mesa redonda. En medio de la mesa había un mapa que indicaba el camino más corto para llegar a Oropo. Gornid no sabía con qué criaturas podrían encontrarse los chicos durante su viaje pero sabía a ciencia cierta que ese camino era el más corto y el menos seguro que había, pero también sabía que si cogían otro camino jamás llegarían de vuelta para pillar el portal abierto.
-         ¿No podrías abrir otro portal si se nos cierra este? – le preguntó Gango. Quizás él era el único el que confiaba en este plan. No es que él fuera un suicida o un amante de la aventura y el riesgo, pero sería una aventura memorable donde poder descargar toda esa ira que contenía dentro y también podría salvarle la vida a Rosmarie.
-         Podría – afirmó Gornid – pero tardaría más de dos meses en conseguir de nuevo todos los materiales que necesito. O incluso más.
-         ¿Con qué criaturas podremos encontrarnos? – le preguntó Zayn aun sabiendo que ningún de los presentes sabía la respuesta a esa pregunta. Él iría a por esa planta aunque pudiera perder su vida en el intento. Su vida nunca le había importado, para sus ojos, él era un monstruo pero tampoco podría dejar a Rosmarie vivir indefensa en un mundo que desconoce. Él la iba a proteger.
-         Durante el camino no sabría deciros la clase de criaturas que podrías encontraros pero protegiendo la planta podríais encontraros con orcos, trolls o con balrogs – contestó firmemente el mago.
-         ¿Balrogs? – por primera vez en veinte minutos, Laura abrió la boca – Orcos y trolls creo que todos sabemos lo que son pero ¿balrogs? No los había oído nunca.
-          Los balrogs o también llamados valaraukar son demonios con poderes. Suelen utilizar cualquier tipo de armas pero principalmente utilizan el látigo de fuego. Los orcos y los trolls – añadió Gornid mientras les enseñaba una foto de un balrogs – eran los sirvientes de los balrogs y lo siguen siendo. – Gornid les enseñó otra foto – Este es Gothmog, es el señor de todos los balrogs, como su rey. Son unas criaturas magníficas. Nunca tuve la oportunidad de ver uno pero sería fantástico presenciar uno – Gornid se encontró con tres pares de ojos que no entendían su entusiasmo – Si podéis derrotar a este curioso ser, también podréis con los dragones, las glaistig, catoblepas o cualquier otro ser.
-         Aún no nos has dicho como derrotarlo – puntualizó Zayn.
-         Oh, cierto – Gornid hizo saltar el polvo que cubría el libro al cerrarlo. Llevaba tanto tiempo sin abrir ese libro que el polvo lo había consumido – Sólo podéis derrotarlo con su propio látigo.
-         ¿Cómo se supone que conseguiremos un látigo como el suyo? – preguntó Laura harta de esta discusión absurda. - ¿Cogemos un látigo y le prendemos fuego?
-         Querida mía, - Gornid juntó sus manos detrás de su espalda y empezó a andar de un lado a otro de la habitación – creo que me has entendido mal. – se paró y pasó sus ojos de uno en uno. Esos chicos, esos tres chicos que él mismo había entrenado, enseñado y protegido, iban a enfrentarse a un balrog – Tenéis que arrebatarle su látigo y matarlo con su poder.
-         ¡Creo que te estás burlando de nosotros! – Laura le dio un puñetazo a la mesa y salió de la habitación no sin antes añadir algo que sólo su genio permitiría decir - ¡Y todo esto por una chica que jamás se fijará en ninguno de vosotros dos! ¡INGENUOS! Volverá a los brazos de su novio en cuanto se recupere y los dos habréis arriesgado la vida o incluso habréis muerto por una tontería. Y no me digáis que puedo quedarme y que no estoy obligada a ir, porque os equivocáis. Nací para esto, para salvar vidas, y tampoco dejaré que mi hermano se mate por una niña consentida – dio un portazo que explotó el carácter de Zayn.
-         Zayn, - le avisó Gornid – ella no lo sabe pero Rosmarie es especial – los ojos de Gango y Zayn se posaron en él – Cuando le saqué sangre para analizar su estado y buscar una cura, había un campo de energía que la rodeaba y que no me dejaba ver más allá de su color. No sé si sus padres le hicieron análisis de pequeña, pero creo que no, porque nadie puede traspasar ese campo y no conseguí saber ni su grupo sanguíneo, hasta hace un par de días – tomó aire esperando que alguno de los dos lo interrumpiera pero ellos ni pestañeaban – Por lo visto, el suero de la cazadora bajó la guardia de su campo sanguíneo y pude averiguar algunas cosas.
-         ¿Qué cosas? – preguntó Gango inquieto. Zayn lo fulminó con la mirada por haber interrumpido a Gornid.
-         Ella no es humana del todo, eso es todo lo que os puedo decir de momento – hizo reaccionar a los dos chicos – Ahora, manos a la obra. En una hora os abriré el portal. Gango, ve a buscar a tu hermana y cálmala. Zayn, Max está a punto de llegar como me habías pedido y puedes darle las indicaciones que creas necesarias. Y yo iré a buscar vuestras armas y provisiones – desapareció en un pestañear de ojos.

Todos hicieron todo lo que Gornid les había mandado. Zayn le dio a Max todas las instrucciones que creía necesarias para que Carlos no se escapara o se llevara a Rosmarie. No se fiaba de él y tampoco era el único. Zayn se despidió de Rosmarie con un beso en la mejilla, le volvió a dar las explicaciones de por qué la llamaba Missy pensando que ella no lo había escuchado aquella noche en el lago pero ella era consciente de todo. Algo le oprimía el pecho, no sabía él. Dentro de ella, su pecho ardía. No por miedo de que le pase algo a Zayn. Era otro tipo de miedo. Había algo dentro de ella que nunca había sentido. No podía dejarlo ir. Se moría de ganas de hablar, llorar, hacer cualquier cosa para que él se diera cuenta de que ella lo escuchaba. Puso todas sus fuerzas en ello y después de agotarse completamente una lágrima salió por debajo de su párpado derecho.
-         Sabía que estabas ahí, pequeña – se acercó a sus labios mientras le acariciaba la mejilla con el dorso de la mano. Acercó sus labios a los de ella y los presionó hasta sentir la calidez que aún había en ellos. – Por si no vuelvo.


Serás idiota. Volverás. Habló Rosmarie dentro de su cabeza. Ojala pudiera gritar estas palabras. No me dejarás sola. Te necesito. Se fue. Zayn desapareció. No podía creerlo. En cuatro días lo vería de nuevo, estaba segura de eso. Escuchó gritos fuera. Un ruido que la hizo estremecerse. Seguramente Gornid estaba abriendo el portal y ellos desaparecerían. 
Balrog: 

Gothmog: 

lunes, 23 de septiembre de 2013

{Mirrors - Capítulo 9}


Zayn llevaba varios días sin probar comida y agua bebía sólo por necesidad. Hace más de una semana que Rosmarie se había desplomado entre sus brazos después de una fuerte discusión. Ni le había dado tiempo a disculparse o a darle una explicación del porqué de su enfado. Rosmarie estaba en una habitación en casa de Gornid tumbada en una cama casi sin vida. El único signo de que seguía con vida era el movimiento regular de su pecho en estímulo de la respiración. Josh había desaparecido en el momento en el que ella se había desplomado. No había vuelto a dar señales de vida en ocho días y no le importaba saber de él, era mejor así. Zayn sólo se había movido de su lado diez minutos en los cuales estuvo con Henar y Harry contándoles casi toda la historia. Sabía que era malo involucrar a más gente pero necesitaba que alguien los cubriera. Los primeros días los profesores se tragaron las palabras de Henar y creyeron de verdad que Rosmarie estaba en su habitación enferma, pero varios días después sospecharon y llamaron a sus padres. Gornid fue inteligente e interceptó la llamada y haciéndose pasar por su abuelo les avisó de que ella estaría fuera un par de semanas, como mucho un mes. Lo mismo hicieron con Zayn pero esta vez de verdad llamaron a sus padres, ellos se preocuparon pero el mismo Gornid habló con ellos y dejaron de preocuparse. La vida de su hijo muy pocas veces les había importado.
Ahí estaba él, sentado en la misma silla en frente de Rosmarie, cruzado de brazos con la mirada perdida pero perdida en ella y también perdida en miles y millones de pensamientos. No había dormido ni siquiera había cerrado los ojos un segundo en todo este tiempo. No sabía cómo Gango podía dormir tan tranquilo sin ningún problema. Con Laura había tenido algunos roces pero desde hace más de cinco días ella tampoco le había dirigido la palabra. Su última conversación o mejor dicho discusión fue:
-         Pero si nos besamos – volvió a decir ella mientras miraba como Zayn buscaba ropa para cambiar a Rosmarie y la cuidaba como una muñeca de porcelana merecía ser cuidada.
-         Fue solamente un beso – contestó este mirándola fijamente a los ojos – Nada más.
-         Pero …
-         No tengo tiempo para tonterías – dijo bruscamente haciendo que los ojos de ella se inundaran de lágrimas pero ella era fuerte y reaccionó rápido.
-         Es verdad, un gran error que no volverá a ocurrir – y con una gran sonrisa en su cara salió de la habitación.

Solamente una cosa durante este tiempo le hizo sonreír y fue la reacción de Henar y Harry al enterarse de que Zayn era un vampiro.
-         Pero, ¿puedes volar? – preguntó ella en el momento en el que se enteró.
-         Es un vampiro, no un murciélago – le contestó Harry  - ¿No te pinchas con los colmillos al hablar?
-         ¿Cómo se va a pinchar, idiota? – le contestó Henar con otra pregunta – Los tiene escondidos. – Harry abrazó a Henar por detrás pasando un brazo por encima de su hombro derecho y otro brazo por debajo de su brazo izquierdo y se cogió las manos. Le dio un beso en la nuca y se rió.
-         Vale ya, chicos – intervino Zayn – Mis colmillos están bien guardados, y no tengo superpoderes – se rió por primera vez en mucho tiempo.

Todos pensaban que Gango podía vivir con todo ese peso sobre sus hombros pero no era así. Todas las noches la misma rutina pero aquella noche fue un poco diferente. Suspiró fuertemente al echarse en la cama y cerró los ojos como hacía frecuentemente. No quería dormir. No quería volver a ver aquello. Pero necesitaba fuerzas para cuando Gornid les mande en una misión en busca de alguna planta curativa y sabía que eso ocurriría pronto. Y si Zayn no cogía fuerzas, él tenía que cogerlas por los dos.
Estaba en una habitación oscura iluminada por un foco que le dañaba la vista. Finalmente sus ojos se acomodaron a aquella luz y vio que otro foco iluminaba un cuerpo minúsculo en el centro de la habitación. Sus extremidades estaban atadas con cadenas a las cuatro esquinas de la habitación. No se dio cuenta de que era Rosmarie hasta que dio con su pelo naranja sin brillo y sin vida, y con sus ojos verdes perdidos en la nada. Un ruido estruendo de tacones lo hizo volver a la realidad de aquella habitación, una risa resonó en sus oídos acompañada de un látigo arrastrado por el húmedo y frío suelo. La cazadora pasó por su lado, le tocó el hombro y cuando él iba a reaccionar se dio cuenta de que estaba sentado sobre una silla atado de pies y manos. Ella tenía unos tacones rojos, medias negras, un vestido rojo e iba encapuchada como siempre con una capucha negra que le llegaba hasta la suela de los tacones. Bajo la capucha visualizó un pelo rubio encima de una sonrisa a la que temer. Se situó detrás de Rosmarie y descargó toda su ira con el látigo sobre su desnuda piel. Ella gritaba, se mordía el labio pero no podía aguantarse los gritos. Chorros de sangre chipoteaba de su espalda y de su labio mordido.
-         Reconócelo – dijo la cazadora mirando a Álvaro. El intentaba ver su rostro pero no conseguía visualizar más allá de su boca dirigida hacia él - ¡Dilo! – elevó un poco el tono de voz mientras volvía a descargar el látigo sobre la espalda de Rosmarie - ¡DILO! – gritó con fuerza ahogando el grito de Rosmarie. Rosmarie levantó la vista y le suplicó con la mirada que lo dijera.
-         - La quiero, la quiero ¡LA QUIERO! – gritó él a todo pulmón. La cazadora rió estruendamente y desapareció junto con el látigo y con Rosmarie.
Abrió los ojos empapado en sudor agarrándose con fuerza a las sábanas. Cada una de las partes de su cuerpo estaban sudorosas y pegajosas. Se levantó de la cama, se tomó un vaso de agua y reflexionó sobre su sueño. Había progresado. En sus anteriores sueños no llegaba a la parte en la que lo reconocía. Abrió la puerta de la habitación de Rosmarie para encontrarse con Zayn hablando con Gornid, o mejor dicho con Gornid explicándole a Zayn cómo encontrar la planta de curación.
-         La planta, llamada Panacea, como la diosa griega de la salud, se encuentra en el templo de Oropo. Mandaré a gente especializada para que la busquen – añadió Gornid.
-         Iré yo – afirmó Zayn – Sólo necesito indicaciones – Gornid lo miró poco confiado – Tengo preparación, sabré enfrentarme a todo.
-         El templo está en la cuarta dimensión y solamente puedes llegar a esa dimensión a través de un portal. Podré crear ese portal. Pero el portal te deja en Tebas que está a unas millas de Oropo – tragó saliva y siguió explicándole – Te puedo crear un mapa para que sepas como llegar de Tebas a Oropo pero … - y ahí se paró.
-         ¿Pero qué? – insistió Zayn.
-         En esa dimensión te podrás encontrar con cualquier criatura mitológica o fantástica que te puedes imaginar y algunas incluso que nunca has oído hablar de ellas. Es muy peligroso.
-         Iré contigo – Gango salió de las sombras y se incorporó a la conversación.
-         Debo contar con que Laura también irá – dijo Gornid – No os dejará solos.
-         Ella no tiene que venir – protestó Zayn rápidamente – Puede hacerse daño.
-         No es bueno que habléis de mi a mis espaldas – apareció ella seguidamente vestida con su traje de guerrera – Y puedo afirmar con la mano en el fuego de que soy más fuerte que tú y que tú – dijo señalando a Zayn y después a su hermano.
-         Reservad las fuerzas para el viaje – dijo Gornid recogiendo parte de sus cosas – Mañana tendréis el mapa en vuestras manos y os abriré el portal. – se dio media vuelta para salir de la habitación pero se incorporó para añadir una última cosa – Debéis organizaros bien ya que el portal sólo puede permanecer abierto cuatro días.


Rosmarie estaba inconsciente en cuerpo, pero en mente estaba totalmente consciente de todo lo que pasaba a su alrededor. Había escuchado todas las conversaciones, había sentido todas las cosas que Zayn le confesaba y también se sentía aterrorizaba del plan que Gornid les había mostrado. Quería gritarles. Quería saltar de aquella cama e impedir que fueran a esa dimensión. Quería darle una gran bofetada a Zayn por haberse ofrecido voluntario a ir y otra por no haber dormido, ni comido en ocho días. También quería saltar y darle una buena paliza a Álvaro por estar tan distante y sentirse culpable de todo. Aunque se sentía aliviada al escuchar que acompañaría a Zayn. Quería llorar pero ni siquiera eso podía.