sábado, 12 de enero de 2013

A new life Cap.32


Narras tú.
     Ya pasaron dos años desde que Zayn y yo nos mudamos en Manchester. Casi nunca coincidíamos, había días que yo tenía que viajar. Por fin me habían concedido el puesto de entrevistador. Y él tenía sus giras con los chicos. Hablando de los chicos, Harry sigue con Henar después de dos años, por lo visto sí que puede quererla. Liam volvió con Danielle y hacen la pareja más cariñosa y bonita que conozco. Niall por fin se ha animado a pedirle a Paula que sea su novia y llevan un año juntos. Y bueno, Louis y Eleanor siguen igual de locos pero se quieren un huevo. 
     - Cariño, ¿has visto mis zapatillas nuevas? - Zayn era un desastre para el orden. 
     - Deberías escribir en un papel donde dejas cada cosa - lo miré y tenía las zapatillas delante de sus narices pero no las veía - O quizás necesites volver a graduarte la vista - iba a agacharme para darle las zapatillas pero en ese mismo instante me dieron nauseas y salí corriendo al aseo. 
      - ¿Estás bien? - Zayn salió corriendo detrás mía pero cerré la puerta sin que pueda entrar. - ¡Ábreme! -empezó a dar golpes a la puerta y yo empecé a vomitar. Abrí la puerta y me senté encima del váter después de bajarle la tapa. Me tapé la cara con las manos y Zayn me abrazó - ¿Es lo que yo pienso? - lo miré y sus ojos brillaban.
     - No lo sé - lo cogí por detrás del cuello y lo abracé. Teníamos 25 años, ¿podría pasar una cosa así?
     - ¿Quieres que vayamos a un médico? - asentí, me dio un beso en la frente y nos fuimos a un médico que según Zayn era el mejor de todos.
     Me hizo unos análisis. La espera se hizo muy larga. Zayn no paraba de mover las piernas, era un tic nervioso que tenía.
     - Deja de mover la pierna, me pones nerviosa - antes de que él pudiera contestarme salió el médico con los resultados.
     - Enhorabuena - empezó a decir. Él movía los labios pero no podía oír lo que decía. ¿Cómo era posible? Si habíamos tomado precauciones. Zayn me sacudió la mano y después me besó.
     - ¿Has oído? Estamos embarazados - me hizo gracias su comentario.
     - ¿Los dos? - le pregunté risueña. 
     - Durante nueve meses pediré la baja por paternidad - empezó a reírse - ¿Existe algo así en el mundo de la música? - me encogí de hombros - No me lo puedo creer - íbamos camino del coche y él ponía la mano sobre mi barriga - Quien lo diría después de tantas cosas. Siempre pensé que acabaría siendo un macarra con piercing por todos lados y tirado en alguna calle de Bradford fumando porros con mis amigos. Pero poco a poco todos mis sueños se han ido cumpliendo. ¡No me lo puedo creer! - volvió a decir elevando el tono de voz más entusiasmado. - subí al coche para conducir pero me quitó las llaves - ¿A dónde crees que vas? Las princesas tienen chófer personal - me cogió la mano y me abrió la puerta del copiloto.
     -  Ya veremos lo entusiasmado que se pondrá mi padre. - recibí un mensaje de Niall dándome la enhorabuena - Zayn - carraspeé arqueando una ceja.
     - Lo siento, ellos son los primeros que tenían que saberlo - me cogió la mano cariñosamente. - Por fin haremos uso de las habitaciones. ¿Crees que estrenaremos la rosa o la azul?
     - ¿Qué me dices si estrenamos las dos? 
     - ¡Perfecto! 
     Los meses siguientes se me hicieron muy pesados. No podía soportar la idea de dejar mi trabajo aunque poco a poco pude compaginarlo todo. Zayn dejó la bando por unos meses y los chicos decidieron tomarse un descanso. No me gustaba verles separados pero Niall se pasaba la mayoría del tiempo conmigo.
     - Cada día tienes la barriga más grande. ¿Segura que sólo hay una personita ahí dentro? - puso una mano sobre mi barriga y una oreja para escuchar.
     - ¿Qué haces? No te va a hablar - dije riéndome - Y no es sólo una personita, son dos.
     - Me has tenido engañado todo este tiempo. Eres malvada - Niall volvía a dramatizar.
     - Venga, sal - lo saqué a empujones de la casa - Nunca acabaremos de hacer las compras.
     Zayn y yo fuimos a Londres pocos días después. Nos encontramos con Clara y Carlos, se habían ido a vivir juntos pero él casi siempre estaba de concierto con su grupo. Siempre estaban cachondeándose el uno del otro, parecían más mejores amigos que novios, eso era lo que más me gustaba de su relación. Cuando por fin tuve a mis gemelos, eran niño y niña, Zayn se emocionó tanto que se desmayó y tuvieron que sacarlo de la sala.
     - Tenías razón. Podemos estrenar las dos habitaciones - me dio un beso - Te amaré por siempre, mi princesa.
 


Fin.




Nota: Gracias a todos por hacer esto posible. Os quiero. Quizás haga una nueva novela, aquí os dejo el enlace por si os gustaría leerla.  { http://idontdependonyou.blogspot.com.es/2013/01/sinopsis.html }

sábado, 5 de enero de 2013

A new life cap.31


Narras tú.
     Ya en Barcelona me despedí de Clara que me acompañó al aeropuerto junto a Dani. Se me hacia duro no verles durante tanto tiempo. Pero el tiempo pasado en Praga fue raro, triste y lento. No quería contar lo sucedido en Praga, era un secreto que prefería que nadie supiera. Mi beca se alargó hasta final de curso pero los exámenes finales los hice en Barcelona. No recordaba lo difícil que era hacer un examen en castellano.
     - ¡Hemos aprobado! - Clara me abrazó más entusiasmada de lo normal. Las notas hace varios días que las sabíamos pero ella seguía igual de feliz como si fuera el primero.
     - Es difícil de creer - empecé a reírme - ¿Qué vas a hacer ahora?
     - ¿Te acuerdas de aquel trabajo de publicista que me dieron en Londres? - asentí - Acepté - ahora era yo la que gritaba y la abrazaba con entusiasmo. - ¿Y tú?
     - He hecho alguna que otra entrevista después de los exámenes y cuando supieron las notas me dieron un trabajo como redactora de entrevistas de Teen Vogue. Dicen que poco a poco me darán más libertad hasta dejarme hacer mis propias entrevistas. - estaba emocionada por ese trabajo. Era uno de mis grandes sueños - Con mis ahorros y con algún dinero que me prestará mi padre me podré comprar un apartamento en Manchester, cerca de la editorial - miré el reloj - Mierda, mi avión sale en unas horas.
     - ¿Me vas a abandonar ya? - me puso cara de cachorrito. 
     - Aún tienes que ayudarme a hacer las maletas. No te vas a librar tan fácilmente de mi - puse una mano alrededor de sus hombros abrazándola y empezamos a andar.
     Clara me ayudó a hacer mis maletas y a recoger casi todas mis cosas.
     - Las cosas que no puedas llevarte, las empaquetamos y te las envío yo después - suspiré aliviada.
     - Gracias - llegamos al aeropuerto, dejamos las maletas y tuvimos una despedida melancólica.  
     - Llámame cuando llegues. Mándame fotos del nuevo apartamento. ¡Todo! - gritaba mientras lloraba. 
     - Cuando estés en Londres me llamas - le di un último abrazo y desembargué en Mullingar. 
     Mi padre estaba esperándome junto a Niall y a Zayn. Me sorprendió que estos dos últimos hayan podido salir de su casa sin accidentes ni acosos. Faltaban tres días para que vaya a Manchester en busca de mi nuevo apartamento. Todos me dieron la bienvenida por turnos y Zayn me dio un beso. 
     - ¿Cuanto tiempo llevas aquí? - le pregunté a Zayn.
     - Unos días. - abrí la boca y los ojos como platos - Me pasaba por aquí algún que otro día. Visitaba a tu padre y a Niall.
     - ¿Desde cuando sois tan amigos? - empecé a reírme. Zayn arqueó una ceja e intenté parar de reírme. 
     - Desde que te fuiste - se cruzó de brazos y nos fuimos a mi casa. 
     Zayn decidió pasar estos días conmigo. Nos contamos la mayoría de cosas que nos habían pasado. Era verdad que en Praga vino a visitarme de vez en cuando pero no era lo mismo. Los tres días pasaron tan rápido como un pestañear de ojos.
     - ¡Yo quiero acompañaros! - gritó Niall eufórico y Zayn le dio un codazo - Es verdad, no puedo.
     - ¿Por qué no puedes? - pregunté yo.
     - Nada, cosas suyas - contestó Zayn poniéndose rojo.
     - No me gusta que me ocultéis cosas - me crucé de brazos y mi padre decidió intervenir.
     - ¡Vamos! - me empujó por detrás y le guiñó un ojo a Zayn y a Niall.
     - Estáis todos en contra mía - entré en el coche.
     Nos fuimos al aeropuerto y en menos de un cuarto de hora llegamos a Manchester. Nada más bajar del avión Zayn me cogió entusiasmado de la mano y me arrastró detrás suya. Le dio indicaciones al taxista y después me tapó los ojos con un pañuelo.
     - No me gusta esto - reproché y él me hizo un sonido para que me callara. 
     El taxi paró bruscamente, Zayn le dio las gracias y bajamos. Subimos dos escalones, nos paramos y sentí como él abría una puerta. Empezamos a andar y volvimos a subir unos escalones, esta vez perdí la cuenta de los escalones que subimos. Volvió a abrir una puerta y me llevó por un pasillo largo. Después subimos unas escaleras en forma de caracol. Se paró y me quito poco a poco el pañuelo de los ojos. La luz del sol me molestaba hasta que me acostumbre. Vi una pared de cristal azulado que daba a otro edificio grande con ventanas normales. Analicé cada objeto de la habitación. Había un escritorio negro enorme en el centro de la habitación, dos cuadros con flores en cada una de las paredes laterales y una lámpara con forma de rosas colgando del techo. Al lado de unos de los cuadros, en la pared derecha, había una biblioteca del mismo color que el escritorio. La habitación era de color pastel.
     - Está en un primer piso para que no tengas que utilizar el ascensor - la voz de Zayn me despertó de mi detallada imagen. 
     - ¿Qué significa todo esto? - lo miré sin entender nada.
     - Nuestro piso - abrí los ojos como platos - Vamos a ver las otras habitaciones - me cogió de la mano y me llevó a través de un largo pasillo - Desde el principio.
     Al lado de la puerta de la entrada había una cocina enorme, con muebles blancos decorados con varias pinturas de un blanco más intenso, todos los electrodomésticos estaban dispuestos a lo largo de los muebles, en el centro había una mesa marrón oscuro con seis sillas de cuero nrgro. En una de las paredes tenía como una ventana abierta que daba a un salón color blanco. Una pared era negra echa con azulejos decorativos. Había un sofá marrón oscuro de cuero con dos sillones del mismo material, en frente había un armario marrón claro y una televisión en el centro. Al fondo del salón habían unas puertas correderas que daban a una terraza con sillones y una mesa grande en el centro. Seguimos por el pasillo hasta encontrarnos con una puerta de madera que se corría.
     - Para proteger a los niños del ruido - me contestó Zayn sin que yo pregunte nada.
     - ¿ Cómo que niños? ¿Qué niños? - pregunté histérica. - No puedes hablar en serio.
     - Aún no - me contestó divertido.
     Seguí andando sin hacer caso a su último comentario. A la derecha había una habitación rosa. En la pared de enfrente había una pequeña ventana, debajo de la ventana había una pequeña cama vestida por una  colcha rosa y unos cojines rosa pastel. En una estantería habían peluches y varias películas de Disney. En frente de la habitación había un pequeño baño con ducha y todo lo necesario. Zayn me miraba divertido ante mis expresiones faciales. En la parte izquierda había una habitación parecida a la anterior sólo cambiando los colores rosa por azul y los peluches por coches. Poco a poco iba entendiendo sus intenciones. Me empujó por detrás para que siguiera andando. Más abajo había un baño igual al anterior y después la escalera en forma de caracol que antes había sentido subir y después bajar. Había otro pasillo, no tan grande como el anterior, que iba en dirección contraria. A la derecha había una sala con corcho insonorizado y en el centro había una batería, una guitarra y varios instrumentos más. 

     - Para proteger a los niños del ruido - ironicé tocando el corcho de la pared.
     - ¿Seguimos? - asentí y él seguía sonriendo divertido.
     - ¿Qué es tan gracioso? Dímelo para que me ría yo también - dije algo molesta por sus múltiples risas.
     - Tus caras. ¿Te traigo un espejo? - le di un codazo en el pecho y él me dio un beso. - Eres peor que una niña - empezó otra vez a reírse y yo seguí andando.
     En frente de la habitación de los instrumentos estaba la habitación que anteriormente había visto. Seguí y me encontré con una puerta parecida a la de abajo que se corría. La abrí y  me encontré con una cama de matrimonio enorme cubierta por una colcha marrón con lunares blancos y cojines dispuestos de dos en dos haciéndose cada vez más pequeños. Había dos pequeñas mesitas de noche con una lámpara en cada una a los dos lados de la cama. Me acerqué a la ventana blanca con cortinas beig que daba a un parque.
     - ¿Y el armario? - le pregunté. Zayn señaló a una de las paredes de la habitación que tenía dos grandes puertas.
     Abrí la primera puerta y había un baño enorme con una bañera con burbujas y varios botones que no podía identificar. Me fijé en cada detalle de ese precioso baño. Después abrí la otra puerta. Lo que vieron mis ojos me dejaron la boca abierta. Era un armario gigante. Corrección, eran varios armarios de todo tipo y formas. 
     - ¿Por qué me haces una cosa así? 
     - ¿No te gusta? Yo mismo me encargué de decorarla acorde con tus gustos. Podemos venderla y comprar otra - a Zayn se le abalanzaban las ideas una detrás de otra.
     - Me encanta. Es mejor de lo que había soñado. Has dicho nuestra casa pero la has pagado toda tu entonces no es nuestra, es tuya - puse los ojos en blanco y me dejé caer sobre un sillón que había en la habitación.
     - Tu padre me dio acceso a tus ahorros y me dio su parte del dinero. Yo puse la otra mitad. Sí que es nuestra. - sus ojos brillaban y poco a poco me sentí ilusionada y emocionada - El estudio de Teen Vogue está a sólo dos manzanas y nuestro estudio de grabaciones está a pocos kilómetros.
     Me levanté y lo abracé profundamente. Rodeé su cuello con mis manos y él puso sus brazos alrededor de mi cintura. Nos quedamos un rato mirándonos.
     - Tu padre se encargó de traer tu coche y yo tengo el mío abajo. - me sorprendió su respuesta y el que mi padre lo haya ayudado - No sabía que clase de decoraciones te gustan y ....
     - Podemos ir a comprarlas ya que tenemos los coches aquí - le dí un beso, cogí mi bolso y fuimos a comprar cosas de decoraciones. - ¿Qué era eso de los niños? - me acordé de varios de nuestros roces hoy.
     - Es un plan de futuro.
     - Queda mucho para ese futuro, ¿verdad? - el afirmó riéndose. Paramos en un semáforo y volvimos a establecer la conversación - Hay cosas que tenemos que hacer antes.
     - No te preocupes - arrancó el coche y después cogió mi mano y la besó - Primero tenemos que casarnos.



jueves, 3 de enero de 2013

A new life Cap.30


Narras tú.
     - ¿No te enfadas? - me preguntó Henar.
     - Que no, iros tranquilos - le sonreí y la ayudé a bajar las maletas.
     Ella y Harry se iban a algún lugar, no recordaba cual, para pasar algunos días juntos a ver como se llevaban. Empezaba a creer que de verdad él estaba dispuesto a enamorarse. Nada más irse, mi padre y yo nos sentamos alrededor de la mesa y empezó a contarme sus razones.
     - No tengo excusa para lo que pasó hace un par de años pero para esta sí. No sé si es una razón pero a mi me hizo dudar - resopló y prosiguió - Cuando pasó lo que pasó - tragó saliva - tuve miedo de perderos a vosotros y me alejé con la idea de que si estuviera lejos no podía haceros daño y no me afectaría tanto. Hice mal, lo sé y cuando James me llamó para reprocharme me dí cuenta de mi gran error. Ella fue, es y seguirá siendo el gran amor de mi vida y tuve miedo de vivir aquí sin ella - miró alrededor - La verdad es que se ha conservado todo muy bien.
     - Con cariño, dedicación y un poco de ayuda pude sacarla adelante.
     - Has crecido mucho - me cogió la mano y la besó - Me perdí muchas cosas por mi gran error. ¿Podrás perdonarme?
     - Nunca es tarde - tenía sus razones y aunque no me convencían del todo no podía perder a mi padre también. - La ropa que tengo me la dejo aquí - subí arriba y él me acompañó - Toda mi ropa está en Barcelona - resoplé al recordar que no me había traído nada de ropa.
     - ¿Te vas ya?
     - En una semana me iré. Aún tengo que preparar mis cosas para Praga y ahí empiezan antes - me crucé de  brazos y mi padre me miraba divertido - También iré a ver a Zayn o a lo mejor viene él, ¿no te importa?
     - Me cae bien. Es un buen chaval - me dejó a solas para que pueda llamarlo y eso fue lo que hice.
     - ¿Podríamos vernos mañana o pasado? - le pregunté - En una semana me iré.
     - No puedo - me contestó Zayn y se me borró la sonrisa de la cara.
     - ¿Por qué? - no quería preguntar - Bueno, si no puedes, no pasa nada - intenté no parecer enfadada.
     - No te enfades - pude sentir como sonreía al otro lado del teléfono - Te quiero.
     Tiré el móvil encima de la cama. Seguía sin creerme que no quisiera o pudiera verme. Caí encima de la cama. Oía pasos en el piso de abajo y me complacía el no sentirme sola. Era mediodía y el sol estaba en lo alto del cielo resplandeciendo como nunca. Hoy hacía un día perfecto para entrar en la piscina. Me puse un bikini azul marino con lunares blancos. La parte de arriba se ataba detrás del cuello con una tira elástica rosa y la parte de abajo tenía un cinturón de decoración rosa. Bajé a la piscina y me tumbé en una tumbona. Cerré los ojos y dejé que mi piel absorbiera los rayos de sol. Por lo visto me quedé dormida hasta oír el ruido de la puerta corredera cerrándose.
      - Papá, ¿te puedes creer que Zayn no podía venir a verme? Tendrá cosas mejores que hacer pero no intentó darme ninguna explicación - hablaba sin abrir los ojos.
     - No seas malpensada - la voz de Zayn me sobresaltó. Abrí los ojos y lo vi plantado delante mía.
     - No puedes hacerme una cosa así - me llevé la mano al pecho y suspiré - Casi me da un infarto.
     - ¿De verdad te pensabas que tenía cosas mejores que hacer que estar contigo? - le dejé hueco para que se sentara a mi lado.
     - Uf, ya no sé a que esperarme - me hice la ofendida y poco después empecé a reírme - Me cabreé un poco. Hay que ser sincera.
     - Lo sabía - me señaló con el dedo - ¡El dedo te señala! - gritó mientras se levantaba.
     La piscina estaba justo detrás suya. Aún tumbada levanté la pierna derecha, la puse sobre su abdomen y lo empujé a la piscina. Sabía que no le gustaba mucho el agua.
     - ¡Ah! ¡Me ahogo! - se hacía la victima mientras fingía que se ahogaba - ¡Un salvavidas, por favor! - me tiré a la piscina y lo abracé debajo del agua - ¿Tu eres un salvavidas? ¡SOCORRO! ¡Estoy en peligro! - esta vez me vacilaba haciéndose el gracioso.
     - Idiota - le salpiqué con agua y él me cogió por la cintura. Rodeé mis piernas alrededor de su cuerpo y después me besó. - Tenías que haber empezado por aquí - le dije soltando una risa.
     - No me dejabas otra alternativa. Además, fuiste tú la que me empujó a la piscina. - salimos de la piscina y le presté una toalla para que se secara.
     - ¿No tienes otra ropa? - le pregunté y negó con la cabeza. Me reí hasta que me fulminó con la mirada - Creo que hay algo de ropa de James por aquí - entramos en la casa.
     - Veo que ya la has encontrado - dijo mi padre riéndose al ver las pintas de Zayn.
     - Fue difícil - Zayn hizo un gesto como si se secara el sudor y yo le dí un cozado en el pecho para que subiera las escaleras.
     - ¿Te vas a quedar a dormir? - asintió - Espero que no sea un problema - señalé al piso de abajo.
     - Ya hablé con él mientras dormías. Lo del golpe de la puerta fue para despertarte.
     - ¿Hacía falta? - subrayé las palabras.
     - Sí. Roncabas de una manera - empezó a reírse y le tiré con fuerza un pantalón de James.
     - Yo no ronco - bufé. Dejó de hablar durante un rato que los dos nos vestíamos.
     - No, que va - ironizó Zayn. Vio mi cara de enfado y me abrazó por la cintura atrayéndome hacia él - ¿Y esos morros? No te piques, tonta - me dio un beso en la mejilla.
     - Creo que necesitas más que eso para que te perdone - se separó de mi y echó el pestillo a la puerta justo en el momento que mi padre salió a hacer la compra.
     Zayn volvió a abrazarme mientras me besaba. Los dos nos dejamos caer sobre la cama abrazados. Yo apoyé mis codos sobre su pecho y lo miré. 
     - ¿Quién era esa chica? - pregunté volviendo atrás hace unos días.
     - Una amiga - jugueteaba risueño con mi pelo - ¿Estás celosa?
     - No - me sobresalté poniéndome roja - ¿por qué le has hablado de mi?
     - Los chicos hablan con sus amigas sobre las personas que quieren, no todos, y yo hablé de ti. - me dio un beso sobre la frente - ¿Y tú con Harry?
     - Él no tiene la culpa, no te enfades con él - no quería que ellos dos acabaran mal. Eran amigos y compartían trabajo - Él se pensaba que estaba enamorado de mi pero era un capricho suyo.
     - Recuerdo el día que Niall nos presentó. Él te miraba como algo comestible - se rió y le dí un golpecito cariñoso en la costilla.
     - ¿Quieres decir que no soy más que un plato comestible?
     - Pero eres el plato único y principal - se hacía el sarcástico conmigo - Venga, cariño, sabes que es broma.
     Empezamos a hacer bromas y a reírnos hasta que llegó mi padre y bajamos a ayudarle a preparar la cena. Por primera vez en mucho tiempo me sentía completamente feliz.
   

martes, 1 de enero de 2013

A new life cap.29


Narras tú. 
     Me encontraba en la mesa de la cocina con la vista perdida hasta que de reojo vi a Henar bajando las escaleras.
     - ¿A dónde vas? - le pregunté mientras le daba un sorbo a mi café.
     - Voy a dar una vuelta - me dio un beso en la frente y se fue. 
     Por la ventana la vi encontrándose con Harry, dándose dos besos y desapareciendo calle abajo. Eran las 18:50 cuando tocaron a mi timbre. Fuera ya estaba oscureciendo. Fui a abrir con mi sonrisa hasta que lo vi y se me cayó el alma al suelo. Todo rastro de sonrisa en mi cara desapareció.
     - ¿Qué haces aquí? - le pregunté fría a mi padre. Padre. No creo que se le pueda llamar padre.
     - Vengo a hacerte compañía - intentó abrazarme pero no me dejé - James me dijo que ...
     - Espera, ¿has dicho James? - no me podía creer que mi hermano llamara a ...a esta persona sabiendo el daño que nos había hecho.
     - Lo ha hecho por tu propio bien - puso una mano en mi hombro pero la quité enseguida. 
     - Sabes perfectamente que los dos aquí no podemos estar - cogí las llaves de la casa y salí. 
     Llamé disgustada a mi hermano. Discutimos acaloradamente hasta quedarme sin voz. No sabía como contener la rabia. ¿Qué hacía aquí? ¿Por qué James lo había llamado? Al poco rato me encontré en el parque a Henar y a Harry. Los vi besándose y otra oleada de rabia me hundió por dentro. Me acerqué a él y le dí una bofetada.
     - No quiero que juegues con sus sentimientos. Nos conocemos de sobra y sé a lo que vas. - elevé el tono de voz - No quiero que le hagas daño.
     - No pienso hacerle daño. Me he dado cuenta de que .... - Harry intentaba darme una explicación pero no estaba dispuesta a oír ninguna explicación más por hoy. 
     Me fui dejándoles solos. Eran las 21 cuando vi a Niall salí de casa de Sean. Me acordé cuando hace unos pocos años eramos como los tres mosqueteros. Inseparables. 
     - ¿Qué haces aquí sola? - me preguntó. - No deberías ir sola por estas calles y menos a estas horas - volvió a sermonearme. El barrio de Sean no era de los más bonitos del pueblo pero tenía su encanto.
     - Por favor, cállate. No me digas lo que debo hacer - desahogué todo mi enfado con él - ¡Soy mayor! Sé lo que hago - empecé a gritarle - Estos meses lo único que has hecho es preocuparte por mi como si yo tuviera cinco años. No me hace falta protección - sabía que él quería darme una explicación y otro sermón más pero me fui sin dejar que hablara.
     No sabía hacia donde iba. Fuera ya había oscurecido y yo andaba sola sin rumbo alguno. Oí pasos detrás mía hasta que de repente un tío con una navaja apareció delante mía. Noté como me ponía roja de la rabia. Le dí una bofetada y con la navaja me dio en el brazo haciendo que sangrara.
     - ¡Desaparece de mi vista! - le grité - Me peleé con mi padre por culpa de mi hermano. La relación con mi hermano cada día va a peor. Le dí una bofetada a mi amigo porque hace feliz a mi amiga. Hice que mi mejor amigo se sintiera mal sin que él tuviera la culpa de nada. - cada vez gritaba con más fuerza - ¡Tú eras lo que me faltaba! ¿¡Qué quieres !? ¿No te he dicho que desaparezcas? - el chico se quedó con la boca abierta, tiró la navaja al suelo y salió corriendo. En situaciones así daba realmente miedo.
     Me dí cuenta de los errores enormes y continuos que había hecho hoy. Sólo había una persona en todo este pueblo que pudiera comprenderme. Llegué a casa de Niall, toqué al timbre y por suerte me abrió su padre, la persona que buscaba.
     - ¿Qué te ha pasado, cielo? - me cogió del brazo que tenía bien y me ayudó a sentarme en su despacho.
     - Y eso es todo - mientras él me limpiaba, curraba y vendaba el brazo yo le conté todo lo que había pasado. Solté un largo suspiro. El señor Horan era como un padre para mi y siempre estaba para ayudarme. Se sentó enfrente mía y por encima de la mesa juntó mis dos manos cogiéndolas con cariño.
     - ¿No crees que si tu hermano llamó a tu padre es porque de verdad está preocupado por ti? Sé lo difícil que es para los dos hablarle a vuestro padre y creo que tu hermano hizo un sacrificio enorme llamándolo para que venga a hablar contigo. Si tu padre está aquí es porque de verdad se arrepiente de todo. Quizás tenga una explicación lógica para todo lo que ha pasado, sólo tienes que escucharle - la voz de mi segundo padre sonaba melodiosa dentro de mis oídos - Harry no le hará daño a Henar. Por lo que me habías contado de tu "historia" con él - formó las comillas con los dedos en la palabra historia y volvió a cogerme por las manos - puedo deducir que él ahora sólo quiere ser feliz. A lo mejor es un amor veraniego pero podría ser un amor a largo plazo y tú no puedes privarles de eso. Si se hacen daño son ellos los que sufrirán las consecuencias - suspiró - Y en cuanto a mi hijo sé que se le pasará, él se preocupa mucho por ti y te quiere proteger de todo. Últimamente ha exagerado mucho pero lo hace de todo corazón para que tú estés a gusto. Antes ha llegado y no ha querido comer.
     - Entonces es grave - puntualicé y empezó a reírse.
     - Sé una cosa que le encantará - me contó todo el plan y lo encontré todo perfecto.
     - Me parece perfecto - sonreí ante la satisfacción de hacer feliz a mi amigo - Tengo que irme a mi casa.
     - ¿Crees que es una buena idea? - señaló por la ventana y fuera ya habían apagado las luces. Le puse cara de cachorrito - Yo te llevo.
     - Gracias por todo - le dí un gran abrazo y monté en su coche. Mientras íbamos a mi casa llamé a mi hermano para pedirle disculpas. James era muy comprensivo y me entendió al momento. Dijo que no pasaba nada, esas cosas ocurrían y punto. - Gracias de nuevo.
     - Lleva cuidado con el brazo - solté el cinturón y salí - Hasta mañana - me guiñó un ojo y lo vi desaparecer con el coche. 
     Supuse que esta noche Henar se quedaría en casa de Harry y antes de hablar con mi padre preferí hacerlo con ellos dos. Estaba en lo cierto, los dos estaban en casa de Harry. Les conté todo con detalles sin dejar que ninguno de los dos abriera la boca. Me esperaba una reacción mala por parte de los dos pero fue todo lo contrario. Me fui a mi casa después de decirles que mañana les aclararía más cosas. Abrí la puerta de mi casa y mi padre estaba en la mesa de la cocina sentado. Cuando me vio entrar salió corriendo a abrazarme.
     - ¿Qué haces despierto a estas horas? - eran casi las 24. Le correspondí al abrazo.
     - Me tenías preocupado. ¿Qué te ha pasado en el brazo? - le conté lo que había pasado omitiendo algunos detalles. Él me dio la explicación lógica de la cual hablaba el señor Horan. Por lo visto ellos dos ya habían hablado antes y tenía toda la razón del mundo. Me había precipitado al pensar mal de mi padre. - Vete a dormir, mañana hablaremos mejor - me acompañó hasta meterme en la cama y arroparme como cuando era pequeña.

     A la mañana siguiente me desperté enérgica. Me duché y me puse un conjunto formal pero informal. Ni muy elegante ni muy de calle. Me dejé el pelo suelto ondulado. 
     Llegué a casa de Niall sobre las 13 pasadas. Su padre me dio las llaves de su coche y yo subí al cuarto de Niall.
     - No voy a perdonarte - se cruzó de brazos dándome la espalda. Cogí un pañuelo y le até los ojos. - ¿Qué es esto?
     - Confía en mi - lo cogí de la mano y lo llevé hasta el coche. Le ayudé para que se pusiera el cinturón y yo hice lo mismo. 
     - ¿A dónde vamos? - preguntó aún de morros.
     - ¿No confías en mi? - le cogí la mano con cariño y se dejó. 
     - Sí que confío - me devolvió el aprentón de mano y estuvimos en silencio hasta llegar. Salí del coche y dí la vuelta para ayudarle salir - ¿Puedo quitármelo?
     - Aún no - empezamos a andar - Cuidado, un escalón - no me hizo caso y se tropezó con el escalón.
     - ¡Auch! 
     - Por no hacerme caso - se dejó guiar por mi y lo senté en una silla. Un camarero se nos acercó y le hice señas para que no sacara ningún sonido. En la carta le enseñé el plato favorito de Niall y a los pocos minutos nos pusieron un plato a cada uno - Ya puedes quitarte el pañuelo.
     - ¡No puede ser! - se quedó incrédulo mirando el Nando's al que lo había traído. Después bajó la vista hasta ver su plato favorito - ¡Ah! - se llevó las manos a la cara. Era como un niño pequeño. Se emocionaba por cualquier cosa.
     - Una pequeña sorpresa.
     - ¿Pequeña? - preguntó - Entonces no me imagino como son las grandes sorpresas. - se agachó sobre la mesa para darme un beso en la mejilla - Eres genial. - antes de empezar a comer se fijó en mi brazo vendado. - ¿Y eso? - puso cara de horror.
     - Ya te lo contaré - empezamos a comer.