sábado, 5 de enero de 2013

A new life cap.31


Narras tú.
     Ya en Barcelona me despedí de Clara que me acompañó al aeropuerto junto a Dani. Se me hacia duro no verles durante tanto tiempo. Pero el tiempo pasado en Praga fue raro, triste y lento. No quería contar lo sucedido en Praga, era un secreto que prefería que nadie supiera. Mi beca se alargó hasta final de curso pero los exámenes finales los hice en Barcelona. No recordaba lo difícil que era hacer un examen en castellano.
     - ¡Hemos aprobado! - Clara me abrazó más entusiasmada de lo normal. Las notas hace varios días que las sabíamos pero ella seguía igual de feliz como si fuera el primero.
     - Es difícil de creer - empecé a reírme - ¿Qué vas a hacer ahora?
     - ¿Te acuerdas de aquel trabajo de publicista que me dieron en Londres? - asentí - Acepté - ahora era yo la que gritaba y la abrazaba con entusiasmo. - ¿Y tú?
     - He hecho alguna que otra entrevista después de los exámenes y cuando supieron las notas me dieron un trabajo como redactora de entrevistas de Teen Vogue. Dicen que poco a poco me darán más libertad hasta dejarme hacer mis propias entrevistas. - estaba emocionada por ese trabajo. Era uno de mis grandes sueños - Con mis ahorros y con algún dinero que me prestará mi padre me podré comprar un apartamento en Manchester, cerca de la editorial - miré el reloj - Mierda, mi avión sale en unas horas.
     - ¿Me vas a abandonar ya? - me puso cara de cachorrito. 
     - Aún tienes que ayudarme a hacer las maletas. No te vas a librar tan fácilmente de mi - puse una mano alrededor de sus hombros abrazándola y empezamos a andar.
     Clara me ayudó a hacer mis maletas y a recoger casi todas mis cosas.
     - Las cosas que no puedas llevarte, las empaquetamos y te las envío yo después - suspiré aliviada.
     - Gracias - llegamos al aeropuerto, dejamos las maletas y tuvimos una despedida melancólica.  
     - Llámame cuando llegues. Mándame fotos del nuevo apartamento. ¡Todo! - gritaba mientras lloraba. 
     - Cuando estés en Londres me llamas - le di un último abrazo y desembargué en Mullingar. 
     Mi padre estaba esperándome junto a Niall y a Zayn. Me sorprendió que estos dos últimos hayan podido salir de su casa sin accidentes ni acosos. Faltaban tres días para que vaya a Manchester en busca de mi nuevo apartamento. Todos me dieron la bienvenida por turnos y Zayn me dio un beso. 
     - ¿Cuanto tiempo llevas aquí? - le pregunté a Zayn.
     - Unos días. - abrí la boca y los ojos como platos - Me pasaba por aquí algún que otro día. Visitaba a tu padre y a Niall.
     - ¿Desde cuando sois tan amigos? - empecé a reírme. Zayn arqueó una ceja e intenté parar de reírme. 
     - Desde que te fuiste - se cruzó de brazos y nos fuimos a mi casa. 
     Zayn decidió pasar estos días conmigo. Nos contamos la mayoría de cosas que nos habían pasado. Era verdad que en Praga vino a visitarme de vez en cuando pero no era lo mismo. Los tres días pasaron tan rápido como un pestañear de ojos.
     - ¡Yo quiero acompañaros! - gritó Niall eufórico y Zayn le dio un codazo - Es verdad, no puedo.
     - ¿Por qué no puedes? - pregunté yo.
     - Nada, cosas suyas - contestó Zayn poniéndose rojo.
     - No me gusta que me ocultéis cosas - me crucé de brazos y mi padre decidió intervenir.
     - ¡Vamos! - me empujó por detrás y le guiñó un ojo a Zayn y a Niall.
     - Estáis todos en contra mía - entré en el coche.
     Nos fuimos al aeropuerto y en menos de un cuarto de hora llegamos a Manchester. Nada más bajar del avión Zayn me cogió entusiasmado de la mano y me arrastró detrás suya. Le dio indicaciones al taxista y después me tapó los ojos con un pañuelo.
     - No me gusta esto - reproché y él me hizo un sonido para que me callara. 
     El taxi paró bruscamente, Zayn le dio las gracias y bajamos. Subimos dos escalones, nos paramos y sentí como él abría una puerta. Empezamos a andar y volvimos a subir unos escalones, esta vez perdí la cuenta de los escalones que subimos. Volvió a abrir una puerta y me llevó por un pasillo largo. Después subimos unas escaleras en forma de caracol. Se paró y me quito poco a poco el pañuelo de los ojos. La luz del sol me molestaba hasta que me acostumbre. Vi una pared de cristal azulado que daba a otro edificio grande con ventanas normales. Analicé cada objeto de la habitación. Había un escritorio negro enorme en el centro de la habitación, dos cuadros con flores en cada una de las paredes laterales y una lámpara con forma de rosas colgando del techo. Al lado de unos de los cuadros, en la pared derecha, había una biblioteca del mismo color que el escritorio. La habitación era de color pastel.
     - Está en un primer piso para que no tengas que utilizar el ascensor - la voz de Zayn me despertó de mi detallada imagen. 
     - ¿Qué significa todo esto? - lo miré sin entender nada.
     - Nuestro piso - abrí los ojos como platos - Vamos a ver las otras habitaciones - me cogió de la mano y me llevó a través de un largo pasillo - Desde el principio.
     Al lado de la puerta de la entrada había una cocina enorme, con muebles blancos decorados con varias pinturas de un blanco más intenso, todos los electrodomésticos estaban dispuestos a lo largo de los muebles, en el centro había una mesa marrón oscuro con seis sillas de cuero nrgro. En una de las paredes tenía como una ventana abierta que daba a un salón color blanco. Una pared era negra echa con azulejos decorativos. Había un sofá marrón oscuro de cuero con dos sillones del mismo material, en frente había un armario marrón claro y una televisión en el centro. Al fondo del salón habían unas puertas correderas que daban a una terraza con sillones y una mesa grande en el centro. Seguimos por el pasillo hasta encontrarnos con una puerta de madera que se corría.
     - Para proteger a los niños del ruido - me contestó Zayn sin que yo pregunte nada.
     - ¿ Cómo que niños? ¿Qué niños? - pregunté histérica. - No puedes hablar en serio.
     - Aún no - me contestó divertido.
     Seguí andando sin hacer caso a su último comentario. A la derecha había una habitación rosa. En la pared de enfrente había una pequeña ventana, debajo de la ventana había una pequeña cama vestida por una  colcha rosa y unos cojines rosa pastel. En una estantería habían peluches y varias películas de Disney. En frente de la habitación había un pequeño baño con ducha y todo lo necesario. Zayn me miraba divertido ante mis expresiones faciales. En la parte izquierda había una habitación parecida a la anterior sólo cambiando los colores rosa por azul y los peluches por coches. Poco a poco iba entendiendo sus intenciones. Me empujó por detrás para que siguiera andando. Más abajo había un baño igual al anterior y después la escalera en forma de caracol que antes había sentido subir y después bajar. Había otro pasillo, no tan grande como el anterior, que iba en dirección contraria. A la derecha había una sala con corcho insonorizado y en el centro había una batería, una guitarra y varios instrumentos más. 

     - Para proteger a los niños del ruido - ironicé tocando el corcho de la pared.
     - ¿Seguimos? - asentí y él seguía sonriendo divertido.
     - ¿Qué es tan gracioso? Dímelo para que me ría yo también - dije algo molesta por sus múltiples risas.
     - Tus caras. ¿Te traigo un espejo? - le di un codazo en el pecho y él me dio un beso. - Eres peor que una niña - empezó otra vez a reírse y yo seguí andando.
     En frente de la habitación de los instrumentos estaba la habitación que anteriormente había visto. Seguí y me encontré con una puerta parecida a la de abajo que se corría. La abrí y  me encontré con una cama de matrimonio enorme cubierta por una colcha marrón con lunares blancos y cojines dispuestos de dos en dos haciéndose cada vez más pequeños. Había dos pequeñas mesitas de noche con una lámpara en cada una a los dos lados de la cama. Me acerqué a la ventana blanca con cortinas beig que daba a un parque.
     - ¿Y el armario? - le pregunté. Zayn señaló a una de las paredes de la habitación que tenía dos grandes puertas.
     Abrí la primera puerta y había un baño enorme con una bañera con burbujas y varios botones que no podía identificar. Me fijé en cada detalle de ese precioso baño. Después abrí la otra puerta. Lo que vieron mis ojos me dejaron la boca abierta. Era un armario gigante. Corrección, eran varios armarios de todo tipo y formas. 
     - ¿Por qué me haces una cosa así? 
     - ¿No te gusta? Yo mismo me encargué de decorarla acorde con tus gustos. Podemos venderla y comprar otra - a Zayn se le abalanzaban las ideas una detrás de otra.
     - Me encanta. Es mejor de lo que había soñado. Has dicho nuestra casa pero la has pagado toda tu entonces no es nuestra, es tuya - puse los ojos en blanco y me dejé caer sobre un sillón que había en la habitación.
     - Tu padre me dio acceso a tus ahorros y me dio su parte del dinero. Yo puse la otra mitad. Sí que es nuestra. - sus ojos brillaban y poco a poco me sentí ilusionada y emocionada - El estudio de Teen Vogue está a sólo dos manzanas y nuestro estudio de grabaciones está a pocos kilómetros.
     Me levanté y lo abracé profundamente. Rodeé su cuello con mis manos y él puso sus brazos alrededor de mi cintura. Nos quedamos un rato mirándonos.
     - Tu padre se encargó de traer tu coche y yo tengo el mío abajo. - me sorprendió su respuesta y el que mi padre lo haya ayudado - No sabía que clase de decoraciones te gustan y ....
     - Podemos ir a comprarlas ya que tenemos los coches aquí - le dí un beso, cogí mi bolso y fuimos a comprar cosas de decoraciones. - ¿Qué era eso de los niños? - me acordé de varios de nuestros roces hoy.
     - Es un plan de futuro.
     - Queda mucho para ese futuro, ¿verdad? - el afirmó riéndose. Paramos en un semáforo y volvimos a establecer la conversación - Hay cosas que tenemos que hacer antes.
     - No te preocupes - arrancó el coche y después cogió mi mano y la besó - Primero tenemos que casarnos.



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