sábado, 17 de noviembre de 2012

A new life Cap.20


Narras tú.
Hoy era mi último día, el padre de Niall me prometió que cuidaría del jardín de mi madre y procuraría tenerlo todo en orden. 
- Yo me quedaré unos días más por aquí - me afirmó Zayn mientras me ayudaba a limpiar y a recoger ciertas cosas. Las cosas de mi madre las dejé tal y como estaban, de momento no tenía fuerzas suficientes como para quitar todo aquello que le pertenecía. 
- Tengo tres copias de las llaves, mi padre se dejó las suyas, James me dijo que ya no las necesitaba y las mías. - miré las llaves de mi madre y Zayn sugirió una gran idea.
- Las llaves de tu madre podrías dejarlas aquí, en su cofre como un objeto sentimental para que ella siempre sepa que este es su lugar y siempre será bienvenida - no pude hacer otra cosa que sonreír. Zayn tenía pocas ideas pero las que tenía eran brillantes.
- ¡Eres genial! - el me dejó sola mientras guardaba esas llaves. Para unos eran unas simples llaves pero para mi eran un objeto que me llevaría a la tumba. 
Bajé junto a Zayn para guardar todas las maletas en el coche, él me llevaría al aeropuerto y se quedaría unos días más para arreglar todos los papeleos de mi madre. No se lo que haría sin él. Su ayuda era inmensa.
- No sé como agradecerte el apoyo que me estás dando - le dije mientras le pasaba una maleta.
- Ahora somos uno y estamos para ayudarnos mutuamente - dejó la maleta en el maletero, me cogió por la cintura y me dio un beso en la frente. Yo me acucurré en sus brazos.
- Vamos parejita - Niall se metió en metió separándonos - ¡Yo también quiero! - nos abrazó a los dos y nos reímos.
- ¿Cuándo volverás? - preguntó Zayn sin moverse del sitio mientras que Niall ya estaba en el asiento trasero sentando impaciente.
- ¿Por qué no me visitáis algún día? - le contesté con otra pregunta.
- No quiero que te vayas pero vayámonos ya - Niall se impacientaba.
Arrancamos y el trayecto hasta el aeropuerto lo pasamos hablando de tonterías, sinceramente el único que hablaba era Niall y nosotros solo nos reíamos. Mientras nos despedíamos en el aeropuerto muchas personas se quedaban plantadas, con la boca abierta mirando a los chicos, algunas suponían que eran ellos pero sólo se limitaban a mirar. Zayn me abrazó y me susurró al oído.
- Pronto nos veremos - me dio un beso suyo que siempre me llevaba al más allá. - Te quiero.
- Os quiero muchísimo - abracé a mi pequeño monstruo y le di un beso en la mejilla - Portaos bien. Por cierto, saludar a los demás. - me subí al avión, por segunda vez en mi vida sin miedo alguno.

Narra Clara.
Ya había pasado más de seis meses y quedaban unos días escasos para nuestras vacaciones. _____ volvería a Mullingar para arreglar todas las cosas de la casa y las pertenencias de su madre. Yo me iría con Carlos y sus amigos de crucero, pasaríamos otro viaje increíble. 
- ¿Preparada? - le grité a _____ que estaba inmutable delante del portátil sin ninguna maleta preparada - ¿Es qué no te vas a ir?
- ¡Chs! - ella seguía moviendo los ojos como símbolo de lectura. Cuando terminó empezó a hablarme - Sí, me voy pero no llevaré ropa ni cosas así. Si hace falta me compro ropa pero estoy harta de llevar maletas arriba y maletas abajo.
- ¿Qué leías? - pregunté curiosa.
- Es una beca que me han dado pero no se si aceptarla - era la primera beca que ella había pedido, según me había contado, aunque creo que eso de dejar Mullingar para terminar los estudios en Madrid fue otra beca.
- ¿De qué trata? - yo me podía considerar como la persona más cotilla que había en la vida de _____.
- Erasmus. 
- ¿Dónde? Mejor dame todos los detalles sino me podría pasar una vida entera preguntándote.
- Clara, siéntate - me senté a su lado en la cama y ella empezó a contármelo todo - Como el año que viene es nuestro último año decidí pedir una beca Erasmus para Praga y no sabía que me la aceptaría. Si la acepto me tendría que ir en septiembre hasta febrero. - quería preguntarle el porque de sus dudas pero ella ya se la veía venir - Sería una gran oportunidad para mi pero no me siento en condiciones para irme a otro país así de repente.
- Si te vas, podrás desconectar y tener otras preocupaciones. Podría ser bueno para ti en todos los sentidos.
La dejé sola con sus pensamientos, ella sabía que hacer y como reaccionar ante todo. Yo ahora no podía pensar en otra cosa que no fuera mi propia felicidad. No era egoísta pero mi padre había hecho hasta lo imposible para separarme de Carlos y yo no veía el día en el cual dejara todo eso atrás. 

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