A new life Cap.4

Narras tú.
Hablar con mi antiguo amigo Sean sobre todos mis problemas me ayudó a comprender bien lo que tendría que hacer, a él también le hizo falta desahogarse, veo que el tiempo nos ha dejado secuelas a todos, a unos más que a otros pero siguen siendo secuelas, algunas curables y otras incurables. Hoy hacía un día hermoso, los pájaros cantaban y volaban de árbol en árbol, los rayos de sol estaban más cálidos que nunca y la brisa que revoloteaba mi pelo hacía que los rayos de sol no quemen mi piel. Mi voz cantaba al son de la canción perfecta de Bruno Mars, Mirror. Ahora que lo pienso bien sería una buena canción para dedicársela a Zayn, creo que jamás dejará un espejo de lado, por nada del mundo. ¿Una obsesión? Jamás pensé que existiría la palabra obsesión en mi vida, por ejemplo, Niall tiene la obsesión de ser perfecto, no le gusta que nadie le saque ningún defecto, no quiere decepcionar a nadie y cree que teniendo los dientes, la nariz y la voz perfecta podrá no decepcionar a nadie,pero eso solo se consigue con el corazón. Yo no tengo ninguna obsesión, o no estoy consciente de ello. Nunca encontré y se que jamás encontraré una definición exacta de obsesión, no lo veo como algo material que se pueda tocar, pienso que tiene que ser algo que te toque el corazón, que sea más importante que el aire y el oxígeno que necesitas para vivir. Cuando alguien está enganchado a una persona, lo necesita para vivir, para poder respirar y para sentirse vivo lo llaman obsesión, pero yo solo lo llamo amor. La obsesión se terminará al fin y al cabo, pero el amor, esa vida que te da esa persona, no acabará. La vida en Mullingar era bonita y cómoda, sin complejos y sin estrés. Los campos verdes, jardines llenos de flores entre casa y casa, niños felices jugando en los parques, personas paseando a sus perros, otros cotilleando y otros como mis chicos jugando en el jardín de Niall.
-¿Qué hacéis? - yo estaba al otro lado de la valla gritándoles.
-¡Hola! - Liam levantó los dos brazos,empezó a saltar, a gritar, a chillar, a reírse en el momento que recibió un balonazo por parte de Louis - ¡Oye! Yo también tengo sentimientos - fingió que estaba llorando, en ese momento abrí la puerta para entrar al jardín, Liam se abalanzó sobre mi y los dos caímos sobre la hierba.
-Yo también te echaba de menos - le acaricié el pelo y empecé a reírme, Liam ya estaba como loco intentando levantarse pero hasta que no lo ayudó Zayn no pudo. - ¿Liam? ¿Has tomado oxígeno hoy?
-Déjalo, hoy está eufórico, ¿no se le nota? - dijo Niall desde el otro lado del jardín.
- Es un subidón de azúcar en sangre - comentó Zayn.
-No, es que ha visto una cuchara correr por el jardín - dijo Harry riéndose como nunca lo había hecho antes.
-Dejarlo tranquilo. Liam, cariño, que malos hermanos tienes - Liam se encogió de hombros y yo proseguí. -Se me ha ocurrido un plan para hacer hoy.
- ¡A mi también! - gritó Niall dándole una ultima patada al balón, nos miramos cómplices y gritamos a la vez.
-¡Picnic! - nos reímos al caer que teníamos la misma idea.
-¿Os habéis puesto de acuerdo? - se metió Louis por en medio, Niall y yo negamos con la cabeza y los demás nos miraron extrañados - ¡Telepatía! ¡Los extraterrestres existen! ¡Qué se salve quien pueda! - Louis empezó a hacer el tonto.
- Vamos a preparar las cosas - dijo Zayn sonriente, se me había olvidado lo bonita que era su mágica sonrisa, me tendió la mano y yo se la cogí cariñosamente.
- ¿Qué vamos a llevar? - Harry se metió en medio, nos cogió a los dos por los hombros lo que hizo que nos soltáramos las manos - ¿Pizza? ¿Pastel? ¿Pasta?
- Todo lo que sea comida - dijo Niall abalanzándose sobre el frigorífico.
- ¡Sobretodo frutas! - gritamos Zayn y yo a la vez.
Nos reímos por lo bajo y empezamos a preparar todas las cosas, comida, bebidas, pelotas, juegos de mesa, juegos normales y manteles. Sería un día genial. Como eramos seis y solo teníamos dos coches y dos conductores nos tuvimos que organizar. Tres tendrían que ir Harry en su coche y uno con Zayn, al final decidieron que yo fuera con Zayn y los demás con Harry, al principio a Harry le disgustó la idea pero se acostumbró. Intentaron meter a Liam con Zayn pero no le gustaba su manera de conducir, Niall dijo que era muy bruto y Louis dijo que a Zayn no le gustaban sus comentarios y que Zayn ni loco dejaría que Louis subiera al coche. No me disgustaba para nada la idea de ir con Zayn, es más, me hacía feliz.

Narra Harry. 
- ¿Pero que os pasa a todos con Zayn y su manera de conducir? - les pregunté con todo cabreado cuando ya estábamos los cuatro en el coche. 
- No nos pasa nada, solo que no queremos que tu vayas con ______ - me contestó Niall con mala cara desde el asiento trasero.
- No podemos dejarte que hagas otra tontería más, sabemos lo compulsivo que eres y acabarás estropeándolo todo. ¿Quieres acabar mal con Zayn? Yo creo que no. Ninguno de nosotros quiere que esto acabe mal. - comentó Liam que estaba sentando delante junto a mi.
- Harry, te queremos, a ti y a Zayn, sería una gran tontería que os pelearais, dejemos las cosas como están. Déjala tranquila, ¿no ves que está totalmente enamorada de Zayn? Todos sabemos que está con Daniel pero eso es pasajero, tu más que nadie sabes que el primer amor nunca se olvida - la respuesta de Louis me remató, unas pocas lágrimas empezaron a correr por mis mejillas, no podía dejarla. Era como una puta droga para mi, lo volvería a hacer en secreto, si ella aceptó ese beso fue porque también sentía algo por mi. Agarré el volante con tanta rabia que pensé que iba a romperse, no podía contenerla y salía en forma de lágrimas.
-¡Para! - gritó Niall de repente - No puedes conducir en estas condiciones.
- Si puedo, déjame, necesito desahogarme, ¿y si no lo hago con vosotros, con quién podría hacerlo?
- Tiene razón, Niall aquí somos todos para uno, y uno para todos. Somos los cinco mosqueteros, ¿vale? No podemos hacer todo este caos por una tontería así. Todos hacemos tonterías y tenemos nuestros impulsos - el comentario de Liam me llegó al corazón.
- Vale, lo siento Harry. Estás cosas me comen la cabeza, no saber de que lado ponerme si hay pelea, y no quiero, ¿vale? Pues vale, todo aclarado. - Niall puso una mano en mi hombro, lo apretó cariñosamente y seguí conduciendo como si nada. Bromeamos, se nos pasó la tontería y al final llegamos al campo.
-¿Dónde están estos dos? - preguntó Louis.
-Iban detrás nuestras - miré por la carretera pero no había ningún coche - Saquemos las cosas y ya aparecerán.

Narras tú.
Seguíamos detrás del otro coche que iba conduciendo Harry, todo el paisaje era precioso, pero Zayn se desvió, cogió otro camino que no era. 
-Zayn, por aquí no.... - me cortó a mitad de frase con un shhhhh. Seguí callada mirando el camino que hacíamos, yo estaba con los pies subidos en la silla abrazada a mis rodillas con la mirada puesta en Zayn. Él se dio cuenta de mis repentinas miradas, se limitaba a sonreír sin parar y no decía ninguna palabra. Al final paró al lado de un lago, con bancos, en el lago había unos barcos en forma de cisnes y el lago estaba rodeando por un jardín lleno de rosas rojas. Zayn bajó del coche, dio la vuelta y me abrió la puerta, me tendió la mano, en un principio dudé si cogérsela o no, pero su sonrisa mágica volvió a poseerme y al final se la cogí, salí del coche, seguía sin decir ninguna palabra, al final me lancé y hablé.
- Zayn, los demás ya nos estarán esperando. Se estarán preocupando.
- No te preocupes - hablaba tranquilo. Se metió delante mía, sin soltarme la mano, empezó a andar por un camino y al final me dejó pasar. Delante mía estaba el lago, de cerca era más precioso, era de un color azulado, el sol y las nubes se veían reflejadas en él, en el margen del río estábamos reflejados Zayn y yo cogidos de la mano, él estaba sonriente y yo dudosa, sin palabras y sin pensamiento alguno, en la otra punta del lago habían patos nadando, peleándose entre ellos, algunos que otros parecían una pareja feliz y otro era la madre con sus patitos. Al darme la vuelta para ver a Zayn tenía una rosa en la mano, me la entregó y me besó en la mejilla.
- Un laurel entre millones de rosa, así eres tú, destacando por encima de todas - no sabía como ordenar y recibir aquella información, la mitad se quedó en mi cerebro y la otra mitad llegó hasta mi corazón. La rosa que me entregó me la metió detrás de la oreja y me volvió a sonreír. 
- Lo siento, no puedo - solté mi mano, la rosa se cayó al suelo y entré corriendo al coche, unas lágrimas corrieron por mis mejillas. Entre la niebla de mis ojos pude ver a Zayn recogiendo la rosa que se había caído al suelo, después de sentarse a mi lado en el coche abrió mi mano y depositó en ella la rosa. Esperaba a que arrancara el coche  pero no se movía, seguía con la mirada posada en mi rosa, empecé a preocuparme. Fui borde con él, pero ¿qué podía hacer? La distancia era mi punto débil.
- ¿Por qué no puedes? - me miró buscando respuestas, no me esperaba esa pregunta pero era lógico que la hiciera.
- La distancia, Zayn, la distancia es mi punto débil, jamás podré perdonarme el haberte perdido pero esto es más fuerte que yo. Como ya te dije en su momento, siempre vas a ser tú, no habrá nadie igual a ti pero todo esto es superior a mis fuerzas.
- Podemos superarlo juntos, sé que por Dani no sientes nada, nunca me lo has mencionada estos días ni tampoco me lo has mencionado en tu justificación del porque no, la distancia es superable, ya nos dimos todo el tiempo del mundo y viste que después de casi un año lo nuestro sigue siendo fuerte. - cogió la rosa y volvió a ponérmela en el pelo con delicadeza.
- Tengo que pensármelo, dame tiempo - siempre hay una esperanza, y al salir esas palabras de mi boca sus ojos se iluminaron  y sus sonrisa se volvió más grande de lo normal.
- No sabes cuanto tiempo llevo esperando esto - me abrazó fuertemente, sentía el calor y el perfume que desprendía su cuerpo, me hundí en él y cerré los ojos, que recuerdos más bonitos me traía todo esto. Me separé de él y me incorporé en mi silla.
-En ningún momento te dije que sí, no se porque tanta felicidad - se encogió de hombros y arrancó el coche.