viernes, 28 de septiembre de 2012

A new life Cap.5


Narras tú.
La tarde pasada con los chicos era perfecta, nada más llegar nadie se atrevió a preguntar porque llegamos tarde, nos sentamos encima de un mantel y sacamos todas las cosas necesarias para el picnic. Hicimos juegos de todo tipo, Liam era el más emocionado por hacer esas cosas. Mientras Harry y Zayn estaban sentados debajo de un árbol componiendo una canción, Liam y Louis seguían jugando a un juego super raro, ni sabría como explicarlo, y Niall y yo dimos un paseo por todo aquel campo precioso. El único árbol que había lo cogieron Zayn y Harry que se veían super concentrados, los pájaros volaban por encima de nuestras cabezas y las ideas fluían por la cabeza de Niall, se veía pensativo, yo estaba en blanco, no me llegaba nada a la cabeza, no tenía respuesta alguna a ninguna pregunta.
- ¿Que sientes cada vez que le dices que no a Zayn cuando en realidad tu corazón saltaría del pecho solo para decirle "te quiero"? - sin pararse y sin mirarme a los ojos Niall me soltó esa pregunta que tuve que analizarla dos veces para comprender bien lo que quería decir.
- Pues....- me cortó a principio de frase.
- ¿Verdad que se te encoge el corazón? - asentí - ¿Verdad que tienes ganas de llorar pero eres fuerte para no darle motivos a Zayn para que siga detrás tuya? - asentí - ¿Verdad que ocultas tus sentimientos solo porque no quieres hacerle daño a Zayn y tienes un miedo terrible a la distancia? - volví a asentir y comprendí el porqué de tantas preguntas.
- Lo tuyo con Leonor no es difícil, la tienes aquí cerca, a dos casa, ya se que te vas de gira pero siempre tendrás un hueco para verla y si no puedes venir tu a verla, podrá ella ir a verte. Es sencillo, no se como lo ves tu pero es así, la tienes a la vuelta de la esquina, el amor de tu vida, y lo estás dejando ir, ¿por qué? Por una estupidez, sé que la presión fue mucho para ella, pero se dio cuenta de su error. Ella te quiere desde que ibais a primaria, y tu igual, solo que eráis y seguís siendo unos cobardes dejando que vuestro amor se vaya así como así.
- ¿Y tú qué? - me contestó con otra pregunta - ¿ Para ti que es tan difícil? ¿Por qué estás con Daniel? ¿Por qué no puedes volver con Zayn? ¿Qué tiene la distancia? ¿Por qué eres tan cabezota y tan negada para el amor? - mis escudos no podían con tantas preguntas y al final acabó con mis poderes.
- Vale, vale, fin, acabemos con esto. ¿Hacemos un pacto? - Niall me miró dudoso.
- Suéltalo, ¿qué se te ha ocurrido ahora?
- El día que tú te atrevas a decirle todo a Leonor, ese día me atreveré yo a decírselo todo a Zayn. - solté esa idea como la más brillante del mundo pero me di cuenta que Niall nunca sería tan tonto para aceptarlo.
- Estás loca, ¿tu amor depende del mio? Bueno sí, yo soy tu felicidad, entonces dependemos el uno del otro. Pues acepto - al parecer si que eramos los dos unos tontos perdidos.
- Niall, déjame contarte un secreto - hice una larga pausa para ponerlo más nervioso - ¡Somos dos idiotas! - grité levantando las manos al aire y Niall me acompañó con una risa tonta y contagiosa.
- Lo sé, pero nuestras tonterías nadie nos las podrá quitar - siguió riéndose a carcajadas, contagiándome mientras seguíamos andando. Nos quedamos en un completo silencio, es precioso poder sentirse tan a gusto con una persona y más si es un chico, tu chico, tu mejor amigo, tu hermano. Volvimos con los demás chicos, cada uno hacía una cosa diferente de la que hacía antes.
- Zayn, ¿ me llevas ya a casa? Necesito despedirme también de mis niñas, ¿vale? - no se como se sintieron los chicos cuando solté eso pero necesitaba pasar tiempo también con ellas.
- Claro - Zayn sonrió ante mi pregunta y asintió.
- Chicos, hasta la próxima - les di un beso y un abrazo muy grande a cada uno.
- Mañana iré a verte, no quiero que te vayas sin despedirte de mi - Niall me dio un abrazo muy largo y profundo. Les mandé un beso con la mano y entré en el coche. Zayn condujo sin decir nada, era típico en él y más estos días. Decidí romper el hielo ya que él no decía nada
- Bueno.... - sonrió al oír que un sonido salía de mi boca. - ¿Y esa sonrisa?
- Nada - ahora se reía, cada día estaba más raro.
- Cada día estás más raro, ¿te han pegado con algo en la cabeza y se te han disparado las neuronas?
- No, lo que se me han disparado son las hormonas - seguía sonriente y yo no tenía más remedio que sonreír y asentir. Él volvió a callarse, no entiendo porque tanto silencio si él era el más charlatán de todos. Iba a abrir la boca pero al final la cerró, se le estaba ocurriendo una de sus ideas, se le iluminaban los ojos y se limitaba a sonreír. Me miró y afirmó - ¡ No te lo voy a contar! - fue como si me leyera el pensamiento y esta vez fui yo la que se rió. - Te conozco, intentarás sacarme hasta la última palabra como si fuera un estropajo lleno de agua, y esta vez no, quiero que sea una sorpresa.
- Lo siento pero lo acabas de joder todo, sabes que no me gustan las preguntas y tendré que sacarte toda la información - me encogí de hombros.
- Esta sorpresa te gustará así que no la estropees con tu impaciencia, ¿vale? - intentó convencerme - ¡Prométemelo! - asentí - Repite conmigo. - lo miré arqueando las cejas - ¡Prometo no sacarle ninguna palabra a Zayn sobre mi sorpresa! - me hizo un gesto para que dijera esas mismas palabras - Vamos.
-¡Prometo no sacarle ninguna palabra a Zayn sobre mi sorpresa! ¿Contento? - pregunté.
-Pues si, y mucho - me sonrió y volvió a conducir. A los cinco minutos llegamos a mi casa, me bajé del coche y me despedí de Zayn - Hasta muy pronto - dijo sonriente y empecé a captarlo todo.
- Adiós - le di dos besos y me abrazó, otra vez su olor, por dios, ¿por qué era tan tierno? Me separé de él y entré en mi casa, me asomé por la ventana y lo saludé con la mano a lo que él me contestó con un beso. Noté como me sonrojaba, creo que era normal.
Subí a mi habitación, preparé todas mis maletas, tenía ya unas cuantas, mi madre me ayudó con ciertas cosas y al final quedé con mis pequeñas. Leonor estaba más alterada de lo normal cuando la vi, no sabía el porque pero tampoco me atrevía a preguntárselo, si le pasaba algo solo ella lo sabía, yo le podría dar consejos pero la decisión era suya.
- ¿Os apetece un café? - pregunté amable.
- Eso ni se pregunta - gritó Ele emocionada.
- ¿No es un poco tarde? - gruñó Leonor.
- No, y pasará bastante tiempo hasta que estemos las cuatro juntas así que aprovechemos - Ana cogió a Leonor por el brazo y al final llegamos las cuatro al Starbucks. Pasamos una tarde genial, Ele nos comentó como fue su primer año en la universidad, ella vivía con John en Barcelona, llevaban varios meses juntos y el roce con Josh de la otra noche fue solo eso, un roce.
- Tendrás que visitarme, guarra. Vivimos en la misma ciudad, y ni me avisas ni nada, tengo que enterarme por bocas ajenas. - le protesté a Ele - Como vivas cerca mía te meto hostias, ¿eh? Quiero verte todos los santos días, me da igual si estudias o no, pero yo quiero verte, ¿entendido? - asintió riéndose. - ¿Y vosotras qué?
- Este año Arturo va solo a Liverpool, empezó ahí el primer año de instituto pero fui con él hasta que se acostumbrara y yo he pedido el traslado a Dublin, así que me tendréis por aquí - dijo Leonor más que satisfecha de si misma. Arturo era el hermano pequeño de Leonor, ella tenía tres hermanos más pero eran mayores, con el que mejor me entendía era con Martín, era como un hermano para mi pero eso no viene a cuento.
- Yo vuelvo a París a seguir estudiando, me metí a estudiar periodismo y desde el primer año me mandaron de intercambio, salió todo bien, Francesc me espera, dice que está ilusionado por volver a verme. - contestó Ana.
- ¿Francesc? - preguntamos las tres a la vez.
- ¿No os hablé de él? - preguntó Ana y todas negamos con la cabeza, a lo que prosiguió - Es un chico que conocí en el primer año, al principio eramos super buenos amigos pero poco a poco fue creciendo ese amor y ahora somos uno. Ya sabéis a lo que me refiero, es muy dulce y cariñoso conmigo, con su acento me enamora cada día más. - Seguimos hablando durante horas sobre esto hasta que me fui a mi casa, necesitaba descansar y volvería a verlas en vacaciones. Llegué a mi casa, me duché y me metí en la cama, fue un día raro, extraño, sabía que las cosas cambiarían y esperaba que sea a bien. Oí unos golpes en mi ventana, la abrí y lo vi debajo de mi ventana con sus rizos que eran movidos por la brisa de la noche sonriéndome como lo hacía siempre. 
- ¿Qué haces aquí? - le pregunté desde arriba, entonces él se dio cuenta que en el jardín trasero estaba la escalera de mi padre, la cogió y subió hasta mi habitación.
- Solo quería despedirme, bueno, más bien dicho, un hasta luego - no podía mirarle a los ojos y tenía mi mirada en el suelo, fija hasta que el cogió mi barbilla con uno de sus suaves dedos y me miró a los ojos - Espero volver a verte pronto, se que será muy pronto - seguía sonriendo, su sonrisa no era tan mágica como la de Zayn pero si era seductora.
- Ya te has despedido, ya puedes irte - lo empujé para que saliera por donde había venido, no quería volver a hacer ninguna tontería y últimamente yo era experta en hacer tonterías. Se dio la vuelta y me abrazó, me quedé con los brazos sobre su pecho, no podía corresponderle a ese abrazo, si lo hacía no lo dejaría ir y necesitaba que se fuera. - Harry, necesito que te vayas, por favor. - mis últimas palabras salieron como un suspiro.
- Me iré, tranquila. No estoy aquí para causarte problemas ni mucho menos - me dio un beso en la frente y se separó de mi - Te deseo lo mejor - seguía sonriendo, pero de una manera apagada y triste. Iba a salir por la ventana pero lo cogí por la mano para que se quedara.
- Puedes quedarte unos minutos si quieres - mierda, era tonta, ¿por qué le dije que se quedara? ¿Por qué? Putos impulsos, y lo peor de todo es que le estaba sonriendo. Se quedó más de media hora hablando conmigo, recordando viejos tiempos, esos tiempos en los que nos entendíamos mejor que nadie, solo Niall y Harry conocían esa parte de mi.
- Necesitarás descansar - se levantó de mi lado e iba a irse.
- Harry.... - se dio la vuelta - Existe una puerta - dije riéndome.
- Quiero hacerlo interesante, como en las películas - se rió conmigo - Pero si me caigo y me rompo algo, llama a una ambulancia.
- Yo te curraré - dije convencida de mi misma.
- Preferiría morir en tu jardín - intentaba hacerse el gracioso, iba a salir por la ventana pero se le cayó la escalera - Creo que saldré por la puerta.
- No, no - me puse delante suya - Querías hacerlo interesante, como en las películas - le señalé la ventana y volvió a mirar.
- Pero si está muy alto - protestó.
- Venga, vamos - lo cogí de la mano - Estaba bromeando - lo acompañé hasta la puerta y nos despedimos, le di un fuerte y largo abrazo, cerré los ojos por impulso, me dejé llevar, conociéndolo sabía lo que haría pero por lo visto había cambiado, ya no era el mismo Harry Styles, me besó en la mejilla.
- Como ves, he cambiado, y espero que sea para bien - me sonrió y se fue.





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