sábado, 22 de diciembre de 2012

A new life cap.25


Narras tú.
          Llegamos a la casa de Louis los primeros, eso era raro en nosotros. Los próximos en llegar fueron Liam con su amigo Andy y por último Niall con Paula. Eleanor llegó poco después de Liam pero venía sola, y Harry ya estaba en la casa cuando nosotros llegamos.
          - ¿Y tú novia? - le pregunté cuando por fin nos dejaron a los dos solos.
          - Ya no tengo de eso - se inmutó sin siquiera mirarme.
          - No te preocupes ahora por eso - puse mi mano en su hombro y dio un respingo - porque llegará la chica que de verdad te merezca. - oí un pequeño suspiro que provenía de la puerta de la cocina.
          - ¿Podéis ayudar? - era Louis.
          - ¡Claro! - Harry y yo respondimos a la vez y nos reímos.
          Louis no se veía muy aceptable con lo que acaba de pasar. Era raro en él que no se riera con cosas así pero tendrá sus motivos. En la cocina estaban todos preparando la comida y demás cosas. Eleanor se acercó a mi.
          - ¿Y Danielle? - me susurró al oído para que nadie nos oyera.
          - Más tarde te cuento - volvimos cada uno a nuestras tareas.
          Por la noche pusieron música y cada uno iba a su bola, a mi me apetecía de todo menos fiesta. Si vine aquí fue por ellos, necesitaban pasarlo bien pero en ningún momento prometí pasarlo bien. Salí al jardín trasero cuando nadie me vio y en la hamaca azulada estaba sentado Harry. Por lo visto él tampoco tenía ganas y humor de fiestas. Fui por detrás suya, le di un beso en la mejilla y me senté a su lado. Me miró a los ojos, y sus ojos esmeralda estaban brillando más que nunca.
          - ¿Por qué no estás dentro pasándotelo bien? - le pregunté.
          - Ya se divierten ellos por mi - me volvió a mirar - ¿y tú?
          - Todavía no estoy dispuesta a superarlo - empecé a llorar - y sé que pasó hace bastante tiempo pero aún lo tengo aquí dentro - toqué el corazón con mi mano.
          - No podías hacer nada para evitarlo - me cogió la mano con la que aún seguía tocando mi pecho y la apretó con cariño - porque cuando tienen que pasar, pasan y nosotros no somos quien para evitarlo.
          - Podía haber pasado más tiempo con ella pero ¿qué hice? La dejé sola cuando más me necesitaba.
          No podía parar de llorar. Harry me acarició con dulzura el pelo y yo me dejé caer sobre su hombro.
          - Llora, necesitas desahogarte - me dio un beso sobre el pelo. - ¿Te preocupa algo más? - con Harry podía desahogarme.
          - Zayn me ha pedido que me quede a vivir con él. - sorbí por la nariz - He dejado de lado una gran oportunidad en mi vida por él y siento que él no sabe apreciar el gran sacrificio que he hecho. - me miró dubitativo - Rechacé una beca para acabar mis estudios en Praga con uno de los mayores productores de la Teen Vogue. 
          - Eres tonta - me sobresaltó su reacción - pero muy tonta. Sabes de sobra que él te esperará. Si habéis estado tanto tiempo separados por un año no se va a morir, te lo aseguro. - se acercó a mi y me dio un beso en la nariz. - Yo lo protegeré por ti - me sonrió, sus hoyuelos eran tan perfectos. Sus hoyuelos eran algo diferente a este mundo. Sonreí inevitablemente y por impulso le dí un beso. - Lo siento - me separé de él y puse la mano sobre su pecho. Su calor me hacía impotente.
          - Tu tampoco lo has olvidado - levanté la vista hasta volver a encontrarme con su sonrisa.
          - Esto no es lo que tu piensas - lo cogí de la mano - y ahora vamos dentro.
          Me hundí en mi mundo. Ahora más que nunca tenía que aceptar esa beca. Sería mi única salida. Mi mente volvía a ser un bombardeo de preguntas y de dudas. Pensé que lo de Harry ya era historia pero por lo visto las cosas no habían cambiado. Lo peor de todo era que yo lo había empezado todo. ¿Sería esto una señal? Desperté de mis pensamientos hasta estar dentro bailando junto a Liam.
          - Te veo preocupada - afirmó este.
          - Preocupaciones fuera - le sonreí, hice un gesto raro y nos reímos.
     
Narra Harry.
         Necesitaba bebida y la cocina era el único lugar donde podría encontrarla. Giré la puerta y dentro estaban Zayn y _____ hablando. Antes de que pueda dar media vuelta oí parte de su conversación. Ella le comentaba que necesitaba esa beca y él con voz triste pero pícara le decía que no pasaba nada ,era todo comprensible y blablabla. 
          - ¿Qué cotilleas? - Andy se pegó a mi lado y dí un respingo del susto.
          - Bebida ... espera, ¿qué cotilleas tú? - me crucé de brazos y él se encogió de hombros. Justo en ese momento salieron los dos de la cocina. Los dos parecían un poco raros pero no quería comentar nada.
          - ¿Habéis dejado algo para los demás? - les preguntó Andy riendo y guiñando un ojo.
          - Cállate y vamos - lo empujé por detrás hasta desaparecer y dejarles solos. - ¿Puedes ser más entrometido? - solté un bufido - Siendo tú te lo perdono.
          - ¿Qué hacéis, pequeños carrots? - gritó Louis eufórico. Por lo visto ya iba más borracho de lo normal.
          - ¡Louis, para de beber! - Eleanor iba persiguiéndolo e intentado quitarle la bebida.
          - Préstame las llaves del coche - apareció Liam delante mía sobresaltándome - ¡Rápido!
          - Pero ... - le entregué las llaves y salió como una bola - ¿qué pasa? - dejé la pregunta suspendida en el aire. 
          - Lo ha llamado Danielle - contestó Andy aún riéndose - ¡Oops! No debí decir nada. - se le escapó y de repente le entró el hipo.
          - Estáis todos locos. - salí fuera - ¡Locos! - grité para nadie. Me volví a sentar en la hamaca de antes y recordé su beso. Fue ella la que se lanzó. Ella tampoco lo había superado. De repente sonreí como un completo idiota. 
          - ¿Y esa sonrisa? - una voz dulce me volvió a sobresaltar por décima vez hoy. La diferencia entre su voz y la de los demás era que la suya me ponía los pelos de punta y la piel de gallina. - ¿Te comió el gato la lengua?
          - No metas a los gatos en eso porque es jugar sucio - le contesté mirándola - ¿No piensas sentarte?
          - Es lo que llevo haciendo toda la noche. Sentirme mal, salir aquí, encontrarte, sentarme en una hamaca, besarte y después salir huyendo - suspiró aún sonriendo - Espero que no sea un ciclo porque no me gustaría repetirlo sin parar día tras día - al final se sentó a mi lado.
          - Sería una sensación placentera, hay que reconocerlo - respondí a su propuesta encogiéndome de hombros.
          - Eso no puede negarse - sonrió pícara. Me acerqué a su boca pero el beso decidí dárselo en la mejilla.
          - Uno por día, no hay que abusar - le dije riéndome y ella me dio un empujón cariñoso.
          - Eres muy pillín, ¿eh? Creo que eres así con todas, por eso caen todas en tus brazos como mantequilla - ahora era ella la que se reía y le hice cosquillas.
          - Eres la única - le dí un beso en el cuello y noté como su piel se erizaba - pero todas las chicas son únicas - puntué gracioso.
          - No cambiarás nunca - negó con la cabeza mientras sonreía.
          - ¿Debería cambiar? - le pregunté todavía con las manos rodeando su cintura. Ella negó con la cabeza  y le volví a dar un beso en el cuello - ¿Te acompaño dentro? - me levanté y le entregué la mano la cual cogió cariñosamente.
         - Eres un caballero - se levantó de puntillas y me dio un beso en la mejilla.
         

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