martes, 25 de diciembre de 2012

A new life cap.26


Narras tú.
          Abrí los ojos y me encontraba en un sofá. No en cualquier sofá sino en el sofá de Louis. Me desperecé y me bajé del sofá. No toqué un suelo duro como me esperaba. Era blandito y desprendía calor. Bajé la vista hasta encontrarme con un personaje de pelo rizado que roncaba sin hacer mucho ruido. Sonreí y después vi a Zayn apoyado en las escaleras.
          - Quiero irme - me dijo sin parecer muy contento.
          - Nos desped....
          - ¡No! - Zayn me cortó y al final decidí complacerle.
          El camino de vuelta a casa fue silencioso y bastante incómodo. De vez en cuando me miraba de reojo sin dirigirme la palabra. Cuando íbamos a entrar en mi casa decidió hablarme.
          - Tengo que volverme a Bradford - subió para hacer las maletas y yo me quedé en el mismo sitio esperándole.
          - Sólo tú sabes lo que te conviene - le dije cuando por fin bajó las escaleras.
          - Lo vi todo - puso una mano sobre mi cara acariciándola y me dio un beso en la frente - cuando aclares tus ideas ya sabes donde buscarme - salió sin que yo pudiera hacer nada.
          Después de que él se fuera subí a darme una ducha con agua helada. Era el único remedio para los malos pensamientos. Hoy había decidido plancharme el pelo. Hacía mucho tiempo que no utilizaba la plancha y por primera vez en muchos años me harté de mis ondulaciones. Me puse mi nueva ropa interior, era negra con un lazo blanco. Por encima me coloqué unos pantalones cortos azules vaqueros. En la parte superior me puse una camiseta de tirantes blanca con tres botones  desabrochados a la altura del pecho. Bajé descalza a la cocina. Me llené un vaso de agua y tiré una parte de la cortina de la ventana que daba a la casa vacía de al lado. Miré a través de la ventana y al otro lado vi movimiento dentro de la casa. Unas personas vaciaban el camión de la mudanza y disponían los muebles que aún conservaban el plástico que los caracterizaban por nuevos. Por lo visto tenía nuevos vecinos que se instalaban en la casa con muebles nuevos. O eran ricos o sería algún famoso que huya de la prensa en un pueblo alejado del mundo. Reí ante mi pensamiento poco creíble. 
          - Vaya par de tonterías sueltas - dije para mi misma y de repente tocaron al timbre - Hora de conocer a los vecinos - volví a decir y me dispuse a salir de la cocina - Debo dejar de hablar conmigo misma - abrí la puerta y solté un grito de la sorpresa.
          - ¡Sorpresa! - gritó Harry abriendo los brazos - ¿No vas a saludar a tu nuevo vecino? - preguntó sin parar de sonreír.
          - No me lo esperaba - le dí un abrazo - ¿Qué se supone que haces aquí? - le dejé sitio para que pasara. Entró a la cocina, cogió una bolsa de patatas Lays y se sentó en el sofá dejando las piernas sobre la mesita - Como en tu casa - ironicé y le dí una patada para que bajara las piernas.
          - Te lo quería contar pero después de lo de ayer  preferí que fuera una sorpresa - Harry parecía inquieto y miraba a todos lados - ¿Y Zayn?
          - Se fue - se sorprendió ante mi respuesta - Vio todo lo nuestro y me ha dejado para que aclare mis ideas.
          Harry no pudo evitar sonreír. Ahora Zayn lo sabía todo y no se había cabreado. Vivía a mi lado y yo estaba sola. Era como si leyera su mente. Le tiré un pequeño cojín que le rebotó en la cara haciendo que la bolsa de Lays parara al suelo. No pude parar de reírme. 
          - Te vas a enterar - me levanté del sofá y salí corriendo hacía la cocina. Él me persiguió y empezamos a dar vueltas alrededor de la mesa. - Para de reírte. No es gracioso. - dijo con una gran sonrisa en su cara.
          - Estas sonriendo - me paré y el me cogió por detrás - sí que es gracioso - empezó a hacerme cosquillas. 
          Puse mis manos sobre su pecho alejándolo de mi para que no siguiera haciéndome cosquillas pero era imposible. Su fuerza era superior a la mía. Cuando por fin dejó de hacerme cosquillas nuestros cuerpos quedaron muy pegados. Nos miramos a los ojos, él me acarició la cara con el dorso de su mano y me besó. En principio no cedí a su beso pero después me dejé llevar. Sus manos desprendían un calor irradiante. Poco a poco me iba separando de él pero él se acercaba cada vez que yo hacía un paso para atrás. 
          - No me parece bien - tomé aire pero después volví a besarle. 
          - No me eches la culpa de cosas que tu empiezas y que tu quieres - dijo mientras me abrazaba por la cintura.
          - Estos días estoy vulnerable y tú sabes aprovecharte - desvié mi mirada hacía el suelo pero con sus dedos levantó mi barbilla hasta que mis ojos estuvieran puestos en los suyos.
          - Eres vulnerable a mi, que es diferente a lo que tu dices - volvía a hacerse el gracioso conmigo. Se acercó a mis labios pero puse un dedo sobre ellos.
          - Uno por día, ¿recuerdas? - recalqué las mismas palabras que hace un día él me había dicho.
          - Cierto, pero de alguna manera tengo que recuperar los días hemos estados "separados" - está última palabra la dijo mientras formaba unas comillas con sus dedos.
          - No se devuelven los retrasos - me encogí de hombros y empecé a reírme. - Demándame.
          - El juez ha dado sentencia. Cancela cualquier trato que hayamos hecho antes del día de hoy - se acercó a mi pelo oliéndolo y jugando con él.
          - Aún puedo recurrir a la orden de alejamiento - bromeé.
          - No serás capaz - dijo haciéndose el ofendido.
          - Ponme a prueba - lo desafié. 
          Me cogió en brazos y me llevó al jardín trasero donde tenía una piscina, algunas hamacas y varias tonterías más. Me dio un beso en la mejilla y posteriormente me tiró a la piscina. Él empezó a reírse y mientras estaba desarmado lo cogí por los tobillos y lo tiré al agua.
          - Esto no quedará así - se acercó a mi y lo salpiqué con agua - Primero rechazas mis besos, después me recuerdas mi trato, posteriormente gano en un juicio pero sigues imponiendo tus reglas y ahora me tiras a la piscina - dicho de esta manera me pintaba como una Cruela de Vil.
          - No sabía lo frágil que eras - le rodeé el cuello con las manos y fingí que lo besaría pero finalmente le volví a tirar agua. 
          Nuestra "relación" era un tanto extraña. Nos comportábamos como dos críos inocentes que no sabía a lo que jugaban pero sabiendo en cualquier momento donde poner las barreras. Quizás era una relación amorosa pero era una relación placentera. Cuando pasaba cualquier tiempo a su lado era como si todo lo demás no existiera, y todos los problemas desaparecieran. Sí, nuestra "relación" era especial pero me gustaba.














Nota: Os deseo una FELIZ NAVIDAD. Espero que lo hayas disfrutado como nadie y que os hayan regalado muchísimas cosas porque os las merecéis. 



1 comentario:

  1. Oishh , que bonitaa *-* , pero a mi me encantaba más con Zayn , pero haber lo que pasa..

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