viernes, 28 de diciembre de 2012
A new life Cap.27
Narra Harry.
Me desperté con los rayos de sol traspasando la cortina azul de mi ventana. Me llené la bañera con agua caliente y me metí. Era uno de mis pocos caprichos. Después de bañarme me puse mis calzoncillos preferidos, eran blancos con la goma elástica negra. Bajé en calzoncillos a la cocina como era habitual en mi, según los chicos y según cualquier persona que vivía conmigo. En la tele daban mi programa favorito de música y puse el volumen a tope mientras desayunaba. Oí un fuerte estruendo en las ventanas de _____ y abrí las mías para ver que pasaba. La vi a ella desesperada gritándome algo pero no podía oírla.
- ¡No te oigo! - le grité.
Vi como volvía a cerrar las ventanas mientras se ponía roja como un cangrejo. A los pocos segundos la vi acercándose a mi puerta y tocando con mucha fuerza. Abrí muy tranquilo y empezó a gritarme.
- ¿Podías bajar el volumen? - me miró de arriba abajo - Y podías ponerte un poco más de ropa.
- No pienso bajar el volumen y mucho menos pienso ponerme algo de ropa - le contesté a lo que reaccionó cabreándose más.
- Hay gente que intenta concentrarse - me enseñó un libro con uno de sus dedos introducido en él - y hay gente que necesita tranquilidad - me señaló a unas señoras entradas en edad sentadas en un banco y mirándonos con curiosidad - Además, estás asustando a los pájaros.
- No todo puede estar a tu agrado - le volví a contestar un poco más borde.
- ¡Hipócrita! - me gritó y me dio una bofetada en la cara.
- ¿Qué pasa aquí? - Niall cogió a _____ por las manos y la alejó de mi - Se os oye desde la otra punta de la calle.
- Tu amigo es un hipócrita y un arrogante, eso es lo que pasa - se cruzó de brazos aún cabreada.
- Ella es una exagerada, eso también pasa - la miré de reojo y seguía sin dirigirme la mirada.
- Tú - me señaló Niall - podías bajar el volumen de la música aunque sean dos rayitas y tú - señaló a _____ - podías no cabrearte tan fácilmente - finalmente Niall entró en mi casa y apagó la tele - Así estamos todos en paz.
- Sólo falta que ella me pida perdón por la bofetada - gruñí y ella me dirigió una mirada asesina.
- Ni que fueras un dios para que yo te pida perdón. Te merecías esa bofetada - se fue por donde antes apareció y me dejó solo con Niall.
Niall se encogió de hombros y se sentó en la mesa de la cocina donde yo aún no había empezado a desayunar. Me cogió un bollo relleno de chocolate y se lo comió.
- No entiendo porque se cabrea tanto - dije aún atónito por la situación.
- Entiéndela, siempre ha estado acostumbrada a vivir sin que nadie la molestara y por un día que intenta hacer otra cosa que no sea llorar vas tú y le pones la música a cien - dicho así sí que sonaba entendible.
- Me he pasado, ¿verdad? - pregunté culpable.
- Un poco pero ya se le pasará - Niall intentaba consolarme.
Sinceramente, Niall era el único que podía hacerme reír de esa manera. Claro que Louis siempre será alguien insustituible. Cuando Niall ya se fue, subí a mi habitación para buscar ropa y vestirme. Salí al jardín trasero donde aún había algunas rosas y las corté. Las envolví en un papel rojo con algunas figuras blancas. Me pinché con algunas espinas. Cerré la puerta y me fui a casa de _____ para disculparme.
- Hola - me contestó fría.
- Venía a disculparme por el malentendido de esta mañana - le entregué las rosas y ella las dejó encima de una encimera que había al lado.
- No me gustan las rosas pero gracias - me dedicó una sonrisa seca pero al menos era una sonrisa.
- Ya lo sé para la próxima vez - contesté sin saber muy bien que decirle.
- ¿Habrá próxima vez? No, por favor - dijo riéndose al fin.
- Con lo cabezotas que somos los dos es posible que hayan próximas veces. - me encogí de hombros y ella me dio la razón. - ¿Puedo pasar?
- Iba a salir - cogió su bolso y cerró la puerta con llave.
- Te acompaño - le dije siguiéndola.
- Mejor no - me dio un beso en la mejilla y se fue en un taxi dejándome ahí parado.
Me fui al centro comercial que había a las afueras de Mullingar. Me gustaba este pueblo, era tranquilo y muy acogedor. Podía salir a la calle sin ser acosado ni perseguido por fans ni periodistas. Cuando llegué a mi casa el sol ya se había puesto y las luces de la calle se habían encendido. En la casa de _____ había luz en el salón y dentro pude diferenciar dos figuras. En principio pensé que era su hermano James pero después vi que era una chica. Tenía el pelo rizado y era un poco más bajita que _____. Finalmente la reconocí, era Henar, la chica que me presentó en Barcelona.
Narras tú.
Fui al aeropuerto a recoger a Henar. Hace unos días le propuse que se viniera a pasar algunos días conmigo y aceptó encantada. Clara también quería venirse pero su lazo con Carlos era cada día más fuerte.
- Ponte cómoda - entramos en la casa y dejé las llaves en la encimera - Te dejo elegir habitación.
- Que bonita tu casa - dejó la maleta en la entrada y le echó un ojo a toda la casa - ¿Cómo es que no vine antes? - yo cogí su maleta y la llevé a la habitación de mi hermano.
- ¿Te parece bien esta habitación? - le pregunté. Ella miró por la ventana que daba a la habitación de Harry.
- Me parece perfecta - se ponía colorada mientras hablaba.
- Ya lo entiendo todo - me reí y bajé para preparar la cena - ¿Qué quieres para cenar? - le grité desde la cocina.
- ¡Lo que sea! Hoy estoy abierta a opiniones - oí que murmuraba después de contestarme.
En el frigorífico encontré los ingredientes adecuados para preparar una salsa, en una olla metí los espaguetis y me puse manos a la obra con la salsa. Tocaron a la puerta pero tenía las manos pringosas.
- ¡Henar! ¿Puedes abrir? - grité y al poco rato ya estuvo abajo abriendo - Gracias. - al poco oí la voz de Harry y a Henar hablándole. Ella sabia inglés por lo que se entenderían.
- Tenemos invitado - me dijo Henar sentándose a la mesa.
- No quiero molestar - dijo Harry.
- No te hagas el modesto - le contesté - Si no quisieras molestar no hubieras aparecido - contesté borde pero después me dí cuenta de que actuaba mal - Lo siento - le dediqué una sonrisa - Siéntate.
Al poco rato ya estaba la comida preparada y los tres alrededor de la mesa. Justo en el momento que íbamos a introducir el tenedor en los espaguetis volvieron a tocar a la puerta.
- Niall, entra. Está abierto - no acabé la frase y ya apareció por la puerta.
- Huele desde mi casa - se acercó a la olla y se echó espaguetis - Son mis preferidos después de los que hacía tu ... - se calló al encontrarse con mis ojos - Perdona. - asentí como si no pasara nada.
Después de cenar Niall me ayudó a recoger la mesa mientras Harry y Henar establecían una conversación en el salón. Al terminar con todo Niall se acercó a mi y me dio un beso en la frente.
- Eres muy fuerte - pasó un brazo alrededor de mi hombro y me estrujó contra su pecho.
- No sé que hubiera hecho sin ti y sin Zayn - empecé a llorar - Zayn... - volví a decir - Fui tonta, ¿sabes? Lo he dejado ir muy fácilmente. Lo tenía aquí y !pooof! al momento ya había desaparecido.
- Sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad? - me secó las lágrimas con sus dedos y me sonrió. Sabía a que se refería y tenía razón.
- Lo sé pero no puedo dejarla sola - señalé a Henar - Hice que viniera para que estuviera conmigo, la necesito.
- Se quedará conmigo y con Harry, por un día - me volvió a dar un beso en la frente - Pero te tienes que poner bien guapa. - me miró de arriba abajo - ¡Que tonto soy! - se dio en la frente con la palma de la mano - Ya eres guapa tal y como eres.
- Sí que eres tonto - Niall era la única persona que me podía hacer reír tan fácilmente y en cuañquier situación. Él era el único que me podía hacer llorar y reír en un minuto.
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCada vez que leo alguno de tus capítulos,me enamoro más de esta novela,enserio escribes muy bien,tienes mucho talento y te felicito y no dudes que por lo menos yo,voy a leer tu novela siempre que pueda,eres genial.
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