domingo, 30 de diciembre de 2012

A new life cap.28


Narra Henar.
     - ¿Seguro que no te importa? - me volvió a preguntar _____.
     - Seguro. Puedes irte tranquila - le dí dos besos y la acompañé hasta el taxi - Estaré bien - miré a Niall y a Harry que le hacían con la mano - He hecho otras veces de niñera - le susurré al oído y las dos nos reímos.
     - Creo que nunca has tenido dos chicos más pesado que estos - ella los miró y les devolvió el saludo.
     - Se acostumbrarán a mis reglas - finalmente se fue. - ¿Y ahora qué? - les pregunté.
     - ¡Juegos! - gritaron los dos a la vez. Entramos en la casa de Harry y pusieron la wii. Mientras ellos jugaban me quedé mirándolos divertida.
     - ¿Dónde se fue? - le preguntó Harry a Niall.
     - Se fue a recuperar algo que había perdido - Harry se desconcertó y Niall metió gol - ¡GOOOOOOOOOOOOOOOL! - gritó como si estuviera en un campo de fútbol y se abalanzó sobre mi.
     - Está bien - dije - Yo también quiero jugar.
     Nos pasamos la mañana jugando. Me encantaba la wii pero se me hacía pesado. Niall se fue a media mañana para comprar comida. Harry y yo nos quedamos sentados en el sofá de brazos cruzados sin decir nada. Yo lo miraba de reojo y él hacía lo mismo. De repente saltó del sofá asustándome y empezó a bailar.
     - ¿Qué haces? - pregunté riéndome. 
     - No puedo bailar solo - se encogió de hombros y me levantó del sofá - Necesito acompañante.
     Nos pusimos a bailar sin música y yo empecé a cantar. Él asintió como si de verdad yo cantara bien y se unió a mi. Estuvimos así hasta que oímos a alguien carraspear detrás nuestra.
     - Cantas genial - me dijo Niall - Bailas fatal - le dijo a Harry riéndose.
     - Eso lo dices porque no me has visto en plena acción - Harry se abalanzó sobre Niall.
     - ¡No! - grité y los dos se pararon a mirarme - Que vais a tirar la comida - empezamos los tres a reírnos y nos pusimos a comer.

Narras tú. 
     Toqué al timbre de su casa y oí pasos corriendo hacia la puerta. Después vi a una pequeña morena de ojos castaños mirándome mientras sonreía. Saltó a mis brazos y me dio un gran abrazo.
     - Pequeña - era la hermana de Zayn, Saafa - ¿cómo estás?
     - Te echaba de menos - aún la tenía cogida en brazos.
     - Y yo a ti - mi relación con Saafa era de las mejores. Siempre nos habíamos llevado genial. Era como mi hermana pequeña, una que siempre quise tener - ¿Está tu hermano? - la bajé y me cogió de la mano.
     - ¡Ven! - cerré la puerta antes de que me llevará al salón donde Zayn estaba con una chica.
     Los vi hablando y riéndose. Ni se habían dado cuenta de que estaba ahí. De repente vi como la chica se acercó a él y lo besó. Mis piernas empezaron a temblar y no reaccionaban. Quería echar a correr pero no podía. Solté la mano de Saafa a la vez que empecé a llorar. Noté como el poco rimel que me había echado corría por mis mejillas dejándome negra. Vi como Zayn ponía las manos en los hombros de la chica y la apartaba de él. Me vio y salí corriendo. Estuve fuera de su casa cuando me cogió por el brazo haciendo que me diera la vuelta.
     - Lo siento - le dije mientras él me limpiaba el rimel - No pretendía molestar. - hice un ademán para irme pero él seguía cogiéndome sin dejarme ir - Venía a pedirte perdón por todo. Hice mal en dejarte ir tan de repente. Fue un error pero ¿quién no comete errores? Pensé que me esperarías pero fui muy tonta al pensar eso. También pensé que podríamos empezar poco a poco de nuevo pero fui idiota - tomé aire y él seguía mirándome a los ojos - Tenía que haberlo pensado mejor. Eres guapo, cantas bien, bailas como un ángel, tienes un corazón enorme y eres un ángel .. mi ángel. -me solté y empecé a andar. - Perdona - volví a decir agachando la cabeza.
     - ¡Eres tonta! - gritó Zayn y me paré en seco - ¡Eres idiota! - volvió a decir y me giré para verle con los brazos levantados mirando al cielo - ¡Eres exagerada y arrogante! - seguía gritando cada vez con más fuerzas - ¡ Eres incrédula! - puso su mirada en mi que seguía parada mirándole - Ella es una amiga de la familia - bajó el tono de la voz - Le hablé de ti y al oírte venir me besó - resopló - ¡Eres idiota! - volvió a gritar y yo no sabía como reaccionar - ¡ Pero eres mi idiota, mi tonta y mi arrogante! ¡ Eres la incrédula que le da sentido a mi vida! ¡Te quiero sólo a ti y sabía que no me fallarías!
     Mis piernas temblaban otra vez. Él era el idiota del que tanto me había enamorado. Salió corriendo y me abrazó. Me dejé abrazar y arropar por sus grandes manos y su precioso cuerpo. 
     - No quiero ir despacio, quiero ir al ritmo que tu me lleves - me susurró al oído y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al sentir el tacto de su voz sobre mi piel - Todos cometemos errores. Sé que los tuyos son errores consecutivos y sin explicación pero no puedo hacer nada contra eso. Eres rara, sí pero es a ti a quien quiero a mi lado. No quiero barbies superficiales que son perfectas con cualquier movimiento y en cualquier situación.
     - Idiota - me dio un beso en la frente - me vas a hacer llorar - era inevitable porque ya estaba llorando - ¿Ves? - me sonrió y dejó que llorara mientras me acucurré contra su pecho - ¿Vas a perdonarme?
     - No tengo nada que perdonar - me acarició el pelo y cogió mi cara con sus manos. Me dio un beso apasionado. 
     - No necesito más pruebas - me miró dudoso - Tú eres todo lo que necesito -dejé de llorar para sonreírle.

viernes, 28 de diciembre de 2012

A new life Cap.27


Narra Harry.
     Me desperté con los rayos de sol traspasando la cortina azul de mi ventana. Me llené la bañera con agua caliente y me metí. Era uno de mis pocos caprichos. Después de bañarme me puse mis calzoncillos preferidos, eran blancos con la goma elástica negra. Bajé en calzoncillos a la cocina como era habitual en mi, según los chicos y según cualquier persona que vivía conmigo. En la tele daban mi programa favorito de música y puse el volumen a tope mientras desayunaba. Oí un fuerte estruendo en las ventanas de _____ y abrí las mías para ver que pasaba. La vi a ella desesperada gritándome algo pero no podía oírla.
     - ¡No te oigo! - le grité.
     Vi como volvía a cerrar las ventanas mientras se ponía roja como un cangrejo. A los pocos segundos la vi acercándose a mi puerta y tocando con mucha fuerza. Abrí muy tranquilo y empezó a gritarme.
     - ¿Podías bajar el volumen? - me miró de arriba abajo - Y podías ponerte un poco más de ropa.
     - No pienso bajar el volumen y mucho menos pienso ponerme algo de ropa - le contesté a lo que reaccionó cabreándose más.
     - Hay gente que intenta concentrarse - me enseñó un libro con uno de sus dedos introducido en él - y hay gente que necesita tranquilidad - me señaló a unas señoras entradas en edad sentadas en un banco y mirándonos con curiosidad - Además, estás asustando a los pájaros.
     - No todo puede estar a tu agrado - le volví a contestar un poco más borde.
     - ¡Hipócrita! - me gritó y me dio una bofetada en la cara.
     - ¿Qué pasa aquí? - Niall cogió a _____ por las manos y la alejó de mi - Se os oye desde la otra punta de la calle.
     - Tu amigo es un hipócrita y un arrogante, eso es lo que pasa - se cruzó de brazos aún cabreada.
     - Ella es una exagerada, eso también pasa - la miré de reojo y seguía sin dirigirme la mirada.
     - Tú - me señaló Niall - podías bajar el volumen de la música aunque sean dos rayitas y tú - señaló a _____ - podías no cabrearte tan fácilmente - finalmente Niall entró en mi casa y apagó la tele - Así estamos todos en paz.
     - Sólo falta que ella me pida perdón por la bofetada - gruñí y ella me dirigió una mirada asesina.
     - Ni que fueras un dios para que yo te pida perdón. Te merecías esa bofetada - se fue por donde antes apareció y me dejó solo con Niall.
     Niall se encogió de hombros y se sentó en la mesa de la cocina donde yo aún no había empezado a desayunar. Me cogió un bollo relleno de chocolate y se lo comió.
     - No entiendo porque se cabrea tanto - dije aún atónito por la situación.
     - Entiéndela, siempre ha estado acostumbrada a vivir sin que nadie la molestara y por un día que intenta hacer otra cosa que no sea llorar vas tú y le pones la música a cien - dicho así sí que sonaba entendible.
     - Me he pasado, ¿verdad? - pregunté culpable.
     - Un poco pero ya se le pasará - Niall intentaba consolarme.
     Sinceramente, Niall era el único que podía hacerme reír de esa manera. Claro que Louis siempre será alguien insustituible. Cuando Niall ya se fue, subí a mi habitación para buscar ropa y vestirme. Salí al jardín trasero donde aún había algunas rosas y las corté. Las envolví en un papel rojo con algunas figuras blancas. Me pinché con algunas espinas. Cerré la puerta y me fui a casa de _____ para disculparme.
     - Hola - me contestó fría.
     - Venía a disculparme por el malentendido de esta mañana - le entregué las rosas y ella las dejó encima de una encimera que había al lado.
     - No me gustan las rosas pero gracias - me dedicó una sonrisa seca pero al menos era una sonrisa.
     - Ya lo sé para la próxima vez - contesté sin saber muy bien que decirle.
     - ¿Habrá próxima vez? No, por favor - dijo riéndose al fin.
     - Con lo cabezotas que somos los dos es posible que hayan próximas veces. - me encogí de hombros y ella me dio la razón. - ¿Puedo pasar?
     - Iba a salir - cogió su bolso y cerró la puerta con llave.
     - Te acompaño - le dije siguiéndola.
     - Mejor no - me dio un beso en la mejilla y se fue en un taxi dejándome ahí parado.
     Me fui al centro comercial que había a las afueras de Mullingar. Me gustaba este pueblo, era tranquilo y muy acogedor. Podía salir a la calle sin ser acosado ni perseguido por fans ni periodistas. Cuando llegué a mi casa el sol ya se había puesto y las luces de la calle se habían encendido. En la casa de _____ había luz en el salón y dentro pude diferenciar dos figuras. En principio pensé que era su hermano James pero después vi que era una chica. Tenía el pelo rizado y era un poco más bajita que _____. Finalmente la reconocí, era Henar, la chica que me presentó en Barcelona. 

Narras tú.
     Fui al aeropuerto a recoger a Henar. Hace unos días le propuse que se viniera a pasar algunos días conmigo y aceptó encantada. Clara también quería venirse pero su lazo con Carlos era cada día más fuerte.
     - Ponte cómoda - entramos en la casa y dejé las llaves en la encimera - Te dejo elegir habitación.
     - Que bonita tu casa - dejó la maleta en la entrada y le echó un ojo a toda la casa - ¿Cómo es que no vine antes? - yo cogí su maleta y la llevé a la habitación de mi hermano.
     - ¿Te parece bien esta habitación? - le pregunté. Ella miró por la ventana que daba a la habitación de Harry.
     - Me parece perfecta - se ponía colorada mientras hablaba.
     - Ya lo entiendo todo - me reí y bajé para preparar la cena - ¿Qué quieres para cenar? - le grité desde la cocina.
     - ¡Lo que sea! Hoy estoy abierta a opiniones - oí que murmuraba después  de contestarme.
     En el frigorífico encontré los ingredientes adecuados para preparar una salsa, en una olla metí los espaguetis y me puse manos a la obra con la salsa. Tocaron a la puerta pero tenía las manos pringosas.
     - ¡Henar! ¿Puedes abrir? - grité y al poco rato ya estuvo abajo abriendo - Gracias. - al poco oí la voz de Harry y a Henar hablándole. Ella sabia inglés por lo que se entenderían.
     - Tenemos invitado - me dijo Henar sentándose a la mesa.
     - No quiero molestar - dijo Harry.
     - No te hagas el modesto - le contesté - Si no quisieras molestar no hubieras aparecido - contesté borde pero después me dí cuenta de que actuaba mal - Lo siento - le dediqué una sonrisa - Siéntate.
     Al poco rato ya estaba la comida preparada y los tres alrededor de la mesa. Justo en el momento que íbamos a introducir el tenedor en los espaguetis volvieron a tocar a la puerta.
     - Niall, entra. Está abierto - no acabé la frase y ya apareció por la puerta.
     - Huele desde mi casa - se acercó a la olla y se echó espaguetis - Son mis preferidos después de los que hacía tu ... - se calló al encontrarse con mis ojos - Perdona. - asentí como si no pasara nada.
     Después de cenar Niall me ayudó a recoger la mesa mientras Harry y Henar establecían una conversación en el salón. Al terminar con todo Niall se acercó a mi y me dio un beso en la frente.
     - Eres muy fuerte - pasó un brazo alrededor de mi hombro y me estrujó contra su pecho. 
     - No sé que hubiera hecho sin ti y sin Zayn - empecé a llorar - Zayn... - volví a decir - Fui tonta, ¿sabes? Lo he dejado ir muy fácilmente. Lo tenía aquí y !pooof! al momento ya había desaparecido.
     - Sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad? - me secó las lágrimas con sus dedos y me sonrió. Sabía a que se refería y tenía razón.
     - Lo sé pero no puedo dejarla sola - señalé a Henar - Hice que viniera para que estuviera conmigo, la necesito.
     - Se quedará conmigo y con Harry, por un día - me volvió a dar un beso en la frente - Pero te tienes que poner bien guapa. - me miró de arriba abajo - ¡Que tonto soy! - se dio en la frente con la palma de la mano - Ya eres guapa tal y como eres.
     - Sí que eres tonto - Niall era la única persona que me podía hacer reír tan fácilmente y en cuañquier situación. Él era el único que me podía hacer llorar y reír en un minuto.

martes, 25 de diciembre de 2012

A new life cap.26


Narras tú.
          Abrí los ojos y me encontraba en un sofá. No en cualquier sofá sino en el sofá de Louis. Me desperecé y me bajé del sofá. No toqué un suelo duro como me esperaba. Era blandito y desprendía calor. Bajé la vista hasta encontrarme con un personaje de pelo rizado que roncaba sin hacer mucho ruido. Sonreí y después vi a Zayn apoyado en las escaleras.
          - Quiero irme - me dijo sin parecer muy contento.
          - Nos desped....
          - ¡No! - Zayn me cortó y al final decidí complacerle.
          El camino de vuelta a casa fue silencioso y bastante incómodo. De vez en cuando me miraba de reojo sin dirigirme la palabra. Cuando íbamos a entrar en mi casa decidió hablarme.
          - Tengo que volverme a Bradford - subió para hacer las maletas y yo me quedé en el mismo sitio esperándole.
          - Sólo tú sabes lo que te conviene - le dije cuando por fin bajó las escaleras.
          - Lo vi todo - puso una mano sobre mi cara acariciándola y me dio un beso en la frente - cuando aclares tus ideas ya sabes donde buscarme - salió sin que yo pudiera hacer nada.
          Después de que él se fuera subí a darme una ducha con agua helada. Era el único remedio para los malos pensamientos. Hoy había decidido plancharme el pelo. Hacía mucho tiempo que no utilizaba la plancha y por primera vez en muchos años me harté de mis ondulaciones. Me puse mi nueva ropa interior, era negra con un lazo blanco. Por encima me coloqué unos pantalones cortos azules vaqueros. En la parte superior me puse una camiseta de tirantes blanca con tres botones  desabrochados a la altura del pecho. Bajé descalza a la cocina. Me llené un vaso de agua y tiré una parte de la cortina de la ventana que daba a la casa vacía de al lado. Miré a través de la ventana y al otro lado vi movimiento dentro de la casa. Unas personas vaciaban el camión de la mudanza y disponían los muebles que aún conservaban el plástico que los caracterizaban por nuevos. Por lo visto tenía nuevos vecinos que se instalaban en la casa con muebles nuevos. O eran ricos o sería algún famoso que huya de la prensa en un pueblo alejado del mundo. Reí ante mi pensamiento poco creíble. 
          - Vaya par de tonterías sueltas - dije para mi misma y de repente tocaron al timbre - Hora de conocer a los vecinos - volví a decir y me dispuse a salir de la cocina - Debo dejar de hablar conmigo misma - abrí la puerta y solté un grito de la sorpresa.
          - ¡Sorpresa! - gritó Harry abriendo los brazos - ¿No vas a saludar a tu nuevo vecino? - preguntó sin parar de sonreír.
          - No me lo esperaba - le dí un abrazo - ¿Qué se supone que haces aquí? - le dejé sitio para que pasara. Entró a la cocina, cogió una bolsa de patatas Lays y se sentó en el sofá dejando las piernas sobre la mesita - Como en tu casa - ironicé y le dí una patada para que bajara las piernas.
          - Te lo quería contar pero después de lo de ayer  preferí que fuera una sorpresa - Harry parecía inquieto y miraba a todos lados - ¿Y Zayn?
          - Se fue - se sorprendió ante mi respuesta - Vio todo lo nuestro y me ha dejado para que aclare mis ideas.
          Harry no pudo evitar sonreír. Ahora Zayn lo sabía todo y no se había cabreado. Vivía a mi lado y yo estaba sola. Era como si leyera su mente. Le tiré un pequeño cojín que le rebotó en la cara haciendo que la bolsa de Lays parara al suelo. No pude parar de reírme. 
          - Te vas a enterar - me levanté del sofá y salí corriendo hacía la cocina. Él me persiguió y empezamos a dar vueltas alrededor de la mesa. - Para de reírte. No es gracioso. - dijo con una gran sonrisa en su cara.
          - Estas sonriendo - me paré y el me cogió por detrás - sí que es gracioso - empezó a hacerme cosquillas. 
          Puse mis manos sobre su pecho alejándolo de mi para que no siguiera haciéndome cosquillas pero era imposible. Su fuerza era superior a la mía. Cuando por fin dejó de hacerme cosquillas nuestros cuerpos quedaron muy pegados. Nos miramos a los ojos, él me acarició la cara con el dorso de su mano y me besó. En principio no cedí a su beso pero después me dejé llevar. Sus manos desprendían un calor irradiante. Poco a poco me iba separando de él pero él se acercaba cada vez que yo hacía un paso para atrás. 
          - No me parece bien - tomé aire pero después volví a besarle. 
          - No me eches la culpa de cosas que tu empiezas y que tu quieres - dijo mientras me abrazaba por la cintura.
          - Estos días estoy vulnerable y tú sabes aprovecharte - desvié mi mirada hacía el suelo pero con sus dedos levantó mi barbilla hasta que mis ojos estuvieran puestos en los suyos.
          - Eres vulnerable a mi, que es diferente a lo que tu dices - volvía a hacerse el gracioso conmigo. Se acercó a mis labios pero puse un dedo sobre ellos.
          - Uno por día, ¿recuerdas? - recalqué las mismas palabras que hace un día él me había dicho.
          - Cierto, pero de alguna manera tengo que recuperar los días hemos estados "separados" - está última palabra la dijo mientras formaba unas comillas con sus dedos.
          - No se devuelven los retrasos - me encogí de hombros y empecé a reírme. - Demándame.
          - El juez ha dado sentencia. Cancela cualquier trato que hayamos hecho antes del día de hoy - se acercó a mi pelo oliéndolo y jugando con él.
          - Aún puedo recurrir a la orden de alejamiento - bromeé.
          - No serás capaz - dijo haciéndose el ofendido.
          - Ponme a prueba - lo desafié. 
          Me cogió en brazos y me llevó al jardín trasero donde tenía una piscina, algunas hamacas y varias tonterías más. Me dio un beso en la mejilla y posteriormente me tiró a la piscina. Él empezó a reírse y mientras estaba desarmado lo cogí por los tobillos y lo tiré al agua.
          - Esto no quedará así - se acercó a mi y lo salpiqué con agua - Primero rechazas mis besos, después me recuerdas mi trato, posteriormente gano en un juicio pero sigues imponiendo tus reglas y ahora me tiras a la piscina - dicho de esta manera me pintaba como una Cruela de Vil.
          - No sabía lo frágil que eras - le rodeé el cuello con las manos y fingí que lo besaría pero finalmente le volví a tirar agua. 
          Nuestra "relación" era un tanto extraña. Nos comportábamos como dos críos inocentes que no sabía a lo que jugaban pero sabiendo en cualquier momento donde poner las barreras. Quizás era una relación amorosa pero era una relación placentera. Cuando pasaba cualquier tiempo a su lado era como si todo lo demás no existiera, y todos los problemas desaparecieran. Sí, nuestra "relación" era especial pero me gustaba.














Nota: Os deseo una FELIZ NAVIDAD. Espero que lo hayas disfrutado como nadie y que os hayan regalado muchísimas cosas porque os las merecéis. 



sábado, 22 de diciembre de 2012

A new life cap.25


Narras tú.
          Llegamos a la casa de Louis los primeros, eso era raro en nosotros. Los próximos en llegar fueron Liam con su amigo Andy y por último Niall con Paula. Eleanor llegó poco después de Liam pero venía sola, y Harry ya estaba en la casa cuando nosotros llegamos.
          - ¿Y tú novia? - le pregunté cuando por fin nos dejaron a los dos solos.
          - Ya no tengo de eso - se inmutó sin siquiera mirarme.
          - No te preocupes ahora por eso - puse mi mano en su hombro y dio un respingo - porque llegará la chica que de verdad te merezca. - oí un pequeño suspiro que provenía de la puerta de la cocina.
          - ¿Podéis ayudar? - era Louis.
          - ¡Claro! - Harry y yo respondimos a la vez y nos reímos.
          Louis no se veía muy aceptable con lo que acaba de pasar. Era raro en él que no se riera con cosas así pero tendrá sus motivos. En la cocina estaban todos preparando la comida y demás cosas. Eleanor se acercó a mi.
          - ¿Y Danielle? - me susurró al oído para que nadie nos oyera.
          - Más tarde te cuento - volvimos cada uno a nuestras tareas.
          Por la noche pusieron música y cada uno iba a su bola, a mi me apetecía de todo menos fiesta. Si vine aquí fue por ellos, necesitaban pasarlo bien pero en ningún momento prometí pasarlo bien. Salí al jardín trasero cuando nadie me vio y en la hamaca azulada estaba sentado Harry. Por lo visto él tampoco tenía ganas y humor de fiestas. Fui por detrás suya, le di un beso en la mejilla y me senté a su lado. Me miró a los ojos, y sus ojos esmeralda estaban brillando más que nunca.
          - ¿Por qué no estás dentro pasándotelo bien? - le pregunté.
          - Ya se divierten ellos por mi - me volvió a mirar - ¿y tú?
          - Todavía no estoy dispuesta a superarlo - empecé a llorar - y sé que pasó hace bastante tiempo pero aún lo tengo aquí dentro - toqué el corazón con mi mano.
          - No podías hacer nada para evitarlo - me cogió la mano con la que aún seguía tocando mi pecho y la apretó con cariño - porque cuando tienen que pasar, pasan y nosotros no somos quien para evitarlo.
          - Podía haber pasado más tiempo con ella pero ¿qué hice? La dejé sola cuando más me necesitaba.
          No podía parar de llorar. Harry me acarició con dulzura el pelo y yo me dejé caer sobre su hombro.
          - Llora, necesitas desahogarte - me dio un beso sobre el pelo. - ¿Te preocupa algo más? - con Harry podía desahogarme.
          - Zayn me ha pedido que me quede a vivir con él. - sorbí por la nariz - He dejado de lado una gran oportunidad en mi vida por él y siento que él no sabe apreciar el gran sacrificio que he hecho. - me miró dubitativo - Rechacé una beca para acabar mis estudios en Praga con uno de los mayores productores de la Teen Vogue. 
          - Eres tonta - me sobresaltó su reacción - pero muy tonta. Sabes de sobra que él te esperará. Si habéis estado tanto tiempo separados por un año no se va a morir, te lo aseguro. - se acercó a mi y me dio un beso en la nariz. - Yo lo protegeré por ti - me sonrió, sus hoyuelos eran tan perfectos. Sus hoyuelos eran algo diferente a este mundo. Sonreí inevitablemente y por impulso le dí un beso. - Lo siento - me separé de él y puse la mano sobre su pecho. Su calor me hacía impotente.
          - Tu tampoco lo has olvidado - levanté la vista hasta volver a encontrarme con su sonrisa.
          - Esto no es lo que tu piensas - lo cogí de la mano - y ahora vamos dentro.
          Me hundí en mi mundo. Ahora más que nunca tenía que aceptar esa beca. Sería mi única salida. Mi mente volvía a ser un bombardeo de preguntas y de dudas. Pensé que lo de Harry ya era historia pero por lo visto las cosas no habían cambiado. Lo peor de todo era que yo lo había empezado todo. ¿Sería esto una señal? Desperté de mis pensamientos hasta estar dentro bailando junto a Liam.
          - Te veo preocupada - afirmó este.
          - Preocupaciones fuera - le sonreí, hice un gesto raro y nos reímos.
     
Narra Harry.
         Necesitaba bebida y la cocina era el único lugar donde podría encontrarla. Giré la puerta y dentro estaban Zayn y _____ hablando. Antes de que pueda dar media vuelta oí parte de su conversación. Ella le comentaba que necesitaba esa beca y él con voz triste pero pícara le decía que no pasaba nada ,era todo comprensible y blablabla. 
          - ¿Qué cotilleas? - Andy se pegó a mi lado y dí un respingo del susto.
          - Bebida ... espera, ¿qué cotilleas tú? - me crucé de brazos y él se encogió de hombros. Justo en ese momento salieron los dos de la cocina. Los dos parecían un poco raros pero no quería comentar nada.
          - ¿Habéis dejado algo para los demás? - les preguntó Andy riendo y guiñando un ojo.
          - Cállate y vamos - lo empujé por detrás hasta desaparecer y dejarles solos. - ¿Puedes ser más entrometido? - solté un bufido - Siendo tú te lo perdono.
          - ¿Qué hacéis, pequeños carrots? - gritó Louis eufórico. Por lo visto ya iba más borracho de lo normal.
          - ¡Louis, para de beber! - Eleanor iba persiguiéndolo e intentado quitarle la bebida.
          - Préstame las llaves del coche - apareció Liam delante mía sobresaltándome - ¡Rápido!
          - Pero ... - le entregué las llaves y salió como una bola - ¿qué pasa? - dejé la pregunta suspendida en el aire. 
          - Lo ha llamado Danielle - contestó Andy aún riéndose - ¡Oops! No debí decir nada. - se le escapó y de repente le entró el hipo.
          - Estáis todos locos. - salí fuera - ¡Locos! - grité para nadie. Me volví a sentar en la hamaca de antes y recordé su beso. Fue ella la que se lanzó. Ella tampoco lo había superado. De repente sonreí como un completo idiota. 
          - ¿Y esa sonrisa? - una voz dulce me volvió a sobresaltar por décima vez hoy. La diferencia entre su voz y la de los demás era que la suya me ponía los pelos de punta y la piel de gallina. - ¿Te comió el gato la lengua?
          - No metas a los gatos en eso porque es jugar sucio - le contesté mirándola - ¿No piensas sentarte?
          - Es lo que llevo haciendo toda la noche. Sentirme mal, salir aquí, encontrarte, sentarme en una hamaca, besarte y después salir huyendo - suspiró aún sonriendo - Espero que no sea un ciclo porque no me gustaría repetirlo sin parar día tras día - al final se sentó a mi lado.
          - Sería una sensación placentera, hay que reconocerlo - respondí a su propuesta encogiéndome de hombros.
          - Eso no puede negarse - sonrió pícara. Me acerqué a su boca pero el beso decidí dárselo en la mejilla.
          - Uno por día, no hay que abusar - le dije riéndome y ella me dio un empujón cariñoso.
          - Eres muy pillín, ¿eh? Creo que eres así con todas, por eso caen todas en tus brazos como mantequilla - ahora era ella la que se reía y le hice cosquillas.
          - Eres la única - le dí un beso en el cuello y noté como su piel se erizaba - pero todas las chicas son únicas - puntué gracioso.
          - No cambiarás nunca - negó con la cabeza mientras sonreía.
          - ¿Debería cambiar? - le pregunté todavía con las manos rodeando su cintura. Ella negó con la cabeza  y le volví a dar un beso en el cuello - ¿Te acompaño dentro? - me levanté y le entregué la mano la cual cogió cariñosamente.
         - Eres un caballero - se levantó de puntillas y me dio un beso en la mejilla.
         

martes, 18 de diciembre de 2012

A new life Cap.24


Narra Harry.
          Lo mío con Lina no acabó muy bien. La última vez que nos vimos acabamos mal y no hay manera de que me perdone. Ella tendrá razón, a lo mejor no sirvo para esto. El amor sólo se lo dediqué a una persona y por lo visto no estaba dispuesto a entregárselo a otra persona.
          - ..... pienso que es una buena idea para vernos todos antes de despedirnos un año - desperté de mis sueños y sólo pille la mitad de la frase que Louis me dirigía.
          - ¿Qué? - Louis me fulminó con la mirada - Lo siento, no estaba atento.
          - Sabía que no me escucharías - suspiró y volvió a hablar como si nada hubiera pasado - ¿Estabas pensando en Lina? No sé para que pregunto si sé la respuesta.
          - No es eso - ahora fui yo el que suspiró - Ni si quiera me coge el teléfono. - volví al tema principal - ¿Quieres decirme que idea tenías?
          -  Pensé en hacer una fiesta en mi casa con todos - sacó una libreta y empezó a escribir - Con todos me refiero a Zayn, Niall, Liam, tu y yo. Después vendrían Eleanor con una amiga suya, Niall se podría traer a Paula antes de que se vuelva a España, _____ , Liam si quiere puede traerse a Andy o alguna amiga, y tu lo mismo, te diría que trajeras a Lina pero .... 
          - Me parece una idea genial - lo corté antes de que dijera algo inapropiado - Creo que saldrá todo genial. Tus ideas nunca fallan.
          - Algún día tendrás que hablar de ello. - cerró la libreta y puso sus cinco sentidos en mi - Sé que algo ha ido mal y no me creo que Lina haya dejado de hablarte así porque sí.
          Louis era mi mejor amigo y no podría engañarlo por mucho tiempo. Algún día tenía que salir a la luz mi torpeza y confiaba enormemente en Louis y no diría nada a nadie. 
          - Ahórrate los sermones, por favor. - empecé - Está mal, lo sé pero es inevitable. Esto es una fuerza mayor que yo, me carcome por dentro. - tomé una pausa para ver como Louis digería las palabras - Fue hace dos semanas. Estábamos en la cafetería de su pueblo, cuando nos íbamos a despedirte le dí un beso y le grité " Te quiero, _____".
          - Pensé que eso lo habías superado - Louis me interrumpió alterado.
          - Yo también pensaba eso. Total, que me dio una bofetada y se cabreó. Intenté llamarla para pedirle disculpas pero no me lo cogía. - bajé la mirada ante los ojos impactantes de Louis - Por lo visto aún no estoy dispuesto a superar que ella no sea mía. 
          - Ella está con Zayn y - puso una mano en mi hombro consolándome - no puedes hacer nada para evitarlo. Esto surgió así y no cambiará. Siento tener que decirte esto pero no es para ti, te has enamorado de la chica equivocada.
          Me dolían sus palabras pero tenía toda la razón del mundo. No tenía pensado abrir la boca pero aún me quedaba una oportunidad de intentarlo. Ahora más que nunca estaba emocionado por esa fiesta.
          - No más locuras - Louis me miró a los ojos como si leyera mis pensamientos - promételo.
          - Lo prometo - crucé los dedos detrás de la espalda - Ahora a planear la fiesta.
          Louis volvió a sacar la libreta y empezó a escribir todas las cosas que necesitaría. Bebida, música, adornos y sobretodo comida. Al poco rato cogimos el teléfono y los llamamos uno por uno. Todos dijeron que sí. Él más ilusionado era Niall. Por fin conoceríamos a su princesa. Yo me encargué de llamar a Zayn y a  _____ pero no contestaban. Lo volví a intentar pero nada.
          - Más tarde lo intentamos - cogimos las llaves del coche y nos fuimos al supermercado - Mañana será un gran día y lo mejor es que se quedarán a dormir. - antes de poder contestarle al éxtasis de Louis recibí una llamada de Zayn.
          - Tío, te había llamado para ver si mañana querías venir a la fiesta. - le dije sin dejar que saludara.
          - Hola Harry - era _____. Me quedé de piedra y no sabía que decir. 
          - Trae - Louis me cogió el móvil - Ya hablo yo. Hola cariño - la saludó de forma cariñosa - Está bien, le ha dado un ataque de los suyos pero nada grave - intuí que hablaban de mi. - Harry y yo pensamos en organizar una fiesta mañana para todos nosotros y os quedaréis a dormir. ¿Os apuntáis? Perfecto. - Louis colgó y me devolvió el móvil - Tienes que superarlo.
          - ¿Qué ha dicho? - pregunté pasando de lo que decía.
          - Vendrán, no te preocupes - me revolvió el pelo mientras aparcamos.

Narras tú.
          Me desconcertó hablar con Louis por teléfono. La reacción de Harry era un poco rara pero siendo él todo era muy normal. Le expliqué a Zayn lo de la fiesta y estaba más que encantado. Niall al poco rato me llamó hiperactivo. 
          - Por fin conoceremos a su chica - Zayn me ayudaba a recoger las cosas de mi madre.
          - No me imaginaba el momento en el que daría la cara con la chica que lo hace tan feliz - sonreír inevitablemente al recordarlo.
          - Sólo hay dos chicas que lo hacen feliz - contestó Zayn - Tu eres la principal. ¿Esto también? - me enseñó una de las camisetas preferidas de mi madre. Era blanca con una paloma negra dibujada en el centro.
          - No, esa no. - la cogí y la dejé encima de la cama - Era su preferida y la quiero como recuerdo.
          Estábamos recogiendo la ropa y algunas cosas de mi madre. Íbamos a donarlas a una ONG. Me dolía desprenderme de sus cosas pero era necesario para empezar una nueva vida. Mientras cogía un collar suyo sentí como toda la habitación se movía y desaparecieran poco a poco todas las cosas. El suelo temblaba y se movía como si fueran arenas movedizas. Intenté buscar la cama con la mano pero no encontraba nada. De repente todo se volvió negro y en mi cabeza apareció su imagen. Podía oír a Zayn gritando mi nombre pero lo oía alejado, como si se fuera corriendo o yo me hundiera en las profundidades. Lo único que recuerdo fue caer al suelo, oír un fuerte estruendo y un fuerte olor a alcohol. Abrí los ojos mientras arrugaba la nariz molestada por el olor a alcohol. En frente de mi cara estaba Zayn con un trozo de algodón acercándolo a mi nariz y a su lado estaba Niall con los ojos cerrados y cogiéndome de la mano. 
          - Estoy bien - le empujé la mano en la que sostenía el trozo de algodón con olor a alcohol - Quita eso de mi cara o voy a vomitar - intenté levantarme pero Niall apretaba mi mano.
          - ¿A dónde crees que vas? - me preguntó abriendo los ojos como platos - Llevas dos horas inconsciente. 
          - Voy a llamar a Louis para decirle que no fue nada - Zayn cogió el móvil y salió de la habitación.
          - ¿Se lo habéis contado a todo el mundo? - elevé el tono de voz algo molesta.
          - Habíamos llamado para decirles que no íbamos a la fiesta y ahora llamará para tranquilizarlos. - contestó sin dejar de apretarme la mano.
          - ¡Zayn! - grité para que entrara, lo hizo con el móvil aún pegado a su oreja - Sí que vamos.
          - Pero .... - Zayn intentaba convencerme.
          - Pero nada. Necesitáis esta fiesta y no seré yo quien os prive de ir. ¿Me has entendido? - Zayn asintió pero Niall no cedía. - No te preocupes - se agachó hasta posar su cabeza sobre mi pecho. Le dí un beso en la frente.
          - ¿Qué fue lo que pasó? - preguntó con voz aguda, parecía que estaba llorando.
          - Mírame - le cogí por la barbilla y la levanté hasta que sus ojos estuvieran a la altura de los míos - No fue nada. Aún no sé porque me pasó pero estoy bien.
          - Tengo miedo de perderte, eso es todo - me dio un beso en la mejilla - Descansa - Niall salió y me dejó a solas con Zayn.
          Se sentó a mi lado y me cogió de la mano que Niall había dejado libre. Pegó su mejilla a la mía y se tumbó a mi lado posando su mano alrededor de mi cintura tapándome con mitad de su cuerpo. Puso su cabeza sobre mi pecho y cerró los ojos. Una mano la puse sobre su espalda y con la otra le acaricié el pelo. Era como una muñeca de porcelana que podría romperse. Le dí un beso en la frente y al oído le susurré un " te quiero". Él me contestó con un "yo también". Cerré los ojos y me quedé dormida por la magia y fantasía del momento.

       
       

sábado, 15 de diciembre de 2012

A new life Cap.23


Narras tú.
          Abrí los ojos molestada por los rayos de sol que traspasaban la cortina color azul pastel que colgaba de la ventana. Me desperecé y entré a la ducha decidida a que hoy sería mi día. Me duché con agua templada, aunque hiciera sol tampoco hacía mucho calor. Después de darle forma a mis ondulaciones bajé para preparar unas tortitas. Saqué el exprimidor y busqué algunas naranjas. Me disponía a exprimirlas cuando tocaron al timbre. Me ilusioné tanto que dejé todos a medias, el horno en funcionamiento, el exprimidor exprimiendo.
          - Buenos días, princesa - dejó las maletas en el suelo y me abrazó.
          - Pensé que no vendrías - fue despegarme de él y fundirnos en un tierno y apasionado abrazo.
          - ¿Qué huele? - Zayn arrugó la nariz y yo hice lo mismo.
          - Mierda - salí corriendo tropezando con la mesita y el teléfono fijo se estampó contra el suelo - ¡Se me queman las tortitas! - quité la sartén con más de la mitad de las tortitas quemadas.
          - Ya apago yo esto - Zayn apagó el exprimidor y echó en dos vaso algo que parecía zumo de naranja. - ¿Por qué tantas prisas? - dijo olisqueando en mi tarea de arreglar el desastre de las tortitas.
          - Por ti, idiota - le di un empujón con la cadera - Habrá que hacer otras tortitas. - busqué huevos y Zayn me miraba curioso - Podrías coger las maletas e instalarte - carraspeé.
          - Es que me encanta mirarte - me dio un beso en la frente y cogió sus dos maletas. Por el ruido de sus pasos alejándose suponía que iría a mi habitación. Una habitación que conocía de sobra. A la media hora bajó y desayunamos juntos. No sabía como decirle lo de mi beca, me sentía culpable de dejarle sólo pero no podía dejar escapar una ocasión así. - ¿Te preocupa algo? - se dio cuenta de mi repentino pensamiento.
          - No, nada - fingí una sonrisa - ¿Qué cosas querías proponerme? - cogí los platos para lavarlos y Zayn recogió la mesa y los demás chismes. 
          - Como seguro que Niall ya te habrá contado de nuestro año sabático - esperó una afirmación por mi parte y prosiguió -  tenía pensado un plan.
          - ¿Qué plan? - me dí la vuelta y lo salpiqué con el agua de colgaba de mis dedos.
          - ¿Te gustaría venir a vivir este año conmigo a Bradford? - mi cara cambió de una sonrisa a una sorpresa inesperada. Bajé la cabeza sin saber muy bien a que se refería. - No estoy diciendo que dejes de estudiar - se rió ante mi expresión - En Bradford hay una universidad buenísima de periodismo y podrías pedir el traslado - me esperaba cualquier cosa menos esto, ¿cómo le diría que no? No podía. ¿Qué haría con la beca?
          - Zayn - dije su nombre como un susurro - tengo que pensármelo. ¿No crees que vamos un poco rápido? - suspiré - Es verdad que cuando dos personas se quieren no hay obstáculos por en medio.
          - Te lo había propuesto para no estar separados pero yo iría contigo donde fuera - me cogió por la cintura, me dio un beso en la frente y yo me hundí con la cabeza en su pecho.
          - No sabía como decirte esto pero me había dado una beca erasmus para Praga - lo abracé con más fuerza.
         - Entonces acéptala - se separó de mi y me miró con sus dulces ojos y su dulce sonrisa no podía ser más brillante.  Sus palabras me hacían dudar.
         - Hay muchas cosas que no cuadran bien - salí de la cocina y Zayn me siguió. Iba a contestarle cuando llamaron a la puerta. Fui a abrir y Niall entró como una bala.
         - ¡Ayudarme! - estaba alterado, se sentaba en el sofá, se volvía a levantar y así hasta que prefirió quedarse de pie - Hoy voy .... ¿qué le ha pasado al fijo? Normal que no contestaras - cuando por fin empezó a hablar se interrumpió a si mismo. Zayn cogió el fijo y lo volvió a colgar. 
          - ¿Quieres hablar y dejar de interrumpirte? - lo cogí de las manos y los dos nos sentamos en el sofá. Zayn salió a fumar. No me gustaba que fumara porque cada cigarro le quitaba un minuto de su vida y de la mía ya que su vida era la mía.    
          - Te decía que hoy iría a ver a Paula. Es su último día aquí en Irlanda - suspiró - y acaba ya su intercambio - se le veía triste.
          - Siempre puedes ir a verla. - le animé - Recuerda que eres Niall James Horan Gallagher.
          Casi nadie lo llamaba por su nombre completo pero cuando alguien lo hacía en su cara de dibujaba una sonrisa de oreja a oreja.
          - Con tu dulce voz mi nombre suena más bonito aún - Niall empezó a reírse y yo hice lo mismo. - Creo que tienes razón. No la voy a dejar ir así porque sí. 
          - Este es el Niall que yo conozco.
          Estaba contenta por él, por fin había encontrado a alguien que merezca la pena. Siempre supe que era una persona muy especial y por lo visto ella sabía tratarlo como tal. Todas las cosas que Niall me contaba de ella hacía que yo la quisiera más y más. 
          - Si dudas en algo, decántate por la última opción. Si la primera opción te hizo dudar al enterarte de la segunda es porque no es lo bastante buena para ti. - me sorprendió su reacción y sobre todo sus palabras - Te mereces la felicidad y yo se donde está tu felicidad - me guiñó un ojo y supe a que se refería. - Ahora me voy porque sino no llego a tiempo - me dio un beso en la frente y lo acompañé fuera.
         - Gracias - le susurré al oído mientras le daba un abrazo - y mucha suerte.
         - Adiós Zayn - Zayn le devolvió el saludo y me senté a su lado en la mesa que había en el jardín.
Narra Zayn.
          Dejé a Niall hablando con _____, necesitaban intimidad y yo necesitaba ordenar mis ideas y pensamientos. Era todo tan confuso. Pensé que esto saldría bien pero cada día que pasa estoy más seguro de su inseguridad y de sus pensamientos. Sabía que estaba asustada y que necesitaba ordenarse todas las opciones. Sólo quiero lo mejor para ella pero la necesito a mi lado, seré egoísta pero es mía y no la quiero en otro lado que no sea el mío. 
          Los vi salir y darse un gran abrazo. La relación que ellos dos tenían era muy rara pero especial. Muchos querían tener una relación así, un lazo tan fuerte que no podría romperse.
          - Adiós Zayn - Niall se despidió de mi y yo hice lo mismo. _____ se sentó a mi lado y yo apagué mi cigarro. Sabía que no le gustaba verme fumar pero lo aceptaba.
          - Sí - su afirmación me desconcertó.
          - ¿Sí qué? - pregunté con miedo a decir algo que no debía.
          - Me encantaría vivir contigo. No hay opción mejor que pasar todo mi tiempo junto a ti. Sé que en Praga podré especializar más mis estudios pero también sé que no seré feliz. Bradford no tiene nada de malo. Bradford tiene a mi vida viviendo en ella. - me cogió la mano y me dio un beso en la mejilla. - Esperaba ver ese brillo - dijo sonriendo mientras me miraba los ojos.
          - Sinceramente, no me lo esperaba. ¿Estas segura? No quiero que por mi culpa te ..... - me dio un beso para que me callara.
          - Esto es una decisión mía y tu nunca serías el culpable de nada, sólo de mi felicidad.
          Le cogí su suave cara con mis manos y acerqué mis labios a los suyos. Sus labios tenían un sabor especial, era una mezcla de amor y de felicidad. No quería despegarme nunca de ella. 
          - Te quiero - me susurró despegándose de mi pero volvió a besarme. - Eres todo lo que me queda y no puedo permitirme perderte.
          - Sabes que no podría dejarte ir. - la abracé y ella se hundió en mi pecho.





Nota: Siento no haber subido capítulo en dos semanas pero si hubierais visto mi horario de exámenes os habrías desmayado. Pero ya he acabado y estos días prometo subir más a menudo. Por último, quisiera agradeceros que leáis mi pequeña novela. Es una cosa que me llena de felicidad y me encanta compartirla con vosotros. Posdata, os quiero.

sábado, 1 de diciembre de 2012

A new life Cap.22


Narras tú.
          Después de pasar el día con Niall guardando y ordenando todas las cosas de la casa decidí salir a dar una vuelta. Fuera hacía un sol encantador que pasaba por cada trozo de mi piel descubierta. El calor era soportable. Por las calles de Mullingar había poca gente pero decidí pararme en mi parque. Seguía como siempre, con sus jardines verdes y llenos de flores en su punto de vida. Los mismos bancos viejos pero llenos de historias. El mismo parque con sus toboganes y columpios. 
          - ¡_____! - sonreí al oír la voz de Micky.
          - Cariño - me agaché para estar a su altura y poder abrazarlo. Seguro que Liam estaría encantado de volver a verle. Era una de las muchas alegrías que tenía este parque.
          - ¿Dónde estabas? Te echaba de menos - Micky tenía ya siete años, era un mini Harry, los mismos ojos, los mismos hoyuelos y el mismo pelo. 
          - Estuve estudiando pero aquí estoy - él me cogió de la mano y me llevó a nuestro sitio de siempre para jugar. Cuando iba aquí al instituto pasaba casi todos los días jugando con Micky. A veces su madre me lo dejaba para cuidarlo. Jugué con él una media hora - Tengo que ir a comprarme ropa. Más tarde jugamos - le di un beso en la frente y lo dejé jugando con los demás mientras yo seguía mi camino al centro comercial.
          Las tiendas estaban casi vacías. No era una ciudad  muy poblada pero aún así había un centro comercial muy grande. Me compré varios pantalones cortos y largos, camisetas y jersey, todo tipo de ropa que puede necesitar una chica. 
          Entré a un Starbucks que había en la planta superior. Era el único lugar que estaba abarrotado de gente. Pedí mi café con leche y me senté en una de mis mesas favoritas. Estaba justo al lado de la entrada pero un poco alejada de todas las demás. Ahí solía sentarme con todas mis amigas. Todas ellas se había ido, ya no sabía nada de ninguna. Las echaba muchísimo de menos pero algún día todo esto tendría que pasar.
          Saboreé a trocitos mi café. Vi a una persona muy familiar entrar al Starbuks. ¿Cómo no pude reconocerle? Era mi pequeño Sean. Se dio una vuelta y lo saludé con la mano mientras él me sonreía. Me hizo un gesto con la mano para que esperara. Se pidió un café y se sentó a mi lado.
          - ¿Cómo tú por aquí? - me dio un beso en la mejilla izquierda. Estaba muy feliz de volver a verle.
          - Todas las vacaciones vengo aquí ... no sé como aún no lo sabías - seguí saboreando poco a poco mi café. - ¿Cómo te va la uni? - Sean estaba estudiando ingeniería genética. Nunca pensé que algo así se le podría dar bien pero por lo visto me tuvo engañada todos estos años.
          - Cada año que pasa es más difícil pero de momento las tengo todas aprobadas y con buenas notas - sorbió su café como de costumbre haciendo ruidos raros. - Me han dicho que te queda un año y ya acabas periodismo. Dichosa tú. - su carrera tenía cuatro años y después el doctorado otros dos años.
          - Eso te pasa por elegirte esa carrera tan rara - le di un empujón cariñoso y nos reímos.
          - ¿Cómo lo llevas todo? - sabía a que se refería y ya había pasado bastante tiempo como para tomármelo bien. Él notó mi cambio facial - Lo siento, no quería ....
          - No te preocupes, algún día tendré que hablar de todo - suspiré - Lo llevo bien. Cuesta separarse de alguien que quieres pero aprendes a vivir con su recuerdo. - miré la hora y ya eran más de las ocho. Había quedado con Niall para comer a las ocho. Fue como una telepatía porque al momento recibí su llamada - Niall, ya voy, tranquilo - le colgué sin darle más explicaciones. - Pronto nos vemos - le di un beso en la mejilla y me despedí de él.
          - Hasta la próxima - me dedicó una sonrisa y de repente gritó - ¡ Me tienes que informar de más cosas!
          No pillé lo que quería decir pero sabiendo lo cotilla que era Sean podría ser cualquier cosa, desde que comí ayer hasta con quien estuve la otra noche. Negué con la cabeza mientras me reía. Terminé mi café y tiré el vaso de plástico a un contenedor que había cerca. Cuando llegué a casa de Niall pude sentir ese olor y sentimiento familiar que rodeaba toda su casa. Aunque sus padres se hubiera divorciado y él viviera sólo con su padre, su casa siempre era muy acogedora. 
          - Pasa, tenemos visita - Niall ni me dejó tocar al timbre porque ya abrió.
          Entré al salón siguiendo los pasos de Niall y en el sofá vi unos ojos color chocolate que me sonreían. No me esperaba ver a Liam aquí. Salté a sus brazos y nos fundimos en un largo abrazo. 
          - No me esperaba verte aquí - nos separamos de nuestro abrazo y nos miramos. Él era uno de mis grandes amigos. Se lo podía contar todo y él hacía lo mismo. - No sabes como me alegro de verte. - yo no podía dejar de sonreír y los dos se rieron de mi reacción.
          - Decidí visitar a Niall y me dijo que estabas por aquí así que esperé a verte - eso significaba que se quedaría solo por hoy. Nos sentamos los tres en el sofá y me fijé en sus ojos. Ya no tenían ese brillos que solía tener.
          - ¿Quieres hablar? - sabía que algo no iba bien y Niall me pellizcó por haber abierto la boca. Él también sabía que algo no iba bien y seguro que sabía de que se trataba. Ahogué un pequeño grito por el dolor del pellizco. 
          - Danielle .... - le temblaba la voz mientras pronunciaba el nombre de su novia ¿o su ex? 
          - ¡A cenar! - gritó el padre de Niall antes de que yo pudiera decir ninguna tontería más. 
          Había espaguettis con salsa carbonara de primer plato, de segundo plato había sopa de estrellas y de postre había profiterolis. Comimos en silencio. Bueno, "silencio". Porque Niall sacaba sonidos por su boca siempre que podía pero no se le entendía nada. Liam y yo intentamos ayudar al padre de Niall a recoger la mesa pero no nos dejaba.
          - Para eso está Niall - dijo cuando se lo propusimos. Niall puso una cara rara pero lo ayudó sin rechistar. Liam y yo seguíamos sentados detrás de la mesa mientras ellos recogían.
          - Danielle y yo lo hemos dejado - me sacó el tema de repente y a Niall se le cayó un plato al escuchar que por fin se atrevía a decirlo. - No me digas nada, por favor. Es mejor así - no sabía que decirle y él tampoco quería que yo dijera nada. Lo único que pude hacer fue darle un fuerte abrazo.
          - ¿Me ayudarías con algo? - le pregunté y el asintió sonriente al ver que cambiaba de tema - Me han dado una beca Erasmus para Praga y no sé que hacer - le susurré al oído para que Niall no nos escuchara - Sé que este año lo tendréis libre y Niall estará sólo. No quiero dejarlo sólo - suspiré y después me acordé de Zayn - Zayn no sabe nada y tampoco quiero dejarlo así ....
          - Acéptala - me afirmó sin dudar - Niall estará bien, pasará algunos días en mi casa, estará con su padre. Y Zayn no se morirá, se harán compañía el uno al otro - esa última idea me hizo reír.
          - ¿De qué os reís vosotros dos? - dijo Niall recogiendo el plato que había roto.
          - Quiero un plato nuevo - le comentó su padre - pero que sea igualito a este. - Niall suspiró mientras recorría mental algún sitio donde encontrar un plato como ese.
          - Pero si este plato es de la Edad Media, a no ser que me des una máquina del tiempo no sé donde encontrarte uno igual - todos nos reímos de su comentario incluido su padre.
          Liam al poco rato se fue al aeropuerto y se fue a Wolverhampton. Me hubiera encantado que se quedara unos días más pero por lo visto tenía planes con su madre. Yo me fui a mi casa tranquila. No podría aguantar pasar las noches yo sola en una casa tan grande pero no tenía otro remedio que acostumbrarme. Abría la puerta y dejé las llaves sobre la encimera. Tenía un mensaje en el contestador.
          - " Mañana iré a pasar el verano contigo. Tengo algunas cosas que comentarte. Te quiero, Zayn"
          Me duché mientras recordaba sus palabras y su último "te quiero". ¿Cómo podía depender de una sola persona? ¿Cómo podía girar todo mi mundo alrededor de una sola sonrisa? Siendo él todo es comprensible. Me acosté pensando que mañana ya no estaría sola.







   





Nota: Siento tardar tanto en subir capítulo. Tengo muchísimos exámenes. Estaré así la semana que viene y la otra pero cuandoa cabe prometo recompensaros. 

viernes, 23 de noviembre de 2012

A new life Cap.21


Narras tú.
Cogí mi bolso marrón, me lo eché al hombro, me puse las gafas sobre mi pelo como si fuera una diadema y salí del apartamento no sin antes cerrar la puerta con llave. Clara se había ido hace unas horas y yo estaba esperando mi taxi. Al cabo de diez minutos llegó el taxi, el taxista habló amable.
- Buenos días, señorita - me devolvió una sonrisa a través del espejo retrovisor. - ¿Hacia dónde?
- Buenos días - seguí sonriendo - Al aeropuerto.
- ¿Va a viajar? - asentí mientras el metía el coche en marcha y arrancaba - ¿Sin maletas?
- Bueno ... a donde voy tengo todo lo que necesito - suspiré acordándome de todas las cosas que habían pasado.
- ¿Está bien? - el taxista era un hombre entrado en edad, se notaba en las pocas canas que cubría su calva. Sus ojos  que eran azules lleno de algún brillo y esperanza estaban posados en mi mientras que sus manos fuertes  le daban vueltas y vueltas al volante.
- Sí - corté en seco la conversación. 
No me gustaba que la gente se preocupara por mis problemas y menos gente desconocida. Mis problemas eran míos y sólo míos. Pasada la media hora llegamos al aeropuerto, le pagué y antes de que pudiera salir me volvió a hablar.
- Buen viaje - sonrió y le dí las gracias con un gesto de cabeza.
Llegué antes de lo previsto por lo que me senté en una silla de espera. El aeropuerto estaba lleno de gente que salía, entraba o se paraba. Mientras esperaba decidí sacar mi libro y seguir leyendo. 
- ¿Está ocupado? - me preguntó una voz grave pero con un sentimiento que llamaba la atención.
- No - le contesté sin levantar la cabeza y sin inmutar mis ojos del libro. 
Sentí como tenía los ojos posados en mi y poco a poco levanté la cabeza para mirarlo. Vestía de manera informal con un tono urbano, su gorra de obey destacaba entre su atuendo. Analicé su rostro, no era ni moreno ni pálido. Su boca era grande en la que podía diferenciarse unos dientes blancos y rectos y unos labios carnosos. Sus ojos eran marrón chocolate y lo único que podía identificar en su pelo era el color castaño claro. Él estaba siguiendo el mismo proceso que yo y esperé a que terminara. Tenía una bonita sonrisa.
- Soy Javier - me tendió una mano. Dudé un momento en que debía hacer pero al final me decidí a seguirle la corriente.
-  _____ - me seguía sonriendo mientras me estrechaba la mano. Su mano cálida cubría de frío a mi mano congelada. Aunque estuviéramos a principios de verano siempre solía tener las manos frías. 
Volví a centrarme en mi libro pero Javier no me quitaba la mirada hasta que volvió a hablar.
- ¿Eres de por aquí?
- Los pasajeros del viaje 324 con destino a Mullingar que embarguen por la puerta 4 - oí decir por megafonía, guardé mi libro en el bolso y me levanté dirigiéndome a mi puerta.
- Mi vuelo - me fui alejando - Hasta otra - entré en el avión y me senté en mi asiento. Esta vez fui yo personalmente la que pidió un asiento al lado de la ventana. Tuvo que pasar una desgracia así para quitar mi miedo a los aviones. - Espero que estés viendo esto, mamá - sonreí para mi misma.

Por fin llegué a mi ciudad. Salí en busca de algún taxi mientras contemplaba mi maravillosa ciudad. No había cambiado en nada. Cogí un taxi y en silencio me llevó a mi casa. Los taxistas irlandeses no eran tan extrovertidos como los españoles. Les tenían miedo a las personas, esa fue mi primera idea al verles tan rígidos, no sólo a los taxistas sino a todo el mundo. 
Observé el pequeño jardín de mamá que seguía floreciendo cada día más. Las flores cada día eran más bonitas. El señor Horan había hecho un buen trabajo. Entré en la casa por detrás y oí unos pequeños ruidos provenientes de la cocina. Dejé mi bolso en silencio en el sofá, cogí el primer jarrón que pillé y con paso lento me acerqué a la cocina. Fuera quien fuera no pintaba nada aquí. Cuando entré a la cocina pude divisar una figura alta y robusta, con pelo rubio canoso. 
- ¡Señor Horan! - dejé el jarrón sobre la mesa y me abalancé sobre él dándole un gran abrazo.
- Pequeña - me dio un beso sobre el pelo. Nos sentamos en la mesa de la cocina. - No te esperaba por aquí.
- Tocaba ya venir - el padre de Niall había sido como un padre para mi y ahora que ya no me quedaba nada en este mundo él y Niall eran mi familia. - ¿Qué tal todo por aquí? - observé la cocina y todo seguía como siempre. Había algunos cambios en la distribución de algunos objetos como cuchillos y cazuelas. Supuse que todo eso sería obra de Niall.
- Sé en que estás pensando - dijo el señor Horan mirando en la misma dirección que yo - Estos días Niall me "robaba" - hizo los gestos de las comillas con los dedos - las llaves y venía aquí para comer. - suspiró - Este chico no tiene remedio - me salió una sonrisa de satisfacción al saber que Niall también echaba de menos todo esto - Sabía que ibas a venir pero no sabía cuando. Está haciendo la compra para que tengas provisiones para un tiempo - me sonrió y posó una mano sobre mi hombro - Te echábamos de menos.
- No sabéis como he echado de menos todo esto - ahora fui yo la que suspiró - No veía el día en el que volvería.
Oí ruidos en la puerta de entrada y unas bolsas que sonaba con el roce de su ropa. Supuse que eran Niall. Efectivamente, era mi pequeño duendecito. Él dejó las bolsas en el suelo, en realidad se le cayeron. Yo me abalancé a por él, no me contenía las ganas de tocarlo, abrazarlo, de saber que era mío. Lo rodé con los abrazos por el cuello, y el hizo lo mismo alrededor de mi cintura. Nos apretamos con fuerza pero con cariño. Le dí un beso en la mejilla y me aparté para mirarle una vez más sus celestes ojos. 
- ¿Por qué lloras? - le limpié una lágrima con la yema de los dedos mientras él expulsaba otras.
- La echo de menos - dijo refiriéndose a mi madre - Ella era el tú que tenía aquí y ahora os habéis ido las dos. ¿Qué me queda? Nada. Sólo esta casa vacía con vuestro olor por todos lados - su discurso me llegó al alma y lloré como una niña desconsolada.
- No estás sólo - volví a hundirme en sus brazos - Tienes a los chicos, has estado todo el tiempo con ellos.
- Pero aún así, ellos no son tú y por mucho que lo intento no podré dejar de venir aquí. Es mi locus amoenus, no hay nada en el mundo que describa mi vida más que esta casa - me sentí culpable.
- Nunca fue mi intención abandonarte - el padre de Niall había desaparecido - No lo volveré a hacer, me trasladaré aquí, acabaré aquí la universidad, rechazaré la beca que me han concedido, no puedo dejarte así. - se me encogió el corazón.
- ¿Qué? - me cogió de los hombros y me dio un beso en la frente - No seas tonta, acepta todo lo que te den. ¿Es la beca Erasmus? - asentí y volvió a llorar.
- No, por favor. No vuelvas a llorar. - cada lágrima suya era como una puñalada en mi pequeño corazón.
- Lloro de felicidad, tonta. Te lo mereces todo. - volvió a coger las bolsas y las depositó sobre la encimera. Lo ayudé a sacar todas las cosas y a ponerlas en su sitio - No sabes como me alegro de que por fin estés aquí.
- Vamos - le di un leve empujón y nos sonreímos mutuamente. 

sábado, 17 de noviembre de 2012

A new life Cap.20


Narras tú.
Hoy era mi último día, el padre de Niall me prometió que cuidaría del jardín de mi madre y procuraría tenerlo todo en orden. 
- Yo me quedaré unos días más por aquí - me afirmó Zayn mientras me ayudaba a limpiar y a recoger ciertas cosas. Las cosas de mi madre las dejé tal y como estaban, de momento no tenía fuerzas suficientes como para quitar todo aquello que le pertenecía. 
- Tengo tres copias de las llaves, mi padre se dejó las suyas, James me dijo que ya no las necesitaba y las mías. - miré las llaves de mi madre y Zayn sugirió una gran idea.
- Las llaves de tu madre podrías dejarlas aquí, en su cofre como un objeto sentimental para que ella siempre sepa que este es su lugar y siempre será bienvenida - no pude hacer otra cosa que sonreír. Zayn tenía pocas ideas pero las que tenía eran brillantes.
- ¡Eres genial! - el me dejó sola mientras guardaba esas llaves. Para unos eran unas simples llaves pero para mi eran un objeto que me llevaría a la tumba. 
Bajé junto a Zayn para guardar todas las maletas en el coche, él me llevaría al aeropuerto y se quedaría unos días más para arreglar todos los papeleos de mi madre. No se lo que haría sin él. Su ayuda era inmensa.
- No sé como agradecerte el apoyo que me estás dando - le dije mientras le pasaba una maleta.
- Ahora somos uno y estamos para ayudarnos mutuamente - dejó la maleta en el maletero, me cogió por la cintura y me dio un beso en la frente. Yo me acucurré en sus brazos.
- Vamos parejita - Niall se metió en metió separándonos - ¡Yo también quiero! - nos abrazó a los dos y nos reímos.
- ¿Cuándo volverás? - preguntó Zayn sin moverse del sitio mientras que Niall ya estaba en el asiento trasero sentando impaciente.
- ¿Por qué no me visitáis algún día? - le contesté con otra pregunta.
- No quiero que te vayas pero vayámonos ya - Niall se impacientaba.
Arrancamos y el trayecto hasta el aeropuerto lo pasamos hablando de tonterías, sinceramente el único que hablaba era Niall y nosotros solo nos reíamos. Mientras nos despedíamos en el aeropuerto muchas personas se quedaban plantadas, con la boca abierta mirando a los chicos, algunas suponían que eran ellos pero sólo se limitaban a mirar. Zayn me abrazó y me susurró al oído.
- Pronto nos veremos - me dio un beso suyo que siempre me llevaba al más allá. - Te quiero.
- Os quiero muchísimo - abracé a mi pequeño monstruo y le di un beso en la mejilla - Portaos bien. Por cierto, saludar a los demás. - me subí al avión, por segunda vez en mi vida sin miedo alguno.

Narra Clara.
Ya había pasado más de seis meses y quedaban unos días escasos para nuestras vacaciones. _____ volvería a Mullingar para arreglar todas las cosas de la casa y las pertenencias de su madre. Yo me iría con Carlos y sus amigos de crucero, pasaríamos otro viaje increíble. 
- ¿Preparada? - le grité a _____ que estaba inmutable delante del portátil sin ninguna maleta preparada - ¿Es qué no te vas a ir?
- ¡Chs! - ella seguía moviendo los ojos como símbolo de lectura. Cuando terminó empezó a hablarme - Sí, me voy pero no llevaré ropa ni cosas así. Si hace falta me compro ropa pero estoy harta de llevar maletas arriba y maletas abajo.
- ¿Qué leías? - pregunté curiosa.
- Es una beca que me han dado pero no se si aceptarla - era la primera beca que ella había pedido, según me había contado, aunque creo que eso de dejar Mullingar para terminar los estudios en Madrid fue otra beca.
- ¿De qué trata? - yo me podía considerar como la persona más cotilla que había en la vida de _____.
- Erasmus. 
- ¿Dónde? Mejor dame todos los detalles sino me podría pasar una vida entera preguntándote.
- Clara, siéntate - me senté a su lado en la cama y ella empezó a contármelo todo - Como el año que viene es nuestro último año decidí pedir una beca Erasmus para Praga y no sabía que me la aceptaría. Si la acepto me tendría que ir en septiembre hasta febrero. - quería preguntarle el porque de sus dudas pero ella ya se la veía venir - Sería una gran oportunidad para mi pero no me siento en condiciones para irme a otro país así de repente.
- Si te vas, podrás desconectar y tener otras preocupaciones. Podría ser bueno para ti en todos los sentidos.
La dejé sola con sus pensamientos, ella sabía que hacer y como reaccionar ante todo. Yo ahora no podía pensar en otra cosa que no fuera mi propia felicidad. No era egoísta pero mi padre había hecho hasta lo imposible para separarme de Carlos y yo no veía el día en el cual dejara todo eso atrás. 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

A new life Cap.19


Narras tú.
Llegué en donde estaba mi hermano, esperaba ver a mi padre y a María pero ninguno de los dos estaba. No creo que tenían escusa alguna para no presentarse. James me vio, salió corriendo para abrazarme y me fundí en su pecho mientras llorábamos. Creo que si el que estuviera en esa habitación hubiera sido mi padre ninguno de los dos estaría tan mal, nos había jodido tanto la vida y dejó a mi madre en el peor momento. En fin, era una larga historia y ahora solo podía concentrarme en mi madre.
- ¿Y María? - me senté al lado de mi hermano justo en frente de la habitación de mi madre. La habitación era de cristal y la podía ver a ella tumbada en la cama con todas esas infusiones colgando y la mascarilla de oxígeno. En la máquina se podía ver que las pulsaciones de su corazón eran constantes. Miré a mi hermano en busca de explicaciones pero no me decía nada - ¿Y papá? - seguí preguntando y él no tenía más remedio que contestarme.
- María se ha quedado en casa, según ella, no le sentaba bien entrar en un hospital y que lo pasaría mal - suspiró - Y papá prefiere estar trabajando.
- ¡Eres idiota! - me levanté bruscamente de la silla y empecé a gritarle - María lo único que hace es aprovecharse de ti y tu como un completo idiota dejando que haga lo que le sale de la gana contigo. Y papá no se queda atrás, nunca está y en los malos momentos siempre desaparece, no me sorprendería que volviera a abandonarnos. No se porque volvió. Dios quiera que no den la cara conmigo - James me cogió de los hombros para que me tranquilizara.
- Tranquila, tranquila - me dio un beso en la frente - Sé que tu lo pasas peor que ella en un hospital, en toda tu vida entraste como mucho tres veces en un hospital y fue obligada. - se quedó pensando en que más decirme pero sus palabras no hacían más que alterarme - Nuestra prioridad ahora es mamá, con ellos dos ya veremos que hacemos después - esa respuesta me convenció más. James se sentó y yo me acerqué al cristal para poder verla mejor, buscaba esa sonrisa que siempre tenía en la cara pero no la encontraba por ningún lado. No podía llorar otra vez, tenía que ser fuerte por ella. 
- ¿Sois familia de la señora Llorente? 
- Sí - le contestó mi hermano al médico.
- ¿Qué le pasa? - pregunté.
- ¿No os lo había contado nunca? - mi hermano  y yo negamos con la cabeza - Hace unos meses descubrimos que tenía cáncer de mama, lo descubrimos muy tarde por lo que no podíamos hacer nada al respecto. 
- ¿Cuánto le .... queda? - preguntó mi hermano.
- Tres o cuatro días - al oír aquellas palabras de la boca del médico me derrumbé en el suelo y lloré como una desconsolada. En tres días ya era mi cumpleaños, no podía hacerme eso, ya no sería lo mismo sin ella. - Cuando queráis podéis pasar a verla - el médico desapareció por donde había aparecido.
Mi hermano pasó a verla, yo no tenía fuerzas ni de levantarme del suelo. Me acucurré entre mis brazos y volví a llorar. ¿Por qué nunca nos había dicho nada? Estaba temblando, no tenía fuerzas ni para seguir llorando.
- ¡_____! - levanté la vista y vi a Niall corriendo por el pasillo con Zayn pisándole los talones. Niall cayó junto a mi y me abrazó. - Estás temblando - me cogió las manos y me besó la frente.
- Le quedan tres o cuatro días - sorbí por la nariz - ¿Qué voy a hacer sin ella? - Zayn se sentó junto a mi y pasó su mano por mi hombro, me dio un beso en la mejilla e intentaba tranquilizarme. - Quiero estar sola, por favor, dejarme sola - los empujé a los dos mientras me levantaba pero cuando estaba arriba mis piernas me fallaron y me volví a caer.
- No te vamos a dejar sola, nos necesitas - Zayn me cogió en brazos y me ayudó a sentarme en la silla.
- Voy a buscar algo de beber - Niall se fue a la cantina del hospital.

Los tres días siguientes pasaron más rápido de lo que me creía. No me había movido de ese mugroso hospital ni cinco minutos, Niall me traía la ropa para cambiarme y a veces algo de comer. Zayn se pasaba todo el tiempo que podía conmigo. Hoy era mi cumpleaños, el peor día de toda mi vida.
- Mamá quiere verte - James salió de la habitación y me dejó entrar a mi. Cogí la mano de mi madre y le acaricié el pelo y la cara.
- Te quiero - le di un beso en la frente y me contuve las ganas de llorar, no quería que ella me viera así.
- Cariño ...- mi madre empezó a hablar pero la corté con un "sssh" - Felicidades - pero ella seguía hablando y no me hacía caso - No me puedo creer que tengas ya 20 años, estás hecha una señorita.
- Mamá, por favor, no malgastes tus fuerzas - ella apretaba mi mano con fuerza.
- Te quiero - poco a poco iba cerrando los ojos y yo empezaba a llorar.
- ¡No! ¡Mamá! - las pulsaciones iban bajando y su pequeño corazón dejaba de latir.

Narra Niall.
Pasaron varios días desde la muerta de la señora Llorente, _____ estaba reventada. Su padre había desaparecido, nadie sabía donde estaba. Su hermano se fue con su novia a seguir con su vida. Y ella, bueno, ella seguía en esa casa sola, en realidad no estaba sola, estaba Zayn con ella y yo siempre que podía iba a visitarla. En unos días ella tendría que volver a Barcelona para sus estudios y nosotros volveríamos a la gira. Por fin llegaba a Sligo, hoy vería a Paula. _____ me animó a que fuera, en principio no iba a ir, no podía dejarla así pero ella dijo que estaría bien. 
- Aquí estabas - me dijo ella sonriente y me dio dos besos.
- ¿Podemos ir a un lugar más discreto? - la cogí de la mano y nos fuimos a otro lugar. Por el camino le iba contando algunas cosas sobre mi pero sin llegar a los detalles de la banda.


Narra Zayn.
- Cariño, ya está la cena - le grité a _____ pero no me contestaba. Fui arriba a buscarla hasta que oí la ducha. Entré para ver como seguía y ella al verme me cogió de la camiseta y me metió vestido en la ducha.
- Hace mucho que no hacíamos esto - me dio un beso mientras me quitaba la camiseta mojada, me dejó completamente desnudo y nos fundimos en un largo beso. 
- Pero cariño, ya está la cena - le decía una palabra entre cortos besos que me daba.
- La cena puede esperar - me besó el cuello y me lo mordió dulcemente.
- Pero se va a enfriar - le ponía escusas sin saber porque pero esta vez fui yo el que entrelazó mis dedos en su pelo - Se puede calentar después - la seguía besando como si fuera él último beso que le daría. - Aún no te he dado regalo de cumpleaños.
- Ni yo a ti - ella se encogió de hombros - Pero creo que sería un buen momento dártelo ahora - se mordió el labio y yo me lancé. Fue nuestra primera vez en la ducha.
- No creo que haya mejor regalo que el poder estar contigo - salimos de la ducha, nos vestimos y bajamos a cenar. Después nos pusimos alguna película y ella se apoyó en mi pecho mientras me abrazaba por la cintura.
- Gracias por estar a mi lado. Mi madre, este donde este ahora mismo, seguro que estará agradecida.
- Ahora sí que será un para siempre - le dí un beso en la frente - Te quiero.
- Yo te quiero más - de esta manera nuestra velada se convirtió en una pelea continua de quien quería más al otro.