Narrador externo.
En Mullingar los chicos seguían en casa de Niall, esta vez estaban preparando sus maletas ya que al día siguiente tocaba volver cada uno a sus respectivas casas y después de una semana volverían a su gira y a sus conciertos. Liam como siempre pensaba en como podía mejorar como persona pero según sus fans no había manera de mejorar nada en él porque todo él era tierno y dulce. Harry se comía la cabeza en como cambiar, en como dejar de pensar en todo esto, sacar adelante cada idea suya siendo discreto. Louis empaquetaba sus cosas mientras cantaba feliz sin preocupación alguna, debería darle clases a los demás para que aprendieran a ser más llevaderos y no comerse tanto la cabeza. Niall comía en la cocina con el teléfono en la mesa preguntándose ¿la llamo o no la llamo? ¿Dirá que soy un pesado si la llamo? Así pasaban sus últimos diez minutos. Por último Zayn recorría mentalmente su lista de cosas, ¿no se le había olvidado nada? Por lo visto no tenía preocupación alguna o al menos eso quería aparentar.
- ¿Alguno ha visto mis gafas? - gritó Louis con tono alegre y despreocupante.
- ¡No! - gritaron los cuatro cada uno desde su respectivo sitio.
- A saber lo que hice con ellas. Estoy pensando seriamente en ponerme lentillas - Louis hablaba sin parar pero nadie le hacia caso, ni Harry que lo tenía al lado. Louis sabía o al menos creía saber lo que le pasaba a Harry, simplemente era predecible.
En la península un poco más abajo estaba ______ en algún rincón de Barcelona buscando desesperadamente algo que había perdido.Sinceramente ni ella sabía lo que buscaba pero cualquier escusa era valida para volver a llamarlo aunque no encontraba nada como escusa, ¿ valdría llamarlo solo porque quería que me cantara algo ya que estaba melancólica? Pensaba entre millones de cosas que seguían rondando su cabeza.
- ¿Necesitas algo? - preguntó su dulce amiga Clara con mirada alegre y vital al verla tan alterada.
- ¿Qué? No, no - negó con la cabeza y se centró en otras cosas.
- ¿Me vas a contar ya que tal por Mullingar? - preguntó Clara cruzándose de brazos y arqueando las cejas de manera seductora y provocadora.
Narras tú.
- Voy a vestirme y te cuento - necesitaba buscar algún cuento que se lo creyera pero con ella era difícil. Hoy teníamos que ir de compras así que me puse lo más cómodo que pillé, unas vans rojas, unos pantalones cortos negros y una camiseta de tirantes roja, todo esto lo complemente con un bolso mochila marrón y una gorra de Brooklyn que tenía un significado muy especial para mi. Esa gorra fue el primer regalo que me dio mi hermano al mudarnos a Irlanda, junto a mi hermano hice tantas locuras y tantas tonterías que todos mis recuerdos llegaban a mi cada vez que la llevaba.
Salí de mi habitación y Clara ya se había vestido, llevaba un conjunto monísimo. Parecía que nos habíamos puesto de acuerdo, ella levaba la misma gorra pero en azul y con las letras Warriors, eso nos hizo reír. Llevaba pantalones cortos vaqueros, una camiseta azul de tirantes y unas zapatillas azules, ella odiaba los bolsos por lo que refería dármelo todo a mi o meterlo todo en los bolsillos.
Intercambiamos unas miradas, y en ese instante volvió a hacerme la misma pregunta que antes, lo que me dejó sin palabras. Ella me conocía mejor que nadie y sabía que algo me pasaba, que algo escondía y no podía esconderselo por mucho tiempo, algún día se enteraría y sería peor.
- Estuvo todo genial, tía. Algún día tienes que venirte conmigo, es algo mágico. Lo echaba muchísimo de menos, las casas, los campos, los niños, volví a ver a Miki.... - Clara no me dejó seguir.
- Espera,espera, ¿Miki? - preguntó mientras cerraba la puerta del piso con llave.
- Sí, ¿no te hablé de él? - me negó con la cabeza - Es un chico de siete años y siempre jugaba con él en el parque, me acuerdo de ese día que animó a Liam y le dio un coche para que jugara. Liam siempre que me ve me lo recuerda y dice que desea volver a verlo. - Clara asintió como si no le importara así que proseguí - También visité a Niall y estos últimos días estuvieron los demás chicos también. Fuimos de picnic e hicimos varías actividades juntos.
- ¿Los demás? ¿Zayn? - me miró intrigada a lo que afirmé - ¡Lo sabía, lo sabía! - gritó tan fuerte que parecía que había descubierto algo impresionante. - No te preocupes, Dani no se enterará de nada.
- Pero fue culpa suya, me colgó en las narices, me hablaba raro y encima me echaba la culpa de un montón de cosas. - me defendí ante todo esto.
- No te alteres, solo trataba de ayudarte. Algún día te enterarás de todo - me dejó dudosa, decidí no preguntar más, no era ni el lugar ni el momento adecuado.
Narra Dani.
La llegada de _____ me desconcertó, estaba más rara de lo normal, por un lado la comprendía, había sido muy borde con ella pero los celos me mataban. Pronto dejaría de verla por unos meses, yo me iba de gira y no podría pasar por Barcelona hasta el último concierto dentro de cuatro meses, ella jamás dejará su carrera y sus estudios para pasar una semana conmigo. Me lo había dejado más que claro, pero ¿por qué por Niall daría su vida pero por mi no dejaría ni una semana de su vida? Traté de encontrar cualquier escusa para justificarla pero no la encontré.
- ¿Me estás escuchando? - me gritó Blas ya desesperadísimo.
- Claro - mentí.
- Eso es mentira, ¿que te he dicho? - se cruzó de brazos y David se rió.
- Déjalo Blas, ¿no ves que está en su mundo de problemas? - comentó Álvaro desde el estudio.
Seguía sin enterarme de lo que pasaba pero sabía que Carlos me lo contaría todo hasta que vi su gesto de negación. Tenía un mal día, al menos solo duraba 24 horas y supongo que mañana será un día mejor.
- ¿Cuándo empezamos con la nueva canción? - les pregunté.
- Ya hemos empezado, por eso te decíamos que vinieras - protestó Blas con su tono irónico.
- ¿Han dicho ya cuando empezábamos la gira? - volví a preguntar y todos me fulminaron con a mirada.
- ¿En que mundo vives? - la reacción de Carlos me desconcertó, él era el más dulce y comprensible de todos, no entendía su reacción. - Nos lo dijeron la semana pasada, y sí, en dos días nos vamos - me quedé boquiabierto. Salí corriendo del estudio mientras intentaba buscar su número en la agenda del teléfono, hoy hasta el iPhone tenía un mal día.
- ¿Podemos vernos? - pregunté casi sin voz.
- Estoy en el centro comercial, nos vemos en la cafetería en media hora - me contestó ______ y colgó. Esto me hacía comprender un poco su reacción. ¿Será una buena elección la que estoy haciendo? Sé que a ella también la hará falta, los dos la necesitábamos para despejarnos. ¿Me iba a arrepentir? Sí, lo más probable es que sí.
Después de media hora llegué a la cafetería, me traía muchos recuerdos bonitos y ahora todo se iba a estropear, aunque no tiene porque, somos adultos, estás cosas solían pasar. Me la encontré sentada en una mesa esperándome, iba guapísima, sonreía como siempre, eso era lo que más iba a echar de menos, su sonrisa y su manera de hacerme feliz. Tenía algo especial, algo que ninguna chica había tenido ni tendrá nunca, tiene algo diferente, no es como todas las demás que siempre van maquilladas hasta el pepe.
- ¿No te vas a sentar? - preguntó sonriente - Ya he pedido lo de siempre,¡capuchino!
- ¿Cómo te has acordado? - pregunté mientras me sentaba.
- Estas cosas sabes que no se olvidan nunca - el camarero trajo mi capuchino y su café - ¿De qué querías hablar?
- Me voy de gira dentro de dos días - se quedó incrédula, no pestañeaba pero proseguí - Te quiero, y no me cansaré de decirlo - desvió mi mirada, no sabía lo que significa esa mirada dirigida hacia el suelo o a lo mejor lo sabía pero no quería entenderlo - Pero tenemos que darnos un tiempo. Me hace falta para comprender todo lo que está pasando, tu reacción ante esto es diferente, sé lo que significa para ti la distancia y lo necesito, necesito respirar tranquilo y hablar sin saber que te estoy haciendo daño.
Narras tú.
El discurso que me había escupido Dani era más o menos lo que yo había pensado decirle. En realidad tenía toda la razón del mundo.
- No entiendo porque estuvimos haciendo esto, lo nuestro siempre fue amistad y no entiendo como hemos llegado a tanto. Lo que nos hace falta es volver a la normalidad y dejarnos de tonterías, Dani, lo sabes perfectamente - le solté un rollo increíble a lo que el me contestó con mucha naturalidad.
- Lo sé, pero aún así pasar el tiempo contigo es mejor que pasarlo con quien sabe quien y en quien sabe donde - sonrió y me cogió la mano por encima de la mesa.
- Gracias por ser así, en serio. Eres muy comprensible y la chica que llegue a tenerte será muy afortunada - le sonreí, por fin volvíamos a la normalidad - Primero te perdió Clara por no saber quererte - se enrojeció al oír el nombre de Clara. Definitivamente esto dos también me ocultaban algo - y yo te perdí por no saber apreciarte pero piensa que a la tercera va la vencida.
- ¿Me vas a ayudar con la ropa que tengo que ponerme? - Dani sabía que yo tenía un instinto y sentido de la moda muy peculiar.
- Primero vamos de compras, segundo vamos a hacer las maletas y tercero nos vamos de fiesta, ¿qué me dices? Bueno, sinceramente no me importa lo que opines, haremos eso sí o sí - se lo afirmé y los dos nos reímos y así empezó nuestra tarde de compras.
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