Guerra de harina y chocolate.
-¿Nos vamos ya? - vino Carlos impaciente a hablarme.
-Sí, espérate, tendré que ponerme los zapatos, ¿no? - le contesté con otra pregunta.
-Te los pones en el coche - Dani me cogió en brazos y Carlos cogió mis zapatos, empecé a dar patadas pero siendo Dani no había manera.
-¡Yo voy delante! - gritó Carlos adelantando a Dani.
-¡No,voy yo! - me dejó en el suelo donde había piedras y me las clavé, grité y me cogió otra vez en brazos - Perdona.
-Esto no será por haberte ganado anoche, ¿verdad? - le pregunté y negó con la cabeza, me dejó en el suelo para que me ponga los zapatos y siguió peleándose con Carlos para ir delante. - Por pelearos voy yo delante - abrí la puerta, me senté y les saqué la lengua.
- ¿ Queréis dejar de pelearos y entrar en el coche? Si no os quedáis aquí - Blas entró delante y los demás subieron detrás. Yo empecé a reírme como loca y Blas se rió conmigo -¿Preparados?
-Que sí, no somos críos - Carlos le dio una colleja cariñosa y Blas dio marcha atrás.
-¡Espera! - le grité a Blas y me miró - Por ahí viene Álvaro corriendo - señalé a Álvaro que venía con la lengua por fuera como un perro que acaba de correr kilómetros.
-Gracias - dijo Álvaro sonriente y se metió entre Carlos y Dani que seguía jugando - Parecéis críos.
- Pues yo quiero brownies - me toqué la barriga - Tengo hambre.
-En el McDonald's hacen brownies - dijo Carlos sonriente.
-Yo quiero ir - choqué los cinco con Carlos y los demás nos miraron preocupados - ¿Qué pasa?
-Nada, pero yo no quiero ir - dijo Blas - Tengo cosas que comprar.
-Yo tengo que ver si me han traído ya la camiseta de Torres - dijo Dani sonriendo como un niño pequeño con un juguete nuevo.
- Yo quiero comprarme unos cascos nuevos, los otros se me han roto - dijo Álvaro.
- Tú y yo tenemos plan - Carlos volvió a sonreírme desde atrás y Blas nos fulminó con la mirada - He dicho plan, nada más.
-No te preocupes - le cogí la mano cariñosamente a Blas y me dedicó una sonrisa comprensible.
Al final llegamos y todos salieron como balas del coche, Carlos me cogió de la mano y empezó a arrastrarme detrás suya.
-¡Date prisa! - me dijo cuando vio que me quedé un poco atrás.
-Carlos, tranquilo, hay brownies para todos - dije riéndome.
Todos nos separamos, Blas se fue a ver ropa, Álvaro a comprarse los cascos y Dani a por su camiseta de Torres, estaba totalmente obsesionado con Torres. Carlos y yo fuimos al McDonald's , nos hinchamos a brownies, sinceramente estaban riquísimos.
-Tienes que probar los de mi madre,están mucho mejor que estos - le dije a Carlos cuando entramos en el coche.
-Esta tarde te hago yo unos brownies, quedarán más buenos que los de tu madre - Carlos entró detrás y yo me metí con él detrás ya que Álvaro me había quitado el sitio. Esta vez estaba yo en medio de Dani y Carlos, eran dos críos, no paraban quietos.
-Gracias a dios ya hemos llegado - dije bajando del coche, Blas y Álvaro se estaban riéndose como locos - ¿Laura? - grité pero nadie me contestaba. - Oye, ¿sabéis donde han ido estos dos?
-Déjales un poco de intimidad - Blas me cogió por la cintura y me dio un beso en la mejilla - ¿Quieres que nos bañemos? - me susurró al oído.
-¡No!Nada de bañarse - dijo Carlos cogiéndome de la mano y llevándome detrás suya - Toca hacer brownies - le dediqué una sonrisa a Blas que puso cara triste.
-Luego nos bañamos, ¿vale? - le mandé un beso y me puse con Carlos a hacer brownies.
Narra Laura.
Mientras los demás se fueron de compras David decidió llevarme a un lugar especial, cada día me caía mejor y era diferente de lo que yo pensaba.
-Esto te gustará - salimos de detrás del árbol y había un lago precioso,había algunos patos y barquitos - ¿Te apetece montar? - me dijo sonriente y no podía negarme.
-Claro, que bonito es esto - dije aún sin poder creérmelo, David me cogió de la mano y cogió una barquita.
Dimos un paseo en barca,después me enseñó una pequeña cesta que había traído y puso un mantel sobre la hierba.
-¿Y esto?¿Cuando lo has traído? - pregunté sin dejar de sonreír.
-Lo traje antes, ¿ no lo viste? Bueno, da igual, disfrutemos -empezó a sacar cosas de la cesta, había fresas, cerezas,helado y varias cosas más.
Después de comer nos tumbamos sobre el mantel y David pasó un brazo sobre mi cintura y yo me apoyé sobre su pecho. Era todo perfecto, jamás pensé que esto me pasaría a mi. Nos quedamos dormidos así, tumbados y abrazados, cuando abrí los ojos David ya no estaba pero lo vi llegando con las manos detrás de la espalda y me asustaba. Cuando llegó a mi se puso de rodillas y me entregó un ramo de margaritas blancas con algunos claveles de colores, noté como me ponía colorada.
-Son...son...preciosas - se me iluminaron los ojos y lo abracé por el cuello.
-Son unos pequeños detalles para una princesa - se despegó de mi y me dio un beso apasionado, para mi fue mágico. Me acarició el pelo y me cogió de la mano - Mejor recogemos esto que seguro que nos están esperando.
Recogimos las cosas y nos dirigimos hacia la casa de Blas, entramos por la puerta de atrás que daba al jardín pero en la piscina no había nadie, que raro. Miré a David que tenía la misma cara que yo y se encogió de hombros. En la entrada tampoco había nadie y no se oía ningún ruido. Entramos en la casa donde estaba el pasillo de las habitación y no oíamos nada, entramos al salón y vimos a Dani jugando a la wii, no decía palabra alguna, nos dedicó una sonrisa y siguió jugando. Fuimos a dejar las cosas en la cocina donde estaban otra vez Paula y Carlos cocinando.
-¿Debería llamar a los bomberos? - cogí el móvil en la mano y los dos empezaron a reírse irónicamente.
-No hace falta, estamos haciendo brownies. Brownies a lo Carlos - dijo Paula riéndose y en ese momento Carlos la manchó con harina, un gesto al que ella respondió y empezaron a pelearse cariñosamente.
-¿Y los demás? - preguntó David.
-Dani está jugando a la wii - dijo Carlos señalando hacia el salón y nos manchó de harina.
-Eso ya lo sabemos - dije quitándome la harina de la camiseta - ¿Y Álvaro?¿Blas?
-No se - los dos se encogieron de hombros y rieron antes su coincidencia.
-Tener cuidado - dijo David amenazándoles con el dedo pero pasaron completamente - ¡Blas! - empezó a gritar pero nada.
-Voy fuera a ver - salí fuera y empecé a llamarlos pero nadie contestaba hasta que los vi entrando por la puerta - ¿ Dónde estabais? Nos teníais preocupados.
-Estábamos hablando con la vecina de Blas - dijo Álvaro riéndose - Es muy maja.
-Cuidado, es mi prima - dijo Blas intentando ponerse serio pero no podía - ¿Han acabado ya con los brownies?
-Que va, siguen en ello - dije riéndome y Álvaro me acompañó pero a Blas se le borró la sonrisa de la cara- Álvaro, te buscan dentro - le dije echándole - Vamos, necesitas hablar - cogí a Blas de la mano y nos sentamos en el banco que había fuera de su casa.
- Carlos es como mi hermano y tu lo sabes, pero desde que conocí a Paula todo esto se me derrumba y no se que hacer, mírame, ahora siento celos de mi hermano - dijo resoplando y mirando al suelo.
-Hablalo con Paula, sé que a ella también le gustas y ella aunque admire de manera especial a Carlos jamás podría verlo como algo más que un amigo.
-Hablé con ella el día en el que planeamos tu fiesta pero dijo que no me lo pondría fácil - me contestó.
-Ella es así, por muy famoso que sea y por mucho que te quiera no se dejará convencer tan fácilmente. Tengo una idea - se me ocurrió de repente algo que podría convencer a Paula - Ella no es de cosas materiales, ella es de sentimientos y muestras de afecto y cariño. Esta noche cuando oscurezca la sacas fuera y os sentáis juntos al lado de la piscina, os tapáis con una manta y le cantas una canción, cántale Cartas Entrelazadas, ella se derrite con esa canción, y después de cantarle al oído Cartas Entrelazadas le vuelves a decir todo lo que sientes por ella.
-Eres genial - me dio un abrazo y entramos juntos dentro, la cocina estaba blanca, parecía que había nevado y Paula estaba en el suelo encima de Carlos llenándole la cara de chocolate.
-Te dije que me la ibas a pagar - empezó a decirle riéndose.
-Tu sola te lo has buscado - Carlos la cogió de las manos y la tiró al suelo, cogió todo el taro de chocolate y se lo echó encima.
-¿Qué ha pasado aquí? - preguntamos Blas y yo.
-Esto es divertidísimo - dijo Dani desde el sofá riéndose como loco - Es mejor que ver una película y encima es gratis.
-Estaban haciendo los brownies, antes empezaron a tirarse harina pero después Carlos cogió agua en un cubo y la mezcló con harina, entonces se la tiró a Paula - me contestó David el cual también se reía. Miré a Álvaro y estaba por los suelos, pero en ese momento Paula y Carlos se levantaron y le echaron chocolate a Álvaro, el cual se levantó y le tiró harina a Dani y así empezó la guerra de harina y chocolate, David y yo también nos apuntamos y cuando estábamos por los suelos llenos de chocolate empezó a besarme, todos se callaron y como no, Dani tenía hacer su comentario gracioso.
- ¿Y estos desde cuando ....? - Blas no dejó que acabara la frase y le tiró una bola de harina.