martes, 3 de julio de 2012

Una noche estrellada.

Una noche estrellada.


-¡Mireia!¡ Despierta que vas a llegar tarde! - gritó mi madre desde el piso de abajo.
Miré el reloj y eran las once, mierda, hoy era mi primer día de trabajo e iba a llegar tarde. Iba a trabajar en la playa como camarera en un bar. Me vestí rápidamente, me puse el bikini y por encima unos shorts vaqueros y una camiseta playera blanca con un gato dibujado, me puse mis patines así llegaría más rápido. Cogí una magdalena recién hecha por mi madre, le di un beso en la mejilla  y salí patinando hacia la playa.
-Llegas tarde - dijo mi compañera de trabajo.
-Si, lo sé , no volverá a pasar - cogí un delantal y empecé a servir mesas. En una mesa había cinco chicos sentados, estaban demasiado tapados como para venir a la playa, tenían unos gorros, unas gafas de sol y una toalla que les cubría casi todo el cuerpo, me acerqué para preguntarles que querían y uno de ellos cogió el ketchup que había encima de la mesa y me lo echó encima- ¿Eres idiota? - le grité como loca y salí corriendo hacia los aseos para limpiarme.
- Lo siento - hablaba con acento inglés - Pensé que eras una fan loca.
- Jamás sería tu fan con semejante carácter - refunfuñé.- ¿Y tu qué eres? - se quitó la gorra y las gafas, era castaño y tenía el pelo rizado, tenía ojos verdes esmeralda que mareaban mi mundo y tenía unos hoyuelos flipantes cuando sonreía.
-Soy cantante, de One Direction, ¿ no te suena? - me preguntó.
-Pues no, menos mal - resoplé.
-No podemos estar ni de vacaciones que no nos dejan respirar. - seguía a mi lado sin hacer nada mientras yo me limpiaba.
- ¿Vas a seguir mirando o me vas a ayudar?
- Perdona ,soy Harry - me sentía débil ante su acento pero no podía mostrarle mis debilidades, este chico me debía un top precioso, pero me ayudó a limpiarme - Ah, un gato - gritó de repente.
-¿Qué retraso tienes tu? - se rió ante mi pregunta- Por cierto, soy Mireia.
- Bonito nombre - intentaba seducirme con la mirada.
- Harry, déjalo, conmigo no funcionan tus encantos - le quité las manos de encima de mi top y salí fuera, él se puso su gorra y sus gafas y salió detrás mía.
-¿Podemos vernos luego? - me cogió del brazo e hizo que me diera la vuelta.
-No - contesté riéndome y seguí trabajando.Este chico era muy raro, se quedó en la esa silla hasta que yo terminé de trabajar, no me quitaba el ojo de encima y me ponía nerviosa. Era mono y su acento me mataba, no iba a negarlo, pero me ponía de los nervios que me miren de esa manera. Dejé mi delantal y me puse mis patines para llegar cuanto antes a mi casa, salí y Harry ya no estaba en la silla, que alivio. Llegué a mi casa y detrás mía oí pasos, me daba la vuelta pero no había nadie. Miré de reojo y lo vi, este chico era insoportable. Me di la vuelta de repente y lo señalé con la mano.
-¿Qué quieres? No serás un maniático violador, ¿verdad? - volvió a reírse.
-Ojalá fuera un maniático violador y no un famoso que no puede ni andar por la calle sin ser arañado - lo miré mejor y tenía un arañazo en la cara y la rodilla le sangraba.
-¿Qué te ha pasado? Mejor no me lo digas, no quiero saberlo - iba a irme pero me entro la debilidad, odiaba esa parte de mi - Ven conmigo, te podré curar - se puso a mi lado y llegamos a mi casa - ¿Mamá?¿Hay alguien? - nadie me contestaba - Pasa, ponte cómodo - me quité los patines y volví al salón con el botiquín, puse vetadine en un trozo de algodón y gritó de repente.- ¿Te duele?
-No, soy fuerte - apretó los dientes y empecé a reírme - ¿De que te ríes? - me encogí de hombros y le puse una venda en la rodilla, me acerqué a él para verle mejor la herida de la cara la cual se la curé. - Muchas gracias - se levantó para irse - Me voy, no quiero molestar más.
-Quédate si quieres, haré espaguetis.
-Esperaba que me lo pidieras - se dio la vuelta sonriente y yo le di un codazo cariñoso. Estábamos preparando juntos los espaguetis.
-Cuéntame más cosas sobre ti - empezó a contarme toda su vida, la de One Direction, como llegaron a estar juntos, las cosas que hacen y un millones de historias más. Terminamos de cenar y ya eran las once de la noche.
-¿Puedes llamarme un taxi para que venga a recogerme? No se donde estoy y tampoco sabrán donde recogerme.
-Puedes pasar la noche aquí si quieres, es muy tarde para que vayas en un taxi con un desconocido. - le contesté a lo que respondió con una sonrisa encantadora- En mi habitación hay dos camas así que puedes quedarte en una - subimos arriba y le presté algo de ropa de mi padre la cual le venía gigante.
-Parezco un pato - se miró de arriba abajo y los dos nos reímos.Nos acostamos temprano, cada uno en su cama. Estaba con un desconocido en la misma habitación que yo, si mi madre ve esto me mata. Noté como alguien se metió en mi cama y empezó a tocarme las piernas con un tacto suave, se acercó a mi cara y me dio un beso en la mejilla.
-Harry, por favor, sal de mi cama - le di un empujón pero seguía ahí sin moverse.
-Me encantas, eres la primera chica que me grita, que pasa de mi y que intenta librarse de mi. Necesito un polo opuesto en mi vida y tengo que venir a España para encontrarlo. - estaba todo oscuro pero podía notar su mirada penetrante, me cogió la cara con las manos y empezó a acariciarme - Lo siento, pero eres perfecta para mi.
-Solo me conoces de un día, ¿cómo puedes decir eso? - le pregunté sin poder creerme lo que acaba de decir.
- Lo noto en tu mirada, tus gestos y tu forma de ser. ¿Nunca te han hablado del amor a primera vista? Yo hasta hoy no creía en él pero veo que si existe.
-No te pongas romántico , eso a los famosos no les pega. No te declares, ¿ para qué? Volverás a Inglaterra con tus amigos, harás tu vida, te liarás con la primera famosa que te tire los tejos y a mi me mandarás a la mierda, y yo no busco eso. - le di la espalda y me abrazó por detrás.
-Eso no es verdad, podré venir a visitarte siempre que quiera y yo te invitaría a pasar algunos días conmigo, no es tan difícil - me dio la vuelta y se puso encima mía, me besó de una manera salvaje, me gustaba.Le respondí al beso de manera seductora, como un depredador intentando domar a su presa.Metió su mano por debajo de mi camiseta y me la quitó, yo hice lo mismo con la suya.
-Espera, espera - lo aparté un poco de mi - Vamos muy rápido - le di un beso fugaz.
-¿Estamos saliendo? - dudé ante su pregunta y asentí - Eso es lo que quiero, para el siguiente paso ya habrá tiempo - seguimos abrazados uno al lado del otro y así nos quedamos dormidos.

{Después de cinco meses}
-¡Felicidades amor! - Harry se acercó a mi y me besó- Hoy será un día especial, pasarás la mejor noche de tu vida, o eso espero.
-Como me alegro de volver a verte, ¿cómo va la gira?
-Genial, ¿confías en mi? - asentí y me puso un pañuelo en los ojos - ¿Ves algo? - negué con la cabeza, estaba todo oscuro. - Sube el pie, subelo o te caerás - le hice caso y subí el pie, montamos en un coche  después de media hora paramos, me ayudó a bajar y me quitó el pañuelo, delante había un campo lleno de flores y en el centro había una mesa para dos con velas -Te decía que iba a ser una noche especial.
-¿Te he dicho ya lo mucho que te quiero? - salté en sus brazos y lo besé una y otra vez.
-Al principio te costaba decirlo - le di una colleja cariñosa y me ayudó a sentarme, cenamos juntos y después puso un mantel sobre la hierba debajo de un árbol. Nos tumbamos para ver las estrellas que eran preciosas.- Una estrella fugaz, pide un deseo - cerré los ojos y pedí que esto no acabara nunca-¿Qué has pedido?
-Eso es secreto, no seas cotilla.
-Espero que el mio se cumpla - se incorporó y me puso encima suya, metió la mano por debajo de mi vestido y subió poco a poco hasta que me lo quitó, yo desabroché su camisa y empezó a besarme el cuello y así bajando por todo mi cuerpo. Lo hicimos, mi primera vez debajo de un árbol con un cielo estrellado, todo iluminado y bajo los ojos esmeralda de mi niño.- Te quiero - Harry recorrió cada parte de mi cuerpo con uno de sus dedos y me besaba el brazo.
-Gracias por el mejor cumpleaños de mi vida - busqué su boca y le di un beso largo.
- Gracias a ti por los mejores cinco meses de mi vida.

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